La culpa.

3.1K 200 2
                                    

NARRA KATHIA:

Las luces de la habitación estaban apagadas mientras que por la televisión aun se pasaban el reparto de la película que acabábamos de terminar.

O al menos la que yo había terminado de ver. Mi cabeza se encontraba sobre su pecho la posición perfecta para poder identificar el ritmo de su respiración, que cuando lograba conciliar el sueño se volvía lenta y casi inexistente. Lo que era todo lo contrario cuando se enojaba y mucho peor cuando estaba en uno de sus ataques.

Suspirando, me levanté levemente para evitar despertarlo y con astucia logré sacar la caja de pastillas de la cartera, que el doctor me había dado para cuando comenzara con pequeños trastornos del sueño, sin meter demasiado ruido, solo para luego correr en dirección al baño.

Con la respiración acelerada cerré la puerta con precisión y dejé caer mi cabeza sobre ella.

La adrenalina a que me descubriera me estaba matando.

Con una gran bocanada de aire, me impulse sobre mis pies y apoyé mi trasero sobre el lavamanos en lo que leía las indicaciones y los efectos secundarios de las píldoras.

Lo de siempre: posibles mareos, dolores de cabeza y en casos extremos vómitos. Realmente no tenía sentido poner los efectos secundarios de los fármacos si nunca sucedían. Saque una de las pastillas del sobre y la coloque en mi boca antes de inclinarme sobre el lavado y dar la llave para beber agua; limpiándome el borde de la boca volví a guardar las pastillas en el sobre y las deje sobre la superficie del retrete, deje caer mi cabeza hacía delante con la sola intención de dejar a mi cuerpo sentir el cansancio que poco a poco se estaba haciendo costumbre en mi; con un suspiro mi apoye sobre mis manos y me impulse hacía delante mirándome a través del espejo .... Pero como ya debía haberlo supuesto no solo estaba mi reflejo, si no que también estaba el de Kyle que jugaba con el piercing de sus labios, apoyado en la muralla con sus brazos cubiertos de tatuajes cruzados sobre el pecho y recriminándome con su mirada.

Antes de poder emitir alguna sílaba, me corto de golpe.

- que son esas pastillas? - gruñó.

Rodé los ojos restándole importancia al tono en el que se estaba dirigiendo hacía mí.

- pastillas - conteste en lo que daba la llave y pasaba mis manos para luego dejarlas sobre mi cuello para refrescarme.

- me vas hacer preguntártelo de nuevo? - gruñó esta vez.

- en serio quieres saber? - susurré mirándolo a través del espejo.

Asintió con la cabeza, sin quitarme los ojos de encima.

- anticonceptivos - alcé el mentón acompañado de una de mis cejas, esperando por su reacción.

Se quedó observándome un momento antes de asentir y caminar hacía mi. Encerrándome colocó sus manos alrededor de mi cuerpo y pego su anatomía a mi espalda mientras apoyaba su barbilla sobre mi hombro.

- desde cuando?

- hoy.

- y cuando fuiste al doctor?

- para cuando me quitaron el yeso del brazo - susurré mirando nuestros reflejos.

Me quedé en silencio esperando su reacción, pero como siempre, no era común estar al corriente con sus acciones; el solo escondió su rostro entre el cabello y mi cuello.

- que piensas? - pregunté en lo que colocaba mis manos sobre las suyas en el borde del lava manos.

- no lo se - contestó en lo que presionaba con mayor intensidad su frente en la base de mi cuello - no se que es lo que estoy pensando, ni lo que estoy sintiendo ... Yo ...

Pude sentir como se tensaban sus manos bajo las mías.

Respire hondo y con calma me dejé caer completamente contra su pecho.

- prefieres que quede embarazada?

Soltó una carcajada.

- mentira o verdad? algodón de azúcar.

- verdad, siempre verdad - sonreí al repetir las mismas palabras que él había ocupado contra mí.

- quiero que seas la madre de mis hijos, nena - mi cuerpo se tensó - tranquila - dijo mientras levantaba el rostro y besaba mi cabeza - no me dejaste terminar, nunca pensé en hijos Kathia, es una posibilidad que se ha hecho tangible solo con el tiempo juntos, pero es para un futuro - sonrío al espejo - un futuro lejano.

- conmigo? - susurré

Asintió. Y luego se largo a reír.

- joder! debes pensar que estoy loco por querer cuidar y proteger a alguien, después de lo poco y nada que sabes de mi pasado, puede que ni siquiera quieras que tu esposo tenga tatuajes ... Y yo solo estoy soltando toda esta mierda sobre ti - se separó de mi, no sin antes acomodar me para mantenerme en pie por mi misma - cariño tienes 18 y yo estoy hablando de tener hijos - gruñó mientras pasaba una mano por su cara y se recostaba sobre la pared, observándome - yo no estoy hecho para toda esta mierda melodramática y la vida doméstica - dijo mientras se inclinaba en sus pies para salir del cuarto de baño.

- Hey, hey - dije mientras corría detrás de él y agarraba su brazo - esta bien, de vez en cuando es bueno hablar de un futuro - sonreí.

Se pasó las manos por el cabello a la vez que se dejaba caer sobre la cama.

- no se que hacer con esto - habló mirándome a los ojos - El que estés tomando la píldora y toda esa mierda.

Coloqué mis brazos sobre sus hombres y crucé mis manos detrás de su cuello mientras me colaba entre sus piernas.

- solo me estoy cuidando - sonreí - quiero hijos y una familia, contigo - el me observaba con atención, midiendo cada una de mis palabras - solo que aún no es el momento.

Asintió.

- es lo que creo - suspiró como si se hubiese sacado un peso de encima.

Me largué a reír.

- me alegra que concordemos - besé su cabeza - ahora vamos a la cama.

- lo que tu digas, nena - respondió en lo que tomaba mi mano y me tomaba para acurrucarme en la cama junto a él.

Solo cuando sentí nuevamente su respiración pausada sobre mi cuello, deje que la culpa de la mentira cayera sobre mi.

Me Perteneces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora