Nieve y Sangre

Cap 12: La despedida de virgo

Como el día anterior yuuki despertaba, pero había algo diferente ya que sentía un bulto el cual se encontraba a lado de ella, fue allí donde la joven recordó el haber adoptado aquel cachorro. Era una suerte que este ya poseía la edad de comer comida y no amamantarse de leche materna ya que ese sería un gran problema para la joven, además degel no tuvo de otra más que aceptar que el cachorro se quedara con la condición de que al llegar a una edad determinada debía volver a la naturaleza.

Después de su despertar y de arreglarse para ir a entrenar, al no haber entrenado ayer degel le daría entrenamiento para así reponer la tarde perdida en el día anterior. Ese día su maestro le mostraría una de las técnicas más poderosas, pero a la vez más peligrosa ya que aquel hielo jamás se destruiría.

Entreno toda la mañana hasta que logro controlar tal técnica, Kardia el cual se hizo presente en el entrenamiento para molestarles. Lo que no esperaba era que el caballero de escorpio se pasara en las incitaciones haciéndole enfurecer por lo cual casi termino el nuevamente congelado, desde ahora el caballero de escorpión estaba vetado de los entrenamientos de ambos portantes del cosmo de hielo si es que quería seguir aún con vida.

Ya terminado aquella etapa de las técnicas al ser esta la última que pasaría a la joven en caso de que sea la protectora de aquel templo. Como no había nada que hacer ella paso lo que quedaba de las horas de la mañana para ver como el sol ilumina el santuario de forma majestuosa, pero a lo lejos se notaba el color rojo en el aire, lo cual indicaba que la defensa del caballero de piscis funcionaba.

Eso ahuyentaría a los espectros o les mantendría alejados por un tiempo al ser tal lugar un jardín lleno de rosas las cuales solo albafica al ser del portador de la sangre de piscis soporta y le permita vivir entre estas. Estaba absorta en su mente cuando noto la presencia de alguien saliendo del templo de acuario, este era el caballero de virgo el cual parece que fue a ver a athena.

El me observo por unos segundo a la vez que se detenga en su andar. – Te sorprendes el verme afuera verdad, como todo el mundo. – Entendió sus palabras haciendo que esta se relajara un poco. - Ahora tengo una misión en jamir y tú has de saber la razón. – Yuuki se puso de pie y trato de convencerle para acompañarle, él se negó con las palabras que la mayor parte le decía para evitar que saliera del santuario. -Yuuki eres especial para el santuario así que por ella es aquella protección. –

Solo soltó un suspiro ante aquello. – Porque me protegen demasiado. -Fueron sus palabras, pero el caballero hizo un acto el cual sorprendió a la joven. – Pero que. –

El caballero de virgo acaricio su cabeza e incluso le dio un abrazo. - A pesar de que los demás caballeros dudaban de mi por mis creencias tú te acercaste, no te importo lo que decían los demás sobre mis acciones, pero tu curiosidad me llenaba de aquel sentimiento la cual me hizo sentir cálido y eso es lo que causas en las personas. – Se separo de ella para así tocar la máscara de ella. - Me permitirías sentir tu rostro. - Ella lo pensó, pero aun así se negaba ya que las reglas lo impedían. -Que aquel hombre que vea tu rostro debes matarlo o amarlo, pero yo no veo el problema ya que no puedo verlo. -

No tuvo de otra más que aceptar sus palabras, -Esta bien, pero será un secreto. – Con aquellas palabras le dio la aceptación de hacer aquello.

Asmita tenía razón ya que él no podía ver el rostro de ella así que se quitó la máscara, pero no sin antes cerciorara de que nadie se encontraba por allí. - Eres hermosa lástima que no pueda ver el color de tus ojos. – Después de tomar su rostro alejo su mano para que ella tomara su máscara. - Sabes me hubiera gustado que tu hubieras sido mi aprendiz, eres perfecta, pero te hace falta más meditación para encontrar. – Con aquellas últimas palabras se dedicó a bajar las escaleras dando a la joven una sensación de que nunca volverá a verle.

El cosmos de asmita desapareció de las cercanías del santuario lo cual indico su viaje a aquellos lares del Tíbet donde ayudaría a sus amigos que aún se encuentran en el inframundo. Su pensamiento se perturbo al momento de sentir un cosmos amenazante en la lejanía por lo cual no dudo en ir a por su armadura y portarla, el bajar de las casas era lento a su parecer, pero no podía ir más rápido e incluso al momento de cruzar los templos más aquella niebla roja perteneciente a albafica se tornaba de color morada. Ella uso un atajo la cual descubrió hace años para así llegar lo más rápido a aquella zona desconociendo lo que en ese momento ocurría con el caballero de piscis esperando llegar a tiempo a aquella batalla que se suscitaba.

En el campo que una vez estuvo lleno de hermosas y letales rosas de un carmesí intenso ahora solo quedaba el color rojo, pero estas no pertenecían a los pétalos de aquellas flores si no a la sangre la cual empapaba la capa junto con la piel de un caballero de oro el que paso a lado de uno de los tres jueces del infierno dando así por ganada su batalla contra uno de los más hermosos y letales santos de la diosa athena. Burlándose de aquella fácil victoria para así tomar rumbo a uno de los pueblos cercanos al santuario en busca de nuevas marionetas con las cuales divertirse antes de ir a las doce casas en busca de los demás caballeros de oro.