Capítulo 4

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Narra Pablo

Dejo encima de la mesa de la sala en que me encuentro ahora, el móvil, hace nada he llamado a Natalia y ahora me arrepiento de haberlo hecho. Por algo me habrá dejado su número de teléfono, pienso en cada segundo que pasa mientras la espero. Rafa tiene que estar ya trayéndola aquí sin que nadie se de cuenta y sospeche.

Me sorprende el sonido de la puerta, al girarme lo primero que veo son sus ojos castaños, luego su gran sonrisa y después su cuerpo, lleva puesto una camiseta donde puedo ver una cicatriz en su brazo izquierdo que antes no me había dado cuenta de su existencia, y unos shorts donde puede presumir sus largas y finas piernas. 

El cosquilleo inunda dentro de mi cuerpo, quien toma la iniciativa es ella-¡Cuánto tiempo!-bromea, para mi ha sido una eternidad, la he echado de menos todo este tiempo, aunque solo hayan sido unas horas.

-Te he llamado porque quería ¿Verte?-debo reconocer que cuando estoy nervioso suelo decir muchas estupideces-Bueno en realidad era porque quería saber más de tí-retira un poco los regalos de las fans y se sienta en la mesa.

Coge una camiseta que me ha regalado una fan-Es muy bonita -y sonríe, sigue evitando mi mirada-¿Qué quieres saber de mí?-y sin evitarlo mis ojos se fijan más en la cicatriz que decora su brazo.

-¿Esa cicatriz?-se lo acaricia y sus ojos alegres pierden el brillo que tenían antes-No quería importunarte-y temo que la haya hecho daño, no era mi intención.

-Mi ex novio era el típico chulo y eso lo mató. Y casi se lleva conmigo por delante pero no lo consiguió-una lágrima recorre por su mejilla derecha y me acerco a ella a abrazarla, a acariciar su pelo, su suave pelo donde mi mano se pierde por él-No vivas del recuerdo amor-y después de decirlo suelta una pequeña carcajada-Gracias Pablo-y al separarnos un poco, nuestros ojos se encuentra como si quisiéramos ver que ocultamos el uno del otro, nos volvemos vulnerables por un momento y sus labios se acercan a los míos, no me separo, me dejo llevar y saboreo sus labios con sabor a canela.

-No quiero ir rápido-le susurro en su oreja, en realidad si quiero pero este juego nunca acaba bien, quiero algo serio con ella o sin ella aunque por dentro, mi ser me dice que es la indicada.

Se separa de mi avergonzada por lo que acaba de hacer-Lo siento- y antes de que se marche por la puerta de donde vino, agarro su brazo atrayéndola a mi y dándole otro beso.

-Nunca te arrepientas de lo que hagas-y vuelve a sonreirme con el mismo brillo de sus ojos-¿Nos vemos luego?-y asiente dejándola marchar.

No quiero verme soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora