Capítulo 68

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—¿Estás nervioso?

—No, ¿y tú?

—¿Por qué tendría que estar nervioso?

—No sé realmente.

Detrás de un escenario alto, iluminado por tenues luces amarillas y elegantes, el pelinegro tomó aire y sintió las insistentes manos de Blair, alisando la corbata que ya había tocado diez veces. El joven omega se dejó inspeccionar minuciosamente por su alfa, y solo entró al escenario cuando el pelirrojo le dio su aprobación. Último día y era momento de que dijera su discurso, por lo que Lior apareció frente a miles de personas, cada una con la mirada más crítica que la anterior, y lo escucharon por casi media hora. Hablo de la empresa y del evento, recalcando el arduo trabajo de su equipo, ofreciéndoles el mérito que ellos merecían.

Al terminar, el grupo ejecutivo, que nunca mostró una sonrisa en todo el transcurso de esas semanas, se liberó de las cadenas del trabajo y por fin manifestó su felicidad de tener a alguien como Lior de CEO. Lo halagaron y le agradecieron, y el omega solo asintió fríamente, respondiendo con cortos monosílabos y estrechando manos con firmeza.

A partir de ese día, solo les quedaba el domingo para descansar antes de partir el lunes. Era el día libre que todos esperaban, y en la euforia colectiva, algunos organizaron salidas a comer o beber. Claramente Lior no participaría en ninguna de ellas.

Ese mismo sábado después de la conferencia, el omega se despidió de todos, se montó en un mustang rojo que alquiló Blair, y los dos se fueron.

—Me di cuenta que te pusiste un poco nervioso cuando levantaste la copa y le agradeciste a todos.

—Era Domaine Leflaive Blair, le dije al camarero que no sirviera ese vino, no me gusta.

—¿Qué clase de evento no tiene Domaine Leflaive, Li? es sofisticado y simple, muy británico de hecho. Miralo como cuando en América le sirves a alguien una hamburguesa sin coca cola, un desperdicio.

—No voy a discutir de vinos con alguien que prefiere un Chardonnay en la tarde antes que un Seyval Blanc –suspiró Lior, girando los ojos—. Tenemos una reunión el día lunes apenas al regresar, y necesito que-

—¿Has pensando en lo que dije?

Dentro del auto, con las ventanas abiertas y el viento nocturno desordenándoles el pelo, el omega giró su rostro hacia el alfa, que lo miraba fijamente con una sonrisa cómplice, como si ya hubiera obtenido un "sí" a su idea de irse de vacaciones. Por el silencio que surgió ante su pregunta, el pelirrojo estiró los brazos y atrajo hacia sí el cuerpo del hombre más pequeño. La ventana oscura que no mostraba la presencia del chofer, era algo que al pelinegro le pareció sospechoso desde que entró en el auto. Ahora entendía por qué.

—Aún lo estoy pensando.

—¿Aún lo estás pensando, cariño?

El rolex que rodeaba la muñeca de Blair, de color plateado y que le gustaba mucho usar, fue lo que primero que detalló Lior cuando la mano del hombre se movió hasta su corbata, desatando facilmente el nudo. El torso ancho del omega, que solo vestía una camisa blanca y una chaqueta, fue aspirado por la nariz del hombre más alto al quedar al descubierto.

— Ayer te pregunté lo mismo y me dijiste que tenias que concentrarte en tu discurso. ¿Creés que fue fácil aprendertelo porque estabas montando mi polla?

—Honestamente, pude recordar mejor la palabra Rápido y Gracias porque fuiste muy gentil al detenerte para que pudiera vocalizarlas anoche. Supongo que eso explica porque termine tan agotado al finalizar el discurso.

Dominio Omega [Omegaverse BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora