Dame una oportunidad.

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NARRA FEÑA:

Pax avanzo 2 pasos en mi dirección, a lo que yo retrocedí 3.

- vas a dejar de apartarte de mi? - gruñó.

- no.

- por que no? - preguntó mientras levantaba sus brazos con la intención de tocarme.

- ni siquiera lo intentes - dije, a la vez que lo fulminaba con la mirada - mantente alejado de mí, tú entras en mi lista de prohibidos ya te lo dije una vez no me hagas repetirte otra vez lo mismo.

- cariño - sonrió - vas a tener que repetirlo el resto de tu vida si no me dejas acercarme por las buenas.

- no quie ... Ahh! - grite cuando me levantó y me colocó en su hombro - que estas haciendo? asqueroso bastardo, suéltame, suéltame!! - dije mientras golpeaba su espalda con insistencia.

- te lo advertí - habló mientras negaba con la cabeza - tu quisiste que esto fuera así.

- que te jodan - gruñí

- oh! Eso lo podemos solucionar. Pero no creo que estemos aún preparados para llegar tan lejos cuando solo se tu nombre. Por lo general me gusta saber mas de la chica con la que me voy a acostar, pero si tu quieres que pasemos a eso y luego conocernos - se encogió de hombros - no tengo ningún problema.

Rode mis ojos y gruñí por lo bajo, sabía que se estaba riendo por como se elevaban sus hombros - idiota - susurré.

- a donde me estas llevando?

- a comer.

- pero si son las 1 de la mañana.

- eso es lo de menos, yo tengo hambre y quiero que me acompañes.

- pero yo no quiero - dije mientras golpeaba su espalda - suéltame o voy a gritar.

- quiero ver que lo intentes - habló, a la vez que agarraba con mayor fuerza mi cintura - no hay nadie en las calles, nena, vas a gastar tu hermosa voz.

Ignore su comentario y me golpe internamente por no haberme percatado de que estábamos solos en las calles, era como si todo estuviese en mi contra y definitivamente a su favor.

Al cabo de un rato entramos en un restaurante de tacos. Caminó hasta uno de los últimos asientos y me dejo en el asiento en el que daba la espalda a la salida, el ni siquiera se había sentado y ya había llegado una de las camareras a pedir nuestra orden, pero por como lo miraba estaba segura de que estaba más interesada en ligar con el que en recibir nuestro pedido. Rode mis ojos en dirección a Pax, el muy gusano sabía lo que le provocaba a las mujeres y actuaba como si fuese de lo mas normal la forma en que todas lo acosaban. Dirigí mi mirada hacía la chica, la inspeccione, de pies a cabeza era linda no como la octava maravilla del mundo pero era alguien que tenía buenas curvas y con la que puedes tener un revolcón rápido. Cuando la chica se dejo de insinuarle cosas con la mirada al Neandertal que estaba sentado frente a mí, se dio cuenta de mi presencia. Alzó una ceja y me observo tal como lo había hecho yo con ella - pero sin que ella se haya dado cuenta, claro - Estaba a punto de preguntarle que tanto me miraba, cuando Pax carraspeo ganando la atención inmediata de la ella.

- que quieres comer? - me pregunto mientras ignoraba rotundamente la presencia de la camarera. Lo que provocó que ella rodara los ojos y me mirase con ganas de ahorcarme si fuese posible en ese preciso momento, pero, lo que para mi fue la acción mas considerada que había tenido Pax desde que lo conocí. Y como no aprovechar esa oportunidad, además el me trajo contra mi voluntad lo mínimo que puedo hacer es divertirme a su costa.

Y con una de mis sonrisas mas radiantes, me dirigí hacía el - oh! Porque no pides tu por mi?.

- estas segura?

Me Perteneces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora