Visita?

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NARRA KATHIA:

Al fin sábado!!!

Pensé mientras sacaba las sabanas de la cama que se arremolinaban alrededor de mi cuerpo. Me levante de un salto y me quité rápidamente la maya que sostenía mi brazo izquierdo inmovilizado alrededor de mi cuello.

El jueves había logrado pedir una hora al doctor para que me quitasen el yeso. Si bien habían dicho que solo lo harían si el dedo estaba en buenas condiciones, pero, yo sabía que los convencería en caso de que no fuese así.

Suspiré.

Agarre la ropa que había arreglado ayer por la noche y me encamine al baño en un completo silencio. La hora estaba para las 9 de la mañana, eso quería decir que debía levantarme a las 7:30 para poder bañarme, vestirme con un brazo, preparar el desayuno sin hacer ruido y lograr salir antes de que cualquiera de las chicas despertara.

Al fin y al cabo, nadie sabía lo que había planeado. Y tampoco estaba dispuesta a que me detuviesen.

Después de hacer malabares para poder cubrir el yeso, pude entrar a la ducha para un merecido baño. Suspiré y me relaje al saber que estaba a solo unas horas para que pudiese tener mi independencia nuevamente, realmente era un asco de persona cuando se me limitaba.

Apoyé la cabeza contra la muralla de la ducha, al recordar los únicos momentos gratos que había podido disfrutar con la licencia y todo el incidente del fin de semana.

Después del día que había pasado con Kyle, supe que si podíamos llegar a mucho mas. A pesar de los momentos en los que se escondió de mi, sabía que el quería más de todo lo que estamos viviendo y como si fuese poco, el ya lo a repetido incontables veces.

Y esperé pacientemente para que me llamara o que me visitara como había prometido. Pero no llego y no supe nada de él hasta hoy.

Siempre me había prometido que no sería una de esas novias celopatas, que no dejaban respirar a su chico y pasaban todo el día colgando de su cuello. Pero no puedo negar, que esperaba mucho mas de Kyle. En mas de una ocasión pensé que lo había llevado al limite, pero luego volvía a mi memoria la forma en la que me sentó con decisión sobre su regazo y como me había besado, tratando de transmitir su cariño por mí.

Al final de cada uno de esos pensamientos siempre termine convenciendo me que él llamaría en algún momento de la semana o que llegaría de sorpresa para poder pillarme en alguna mala conducta y regañarme por no estar tomando reposo como correspondía.

Y como no había pasado nada de lo que esperaba, cosa a la que me estoy acostumbrado en él, me vi obligada a tomar la situación en mis manos.

Ese mismo jueves en la tarde al ver que no iba a llamarme ni dar alguna señal de vida, tomé hora con el doctor solo para cuando lo fuese a visitar poder cabrearlo. Fue entonces que seguí planeando mi plan para ir a visitarlo después de la consulta.

Sabía por la Feña que había estado hablando con Pax, que Kyle abriría el sábado. Por lo que era una excelente oportunidad.

Cerré la llave del agua e intente sacarme el exceso del cabello y el cuerpo. A penas coloque un pie fuera de la tina, agarre una de las toallas con la que seque rápidamente mi cuerpo para luego colocarla en mi cabello, saqué la bolsa que cubría el yeso y con gusto la tire al bote de la basura. Cubrí mi cuerpo con la bata de baño y salí del cuarto, a paso firme y derecho en dirección a mi habitación.

Luego de darles unos últimos retoques a mi cabello, fui a la cocina a prepararme algo para comer. Aún me quedan 45 minutos para llegar a la consulta, por lo que me di el tiempo de prepararme el té como a mi me gusta ni muy cargado ni muy suave, con una cuchara de azúcar, miel y una pizca de canela.

Me Perteneces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora