En el castillo de Hades se encontraba todo muy complicado, ya que su diosa habÃÂa sido atacada a traición por unos de sus soldados y lo peor de todo no se pudo atrapar al traidor pero la diosa Hikari se iba a encargar de matarlo lenta y dolorosamente y la diosa Chiharu se iba a encargar de que no descanse.
Por otra parte en el santuario se encontraban todos preparando el ataque. En la sala del patriarca se encontraban los pocos caballeros dorados que quedaron algunos de plata y uno que otro de bronce.
Seiya: debemos atacar en un momento en que sus fuerzas se debiliten.
Ikki: podrÃÂamos organizar un ataque sorpresa.
Kendo: para hacer eso tendrÃÂamos que mandar a un equipo fuerte, que debilite gran parte de la protección de ese castillo.
Seiya: no podemos correr el riesgo de perder más caballeros dorados...asàque irán todos, incluyendo a Ikki, Hyoga, Shun y Shiryu.
Kendo: pero señor patriarca, con esa estrategia podemos llegar a perder a todos los caballeros dorados.
Seiya: confió en la fuerza de los caballeros dorados.
Kendo: nunca debe confiarse de nada.
Seiya: estas cuestionando mi decisión?
Kendo: no...señor patriarca.
Seiya: muy bien que no se hable más, preparen todo, en dos horas salen.
Todos los caballeros dorados se fueron incluyendo a los antiguos que ya habÃÂan heredado sus armaduras a las nuevas generaciones.
La gran mayorÃÂa de los caballeros dorados decidió entrenar pero en algunas casas habÃÂa caballeros que decidieron descansar y uno solo se puso a meditar.
~en la casa de capricornio~
Kendo se encontraba meditando cuando le agarro un poco de hambre y decidió hacerse algo de comer, algo en lo que él era bueno, miro a dentro de la heladera y vio unas zanahorias unas milanesas y una caja de pizza. Él querÃÂa comer algo saludable asàque fue al Rodario a comprar algunas cosas.
Iba bajando por las casa hasta que llego a la casa de su mejor amiga, la amazonas de cáncer, empezó a recorrer la casa ya muy dejada de lado, ya habÃÂa pasado dos semanas desde que Erika, Celeste y Romans abandonaron el santuario, y eso se notaba mucho ya que faltaban las peleas que tenÃÂan los tres entre si y las cosas que hacÃÂan que le sacaban una sonrisa a cualquiera.
Kendo entro a la pieza de Erika, se encontraba toda oscura, el abrió la cortina dejando entrar un poco de luz del dÃÂa, provocando un leve reflejo en una caja de se encontraba debajo de un mueble, la curiosidad lo invadió y decidió ver el contenido de esa caja.
El abrió la caja y habÃÂa fotos de cuando ella era chica, o cuando estaba con su familia, algunas que otras fotos del colegio, a Kendo le dio gracia en la que ella llevaba dos colitas una foto en la que al parecer estaba en primaria, siguió revisando y encontró una daga dorada, la agarro y sintió un horrible escalofrió recorrer su cuerpo por lo cual la dejo caer en la caja, cerro la caja y siguió su camino.
...
Kendo ya estaba en su casa, a todo esto habÃÂa pasado una hora, con las bolsas con la comida que se iba a preparar, empezó a cortar los vegetales cuando sin querer se corta un poco el dedo, no le dio importancia y siguió, después de que termino con los vegetales siguió con la carne, corto la carne y de un momento a otro no se dio cuenta y se hizo un tajo en su brazo, el cual sangraba mucho, el no sintió en dolor de la herida y siguió, después de un rato llega Lorraine a su casa.