Narra Raquel
Llamo ala timbre de la puerta, cierro las manos e inspiro y suspiro varias veces hasta que Pablo abre la puerta, no se esperaba mi presencia, ambos estamos serios y ambos sabemos de que vamos hablar.
-¿Cómo has sabido mi dirección?
-Natalia me la dió ¿y tu familia?
-Volvieron a Málaga.
-Ah ¿y por qué sigues en Madrid?-eso le hace pensar, evita mi mirada, tengo ganas de llorar pero delante de él no lo haré.
-Pasa-y paso, no creo que en la calle sea buena idea discutir, imagínate lo que el corazón ganaría de dinero con la exclusiva de sus amores, hasta conseguirían más que él en esta gira-¿Quieres café?
-Quiero que me contestes-crujo los huesos de mis manos y eso le crea escalofríos.
-¿Ahora eres periodista? ¿Es esa tu carrera?-se sienta a mi lado en su sofá.
-No quiero convertirme en tu novia-muerdo el labio inferior para evitar mis lágrimas, por dentro me estoy ahogando y temo que se de cuenta de que podría entrar en un ataque de ansiedad.
Sus manos tocan las mías volviendo las cosquillas por dentro y tranquilizándome, nuestros ojos se encuentran por primera vez en toda la mañana, los tiene cristalinos, un poco más y rompe a llorar ¿Por qué nos hacemos esto Pablo? Intento decir con mi mirada y como si lo hubiese entendido me contesta con varias lágrimas cayendo de su mejilla, no me hagas esto... No puedo verte llorar digo por dentro.
-Tengo hechos para que me llames capullo-comenta entre lágrimas-De que estés enfadada conmigo, no me merezco a una persona como tú, eres tan perfecta para mí-reiría con su última frase, que él este diciendo eso cuando miles de personas lo consideran perfecto.
-No puedo decirte capullo, nunca lo haría.
-¿Por qué?
-Porque te quiero ¿¡No te das cuenta!? Te quiero a tal extremo que hasta si me haces daño yo no te lo haría-cierra sus ojos, echa la cabeza para atrás y suspira.
-Lo siento mucho-y esas palabras es lo que quería oir-Pero yo quiero a Natalia-dice su nombre entre sílabas como si no estuviese seguro.
-¿Y el beso de ayer? ¿Qué significo el beso de ayer?
-Significo el comienzo de mi tormento.
-Lo mejor será salir de tu vida y así no te atormento-me levanto del sillón y me dirijo a la puerta-Mañana vuelvo a Albacete-la abro y antes de cerrarla digo-Un placer haberte conocido, su mirada en el suelo será mi última inagen de él hasta dentro de unos meses.
Apoyo mi oreja en la puerta, escucho su respiración detrás de ella y después su llanto, nunca lo había escuchado llorar de pena y eso me rompe el alma.
