Capítulo 12

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Narra Raquel
Me remuevo entre mis sábanas intentando que la luz que entra por las rendijas de la ventana no me de en la cara.
Resoplo, no tengo más remedio que levantarme, abro el armario y lo primero que veo es una camiseta larga y vieja. Perfecta para tapar mi ropa interior y enseñar mis piernas pero... Pero que pretendo, Pablo ya está con Natalia, no quiero hacer lo que ella me hizo. ¿Y los piropos de ayer? Me pregunta una parte de mi, debo pensar que se lo dice a todas y lo haría para tranquilizarme, vuelvo a resoplar. ¿Por qué no? A sí sabré si se fija en mi. Y quien no se fijaría... No debería creermelo tanto.
Al final decido por ponermela junto a unas zapatillas viejas, me recojo el pelo en un moño y lista, sexy pero a la vez humilde. Paso por el pasillo y por la rendija de la habitación observo a Pablo dormir, es tan mono... Muevo varias veces la cabeza para volver a la realidad ¡Pero que tonta estás esta mañana! Grito dentro de mí. Abro la puerta con delicadeza, camino de puntillas y abro las cortinas de la ventana, subo las persianas y abro la ventana. Pablo se queja y se tapa la cabeza con la sábana para que el Sol no le moleste.
-¡Despierta dormilón!-resopla como he hecho yo antes, abre un poco los ojos y después frota sus ojos con la manos para observarme mejor-¿Qué te preparo?-digo cariñosamente y con una sonrisa de oreja a oreja, se ha fijado en mi o eso creo.
-Buenos días-comenta levantándose de la cama-Yo debería irme, no quiero molestar.
-No molestas, quedate un rato más, por favor-él rie y al final asiente.
-Pero el desayuno lo preparo yo-entra a la cocina y abre las puertas buscando algo-¿No hay Cola Cao?
-Soy más de Nesckuik.
-Empezamos mal mi niña-sonrojo ¿acabo de oir lo que he oido?-¿Esto?-señala un bote, asiento y prepara la leche.
Mientras, yo preparo los sandwiches untándolos de Nutella, al acercarse a mi noto sus grandes ojeras, no se cuando habrá podido conciliar el sueño al final pero parece que no ha dormido mucho.

Narra Pablo
Una hora después
Me despido de ella dándole dos besos, ha sido un buen momento, he podido desconectar un poco del trabajo y de Natalia. Me siento culpable de que me fijé en Raquel pero no se que pretendía con esa camiseta, estaba tan sexy... Estoy tan aturdido, ya no se que siento por cada una, tal vez con Natalia fui muy rápido, tal vez ella no sea mi próxima mujer pero nadie sabe si tampoco lo es Raquel. Al salir a la calle me encuentro un charco reflejandome en ella pero ese reflejo se convierte en una figura femenina, en la figura de Raquel...
-¡Deja de jugar conmigo!-grito aturdido, al darme la vuelta veo el rostro de Raquel asustada por lo que acabo de decir-Perdona... He tenido un flash back de esos-miento, ella sonríe más tranquila.
-Se te ha olvidado las gafas de Sol-me las pongo agradeciéndoselo-¿Nos vemos luego?
-Vale mi niña-la vuelvo abrazar.
-Vale.
Me separo de ella y cada vez su figura se hace más pequeña hasta desaparecer por completo entre la gente. Lo reconozco, me gusta, me gusta muchísimo.

No quiero verme soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora