Después del metro, bajaron a la calle de Londres.
-Un caldero, una varita,... además los alumnos pueden llevar una rana, una rata, un gato o una lechuza si lo desean-leyó Harry.
-¿Todo eso lo vamos a encontrar en Londres?-preguntó Abby emocionada.
-Solo si sabes donde hacerlo-Hagrid les guiñó un ojo, y se dirigieron a un bar que casi quedaba oculto, tenían la sensación de que los "muggles" o sin poderes, no podían verlo, el local se llamaba "El caldero chorreante" y dentro habían algunas personas con túnicas, que rodearon a Harry y empezaron a hablar con el, Abby se quedó apartada, mirando el bar oscuro.
-Bueno, debemos irnos-dijo Hagrid después de un rato-tenemos cosas que comprar.
Entre los presentes, conocieron a uno de los profesores de su nuevo colegio, Quirrel, que estaba siempre temblando y tartamudeando, y llevaba un turbante en la cabeza, Abby se presentó como Abby Jones, y sonrió a Hagrid al hacerlo, y el le guiñó un ojo, al salir, Hagrid sacó su paraguas rosado y le dio a una piedra, entonces se abrió una puerta lo suficientemente grande como para que todos pasasen.
Era un lugar maravilloso, lleno de locales y entraron en Gringotts, el banco de los magos.
-Hay que estar loco para robar aquí-nos explicó Hagrid al entrar-está todo protegido por hechizos de los duendes y demás, además, tardarías siglos en salir de allí.
En el mostrador, un duende les atendió.
-Oye Hagrid-le susurró Harry-que no tenemos ninguna cuenta bancaria.
-¿De verdad creíais que Lily y James no os iban a dejar nada?-preguntó el, entonces se volvió al duende-Buenos días, queremos ir a la bóveda de los Potter.
- ¿Tiene usted la llave?
- Creo que la tenía por aquí - y se vació el contenido de los bolsillos sobre el libro de contabilidad del duende - si aquí esta - dijo mostrando una pequeña llave dorada.
-Todo en orden, llamaré a alguien que les lleve.
-Y también vengo a por cierta cosa de la cámara setecientos trece-Hagrid susurró lo más bajo que pudo, pero Abby y Harry lo escucharon, sacó una carta y se la entregó al duende-es de Dumbledore.
-Griphook-llamó el duende, después de leer la carta-acompañe a los caballeros y a la señorita a la bóveda de Harry Potter y a la setecientos trece.
-Por aquí, por favor-dijo Griphook dirigiéndose a una de las puertas.
Siguieron al duende, detrás de la puerta había un túnel de piedra iluminado con antorchas y una vía de tren, el duende silbó y un carrito llegó al instante, después de subir, este partió a toda velocidad a través del laberinto hasta detenerse en una cámara.
Hagrid y los hermanos se bajaron, el primero parecía mareado, pero Harry y Abby reían divertidos, al entrar, se callaron: Allí habían montañas y montañas de monedas de oro, plata y bronce, Hagrid cogió dos montones grandes y los repartió a dos bolsas de cuero, que entregó a cada uno de ellos. Abby y Harry se miraron sin pestañear todo eso era suyo y podrían hacer lo que quisieran con el.
Subieron para ir a la cámara setecientos trece y Hagrid cogió algo rápidamente para que no lo viesen, pero los dos hermanos distinguieron un paquete que el apresuró a guardarse en uno de sus bolsillos, después volvieron, y salieron del banco.
Abby.
El viaje en carro estuvo genial, y después mire el dinero de la cámara de Harry y mía, y... ¡Puedo hacer lo que quiera con todo eso! Nunca había visto tanto dinero en mi vida, Harry y yo nos miramos asombrados, al salir de allí, sigo sin estar convencida de querer tener un hermano, pero parece que no tengo alternativa, de todos modos, parece agradable.
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la hermana de harry potter y la piedra filosofal
Fiksi PenggemarEl niño que sobrevivió... ...Y la niña que se ignora que existió. Ahora que Harry Potter descubre que es mago, también descubrirá que no está solo, y que aun queda otra Potter con vida.