NARRA KATHIA:
Después de haber llegado al departamento, me bañe y me quede en mi habitación tratando de terminar uno de los libros que tenía. La Feña fue la primera en llegar y se fue directo a su cuarto, a la media hora llegó la feefy con un humor de los mil demonios. Cada una pasó el resto del día en la habitación y sólo salimos al momento de cenar para volver cada una a su cueva sin siquiera pronunciar palabra alguna.
A la mañana siguiente, nos dedicamos a preparar todo para el instituto ya que oficialmente era nuestro último día de vacaciones.
Gracias a todas las cosas profanas y pervertidas que hay en nosotras, hoy estábamos en un ambiente de paz donde nos reinos y jugamos al momento de arreglar nuestros uniformes y mochilas. Nos saltamos el desayuno y una vez terminado de haber arreglado todo para la escuela, la Feña se dedico a preparar el almuerzo. Después de haber ordenado y guardado todo en la cocina, la chicas se sentaron a ver televisión mientras que yo me dirigí a mi habitación para poder llamar a mamá.
- cariño! Que gusto me da el que me hallas llamado
- si, bueno tu también puedes llamarme mamá - dije, mientras sentía que empezaba a cabrearme.
- sabes que estoy en pleno juicio con tu padre.
- si, pero eso no quita que puedas aunque sea mensajear a tu única hija.
- bueno, bueno para que me llamabas? Cuando empiezan las clases?
- mañana - suspiré - por eso te llamaba, para que estuvieras al tanto de que pronto habrá una de las reuniones de padres.
- oh! Claro - respondió, mientras escuche que le hablaba a alguien por el otro lado de la línea - bueno, Kathia tengo que irme llámame cuando sean las reuniones de padres.
- si, adiós - dije, pero antes de haber terminado de hablar ella ya me había cortado.
Por lo general las llamadas telefónicas con mis padres eran así, si yo no llamaba a mamá no sabía nada de ella y con mi padre era mucho peor por lo que simplemente no lo llamaba. Caminé hasta la sala y me senté junto a las chicas, tratando de perderme en algún programa estúpido para evitar que el sentimiento de abandono que mis padres me entregaban se ahogara en lo mas profundo de mi.
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El despertador de la feefy sonaba desde su habitación con una de las nuevas canciones de Justin a todo volumen - maldición voy a matarla - pensé, mientras me sentaba en la cama y golpeaba su pared.
- apaga eso por los mil demonios!! - grite. Esperé a que lo hiciera, pero Justin seguía sonando y repitiendo la mis estrofa una y otra vez. Salí de mi cama y camine por el pasillo a su habitación, abrí la puerta y deje que esta se azotara contra la pared para luego ir directo al despertador que se encontraba justo en la repisa sobre su cabeza que coincidentemente daba con mi pared.
Agarré el despertador, decidida a golpearlo contra el suelo cuando la feefy levantó su cara de culo de las sábanas para tirarse arriba de mi tratando de quitar el estúpido despertador de mis manos. Nos fuimos al suelo y gatie hasta la puerta tratando de sacármela de encima, llegando al pasillo en donde se encontraba la Feña con cara adormilada en frente de la puerta del baño con una toalla en sus manos.
- dios, podrían calmarse recién es el primer día de clases - gimió mientras pasa las manos por su pelo tratando se domarlo.
- la feefy tiene la culpa - dije, mientras la fulminaba con la mirada - porque no apagas a Justin de una jodida vez - gruñi
- por que es lindo escucharlo - sonrío.
- para la próxima no me hago responsable de mis actos - volví a gruñir, mientras pasa por la Feña y abría la puerta del baño entrando en el. Gire sobre mis pies, coloque el seguro en la puerta y sin mas empecé a desvestirme para darme una muy merecida ducha .... Fue cuando empecé a sentir unos insistentes golpes en la puerta.
