Quiere dejarte ir.

4.1K 228 6
                                    

NARRA KATHIA:

Idiota y asqueroso orangután!! pensé mientras me paseaba de un lado a otro por la habitación. Quien se cree que es exactamente como para venir a azotar la puerta ... un hombre de las carbernas??.

AAGHH!!!!!.

Gruñí, por dejar que me sacara de mis cabales tan fácilmente. Desde que lo conocí, todo mi autocontrol y paciencia se habían ido al carajo, junto con todas mis ganas de paz. Realmente quería poner mis manos en su cuello y ahorcarlo hasta que pidiese perdón de rodillas. O incluso mejor, podría coser de una buena vez esa deliciosa boca que tiene y así podría evitarme una gran cantidad de problemas.

Volví a pasearme varios minutos por la habitación, rogando por control.

Y como si hubiese vuelto a la realidad me detuve de golpe, al darme cuenta de lo idiota y absurda que estaba siendo. Él querría que me quedara todo el día encerrada en el cuarto y así se le haría mas fácil esquivar me ... Pues si es así que " LE DEN".

Porque de ninguna jodida manera, me quedaría ahí encerrada ha darle en el gusto.

Corrí al baño, me lave la cara y los dientes, luego, busque mi maquillaje y me lo apliqué en las pestañas, párpados y labios casi desesperada para que me viera frente a él probando mi punto. Porque si había algo que era propio de Kathia Allen era que no me dejaba limitar por nadie, ya bastante había vivido y soportado con mis padres y mi enfermedad ( aunque lo ultimo aun estaba en cuestión) pero no volvería a hacer tan receptible con todo lo que vivía cada día y mucho menos volvería a depender de alguien.

Orgullosa de mi convicción, tomé varias respiraciones antes de decidirme a tocar la manilla de la puerta. Sabía que si bajaba y me paseaba por delante de él, lograría cabrearlo, pero también sabía que podríamos llegar a una solución.

Suspiré.

Si bien él había dicho que no pertenecía a su grupo cercano, perfectamente yo podría hacer uso de sus palabras y mandarlo al Africa si viniese a recriminarme algo.

Bien.

Me di fuerzas, dispuesta a superar y disfrutar el día como se debiese. No había venido a la playa a pasar malos ratos, solo tenía que encontrar algo que hacer y a la vez mantenerme alejada de él hasta que todo estuviera lo suficientemente calmado, como para poder conversar.

Abrí la puerta, y decidida baje las escaleras. Kyle estaba ahí, sentado en un banco de la cocina comiendo cereal. Rode los ojos internamente, dándome fuerzas para seguir adelante con mi plan. Pasé por su lado y también saque un pocillo con el cereal que compartía con las chicas, me serví dispuestas a no dirigirle palabra alguna y como si no estuviese en el lugar, salí de la casa y caminé hacia la playa.

Quería mantener la mayor distancia posible entre nosotros, al menos hasta que se de cuenta del error que cometió o del error que yo creía que había cometido.

Me senté en la arena, y miré el mar esperando encontrar una respuesta a todos los problemas, la verdad es que ya eran tantos que no sabía que tenía que tratar con urgencia y que no. Suspiré, mientras intentaba hacer una lista mental de todo ello, tenía que hablar con papá por la junta con mamá, tenía que ponerme al día en la escuela, había que cancelar las cuentas de la casa donde al menos ya teníamos el dinero y por último, lo mas importante tenía que arreglar las cosas con Kyle.

Sería posible que simplemente no estemos hechos el uno para el otro? Que existiese eso de la pareja ideal? No es sano, discutir tanto y en tan poco tiempo, tampoco es muy alentador que sienta cosas por él de forma tan intensa como si no pudiese hacer nada coherente cuando esta cerca.

Me Perteneces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora