NARRA FEEFY:
Por nada en el mundo me iba a quedar esperando a que se me acercara el fenómeno de pircing en la lengua. La Feña ya estaba discutiendo con su hombre y kathia estaba estática en su lugar mientras observaba como se marchaba el cavernícola mayor.
Sin siquiera dirigirle la mirada, pase por su lado haciéndome la loca - lo cual no fue tan difícil ya que ese papel encajaba perfectamente en lo que somos con las chicas - pero, ahí estaba de nuevo con agarrarme del brazo.
Suspiré pesadamente, mientras trataba de hacer tiempo al voltearme para inventar cualquier insulto que me alejara lo mas rápido de él.
- te gusta arrancar de mí? - pregunto.
- si, bueno, ya que te diste cuenta de que no quiero nada contigo porque no nos ahorramos todo esto y te largas - hable, mientas me soltaba de su agarre.
Lo miré fijamente, demostrando quien era la que ponía las reglas aquí, pero el muy idiota se largo a reír en mi cara, otra vez. Con la cara roja por el insulto, me marche hacía el baño de mujeres - al menos ahí no puede entrar - pensé.
Pase las puertas del baño y me encamine a los espejos que se encontraban justo en frente de las puertas. Había otra chica frente al espejo retocando su maquillaje cuando la puerto se abrió de golpe y para mi NO sorpresa el único troglodita que tiene problemas con mezclar los sexos en los baños públicos estaba justo detrás mío y antes de que pudiera hablar me corto, dirigiéndose a la chica, diciendo - serias tan amable, de darnos un poco de espacio por favor - a lo que ella solo se le quedo mirando como una boba mientras lo examinaba de pies a cabeza, provocando que gruñera en su dirección. Al fin y al cabo el idiota estaba ahí por mí, y como no vi ninguna acción del imbécil de ojos azules por mover lo antes posible a esa zorra. Yo misma agarre su codo y la saque del endemoniado baño quedándome a sola nuevamente con él y en donde originalmente partió todo con Matt.
EL KARMA ES UNA PERRA - pensé mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho y alzaba una ceja en su dirección pidiendo alguna excusa barata por el hecho de seguirme - aunque si fuese honesta, sabía en el fondo de mí que me encantaba la idea de que me haya seguido - sonreí para mi misma, pero, eso duro muy poco al darme cuenta de que Matt se acercaba como si estuviese a punto de casar a su presa. Me acorraló contra la puerta del baño, OTRA VEZ, colocando una de sus manos en mi cintura y la otra en el costado de mi mejilla.
Al momento en que sus dedos bajaron lentamente por mi mentón llegando directo a mi cuello, mi respiración se salió de control provocando que el se diera cuenta y como respuesta a eso se asomó la sonrisa mas tonta que puede haber en el rostro de un ser humano.
Colocó ambas manos a los lados de mi cabeza y posicionó una de sus piernas entre las mías - Dios y yo no estaba haciendo malditamente nada al respecto - pensé. Pero duro muy poco mi razonamiento, ya que al momento en el que cedi completamente mis piernas, bajó una de sus manos hasta mi muslo y su cabeza a mi oído
- por que no estas haciendo algo por detenerme? - preguntó a la vez que apretaba su agarre en mi cintura.
- porque simplemente no quiero
- te gusta que te siga y que te toque? - volvió a preguntar mientras con el pircing de su lengua tocaba el lóbulo de mi oreja.
- la verdad es que no - respondí en el momento en que se me escapaba un gemido.
- a no? - dijo, cuando sacó su cabeza de mi cuello a la vez que carcajeaba con su cabeza así atrás.
- definitivamente no - respondí, mientras se formaba una sonrisa en mis labios, a lo que el frunció el ceño.
- Dios, eres tan malditamente complicada.
- es lo que soy - dije, a la vez que me encogía de hombros.
- es lo que me llama la atención de ti - termino diciendo como si nada.
Eso definitivamente no me lo esperaba, como podía ser tan abierto acerca de lo que sentían hacia otra persona. No nos conocemos y solo nos hemos visto dos veces, aunque tengo la leve sensación de que seguiré topándome con él innumerable veces más. Lo que si seguíamos a este paso solo proyectaba un camino de destrucción, yo no estoy echa para las relaciones, maldición, solo busco cosas simples que favorezcan y beneficien ambos lados en lo que sea que forme con la otra persona.
Levante mi mirada para encontrarme con unos azules ojos que estudiaban cada movimiento que hacía. Fue en ese momento en el que entre en pánico, lo empuje con todas mis fuerzas tratando de lograr la mayor distancia posible entre nuestro cuerpos. Observé como aumentaba su ceño fruncido y esta vez sin darle tiempo de hablar primero, me gire y salí del baño como si el mismo diablo viniese detrás. Sin siquiera girar mi cabeza en la dirección en la que se escuchaban unos fuertes pazos, salí del restaurante y me eché a correr, sin darle la oportunidad de hablar o venir tras mio esta vez. No estaba dispuesta a formar parte de una relación y cuando mire hacía esos hermosos ojos azules lo único que se podía ver era que estaba en busca de algo serio, algo para lo que no estaba preparada y en lo que no pensaba darle el sentimiento de la duda.
