Lograré hacer que cambies de opinión.

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NARRA KATHIA:

Me paseaba por la habitación, esperando a Kyle.

Matt me había advertido que haría algo esta noche, pero, nunca me imaginé que podía llegar a tanto. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el cierre de la puerta.

Kyle estaba apoyado en la muralla como si nada hubiese pasado, como si hace tres minutos no hubiese estado a punto de revolcarse con esa "cosa" delante de todo el mundo.

Gruñí.

Avance a paso decidido y me coloque justo enfrente de él. Dobló los brazos sobre su pecho tratando de mantener un poco de distancia entre nuestros cuerpos y lo sentí gruñir cuando coloque mi cara justo a centímetros de su rostro, roce mi nariz contra la suya y suspiré sobre sus labios.

Independiente de si el quería alejarme o no, su cuerpo reaccionaba a la cercanía mío.

Sonreí. Segura, al sentir que aún tenía una posibilidad de hacerlo reaccionar, de detener la locura que se dispersaba por su mente.

- es esto lo que quieres? - pregunté en apenas un susurro.

- quiero que te mantengas lo mas alejada de mí - gruñó.

- y que pasa si no hago lo que quieres? - pregunté otra vez, mientras alzaba una de mis cejas y mantenía mi expresión seria.

- es algo a lo que me he acostumbrado ésta última semana - dijo mientras movía levemente la cabeza hacia un lado - me asegurare de que no te topes en mi camino - sonrió, pero no llego a sus ojos.

Asentí.

Si el quería que esto quedara así, no me quedaba mas opción que provocarlo.

Me alejé de él y caminé hacía la puerta. Me detuve justo en frente, con una sonrisa radiante en mi rostro por que se me ocurriera la idea perfecta para lograr perturbarlo.

Bajé mis brazos hasta el borde de mi camiseta y la levante lentamente hasta sacarla por mi cabeza. A mi espalda sentí sus pasos en mi dirección, el calor que irradiaba su cuerpo me permitió saber que estaba a solo centímetros de mí.

- que crees que estás haciendo? - gruñó cerca de mi oído.

Me giré, mi rostro quedo al nivel de su clavícula. Restrocedí un paso para poder mirarlo, pero él rápidamente lo acortó acercándose incluso más que antes.

- que mierda crees que estas haciendo? - volvió a preguntar y a gruñir, ésta vez acompañado con rostro de advertencia.

Me encogí de hombros, quitándole importancia al hecho de que estaba en sostenes justo en frente de él.

- nada - sonreí - nada, que tenga que ver contigo.

Estaba a punto de decir algo, cuando rápidamente lo corte guiñando uno de mis ojos en su dirección, bese fugazmente su mejilla, abrí la puerta de la habitación y corrí escaleras abajo.

Corrí como si mi alma fuese perseguida por el mismo diablo y rece internamente para no matarme en el proceso.

Sentí los pasos de Kyle a mi espalda y agradecí que estuviese lo suficientemente entumecido por el alcohol, haciéndolo mas lento y posibilitando el éxito de mi escape.

Cuando llegaba al final de las escaleras, ya se podía apreciar el ruido y revuelco que había causado mi apariencia. Y con orgullo, me felicite mentalmente por ser tan creativa. Al menos si Kyle se enojaba por que me mirasen, estaría recibiendo alguna emoción de su parte, al fin y al cabo ese era mi único objetivo.

Traté de hacerme espacio a través de la gente, pero habían tantas personas que se me estaba haciendo realmente difícil. Elevé mi rostro, en busca de alguna señal de Kyle y por desgracia no tuve que mirar muy atrás ya que solo habían un par de personas entre nosotros.

Me gire, dispuesta a avanzar hasta llegar a la pequeña mesa de centro que había en el comedor. Pero fui agarrada fuertemente de mis caderas deteniéndome de golpe. Alarmada por pensar que fuese Kyle, me retorcí sobre su agarre tratando de escapar.

- tranquila muñeca, tu solo quédate quieta y yo me froto en ti - gruñó un desconocido a mi odio.

Me quede paralizada y en shock, mientras que el sujeto que me mantenía en sus brazos seguía tirando de mi cuerpo hacía él. Mis manos comenzaron a sudar cuando me volvió a la mente el problema que habíamos tenido el viernes con las chicas en el bar.

Intente soltarme mas fuerte y le di unos cuantos golpes al idiota detrás mío, pero comencé a desesperarme rápidamente al ver que no me soltaba. Y cuando las lagrimas comenzaban a salir, simplemente ya no sentí las manos del sujeto en mi cuerpo.

Me volví para ver que había pasado y me encontré directamente con la imagen de Kyle en el suelo, mientras lanzaba puños y gruñidos al que se suponía que me había mantenido agarrada.

Corrí.

Solo corrí.

Sin importa que pudiese pasar, sin medir en lo que realmente me estaba metiendo, lo único que quería era que Kyle no saliese lastimado y mucho menos que se dejase llevar por su otro "Yo"

Me Perteneces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora