Una chica con una misión.

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NARRA KATHIA:

Después del encuentro en la cocina, me ofrecí para prepararle otra ves el desayuno, pero Kyle negó diciendo - no, gracias. Me gustaría seguir con mi departamento intacto - gruñí y lo culpe por haberme distraído mientras cocinaba, pero el solo soltó otra par de carcajadas.

Me encontraba en su habitación, buscando que ponerme en los pies ya que se me estaban enfriando y cuando me agache para ver debajo de la cama noté mis zapatos de colegio.

COLEGIO.MIERDA!!! Salí corriendo a la cocina, otra vez, mientras gritaba a todo pulmón el nombre de Kyle, provocando que se le cayera el sarten al suelo con todo el huevo en el. Pero él, no le prestó atención y caminó rápidamente la pequeña distancia que nos separaba.

Me observo de pies a cabeza y luego miro atentamente mi cara - que pasa? - preguntó.

- no fui a la escuela, hoy es jueves y no fui - repetí.

El me miro como si me hubiese aparecido otra cabeza o como si tratara de ver si le estaba tomando el pelo, pero al ver que estaba lo suficientemente seria y que retorcía mis manos constantemente, las tomó sobre las suyas y me guió hasta el sillón.

- pensé que eso ya lo habías asumido - dijo tranquilamente.

- no - negué con la cabeza - ni siquiera pensé en eso - dije, mientras guardaba silencio al pensar en lo distraída y absorbida que me encontraba en el mundo de Kyle como para olvidarme de ir a la escuela.

- estás bien? - preguntó con un tono de preocupación y el ceño levemente fruncido.

Lo miré y pasé mi dedo índice por su entrecejo, bajando levemente por su nariz hasta llegar a su labio superior - así esta mucho mejor - susurré. El sonrió mientras tomaba mi dedo y lo besaba.

- estas bien con haber faltado hoy? - volvió a preguntar.

- sí - respondí - pero creo que ya es hora de que me valla.

- y eso por que? - preguntó con el ceño fruncido, otra vez.

- deja de fruncir el ceño - lo reprendí - porque no quiero molestarte y tienes que ir a trabajar.

- tu no molestas - dijo - y puedo pedir el día - siguió con un encogimiento de hombros.

- no - respondí de golpe - no quiero que faltes por mí.

- entonces ven conmigo.

- que? - volví a preguntar, por si había escuchado mal.

- ven conmigo - repitió.

- estas seguro? Porque puedo ir a casa y ...

- Kathia - suspiro cansado - no me hagas obligarte a ir conmigo.

Mis ojos se abrieron al ver lo decidido que me hizo saber que me obligaría si me niego a ir con el.

- no serías capaz - susurro, incluso insegura de mi misma por creer que sería capaz.

- no juegues con tu suerte, nena - dijo con una sonrisa - haré lo que haga falta para mantenerte a mi lado y si tengo que pasar por encima de cualquiera, incluso de ti, pues que así sea.

Ahora aparte de mis grandes ojos, mi boca calló abierta por lo grosero que fue al decirme, sin un pelo en la lengua que pasaría por encima de mi, si hacía lo meritaba.

Me levante de golpe y caminé hacia su habitación lo suficiente enojada como para querer golpearlo si llegaba a salir alguna otra estupidez de su boca, cuando logró agarrar mi brazo y tirar de mi hacía el.

Me Perteneces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora