NARRA KATHIA:
Lo observé, queriendo matarlo por el simple hecho de creer que tiene el derecho de agarrarme así. Puse mis manos en su pecho tratando de lograr algo de distancia entre nuestros cuerpos - lo que no era muy efectivo, ya que estábamos en una pista de baile - pero, lo único que logré fue que agarrara mis manos y me arrastra fuera de la misma.
- suéltame! - grité por sobre la música - que me sueltes, imbécil - volví a repetir, pero nada, ni siquiera se giro para verme - te voy a acusar de secuestro, tarado!! - nada ...... Bien tu lo pediste, pensé mientras preparaba mis pulmones para gritar - AYUDAAAA, POR FAVOR, AYÚDENME, ME ESTÁN SECUESTRANDO, AYUDAAAAA..!! - varias personas se nos quedaron mirando, haciéndose espacio al rededor nuestro - AYUDA, NO LO CONOZCO, NUNCA LO HE VISTO EN MI JODIDA VID....... ahaaahhhhh..!!
Genial, estúpidamente y fantásticamente genial, si antes pensé que el haber caído en los brazos de éste Neandertal era bueno ahora definitivamente estaba ofreciéndome voluntariamente para golpearme por haber creído eso. Y si antes nos miraban, ahora teníamos todo la atención del lugar por el simple hecho de que estoy sobre el hombro de este hombre.
- quieres bajarme? - gruñí, tratando de poder mirarlo a la cara.
- vas a callarte?
- no
- entonces, no para ti también.
- idiota - susurré, mientras aprovechaba de echar una mirada a su trasero, él cual no estaba nada de mal. Vamos la idea fue de el, al ponerme en su hombro, al menos tengo que aprovechar la vista que me da.
- te escuche.
- si, si, si.
- siempre eres así? - preguntó mientras cruzaba las puertas del local.
- así cómo? - pregunté en el momento en el que me dejaba en en suelo, frente a él.
- haber déjame ver: odiosa, gritona, melodramática, con una maldita respuesta para todo, quieres que siga? - dijo con una sonrisa burlona en su rostro y una ceja alzada.
- bueno - hable juntando mis manos, haciendo eco en la calle vacía - si ya has terminado de hablar de ti mismo, tengo que irme, un gusto - dije, mientras pasaba por su lado.
- o no, no lo creo - respondió, agarrando mí brazo - de aquí no te vas a mover, hasta que yo lo diga.
- quieres apostar? - lo desafíe.
- si gano te invito a cenar.
- y si yo gano, no te vuelves a acercar a mí.
- hecho - dijo mientras tendía su mano hacía mi.
- hecho - respondí, tomando su mano. Y antes de que pudiera soltar mi mano, yo ya estaba corriendo hacia las puertas del local; entonces miré hacía atrás y grité - ADIÓOOS..!! - disfrutando de la cara perpleja de este maldito y loco hombre.
Abrí las puertas del local, como si mi vida dependiese de ello y corrí a los baños sin siquiera importarme a cuantas personas me estaba llevando conmigo al chocarlas. Cuando estuve en la seguridad del baño, y confiada de que ningún maniático me iba a llevar contra mi voluntad, saqué mi celular para llamar a la Feña y justo cuando estaba colocándolo en mi oreja, las puerta se abrieron, dejandome ver a mis dos amigas con caras asustadas; guarde el teléfono en mi bolso y corrí hacía ellas.
- kathia, te hemos estado buscando - habló la feefy.
- donde has estado? - le siguió la Feña.
- ohh, ahora no importa, me alegro el haberlas encontrado - dije, mientras volvía a abrazarlas - ahora vamos a casa, donde podamos hablar más tranquilas y así poder sacarme estos malditos zapatos que están matándome.
Las tres estábamos sentadas en el suelo del living en forma de indios, mirandonos detenidamente, esperando a saber la reacción de las otras al haber escuchado lo que nos había pasado a cada una. Mierda, y yo que creí que había sido acosada, cuando en realidad las tres habíamos estábamos en la misma posición.
- definitivamente no a esa clase de hombres - dijo la feefy.
- estoy de acuerdo
- yo también - habló la Feña.
- nada de tatuajes - empecé diciendo
- ni de pircings -siguió la feefy
- y mucho menos unos malditos controladores - termino diciendo la Feña. Y sin pensarlo dos veces colocamos las manos al centro cerrando nuestro acuerdo.