Debajo del castillo de hades el ejercito de athena se encontraba listo para atacar, pero el caballero de sagitario dio la orden de esperar ya que dentro de este la barrera solo les debilitaria y con ello la pelea se daría en desventaja. Así que solo debían esperar el momento para atacar, después de todo hakurei se había adelantado para así cumplir con la misión que se le había encomendado desde la guerra santa pasada.
En las ruinas del pueblo dos caballeros se encontraban inspeccionando el lugar o mejor dicho kardia estaba por querer ir a atacar de inmediato, pero degel le comento que ya alguien se había adelantado. Aquello se comprobó cuando una estela de humo junto con una explosión se dio a las puertas del castillo de hades.
Pero degel en lugar de sentirse aliviado solo veía aquel lugar mientras pensaba en su alumna, se pudo percibir un poco de su cosmos, pero este desapareció tan pronto como se dio. Después de un día era algo que daba esperanza, pero también peligraba la vida de esta.
Por otro lado, regulus miraba aquel castillo convencido de que yuuki estaba allí a salvo, su corazón le dictaba aquello y esperaba la orden de su tío para entrar. Sabía que dokho y shion se encontraban allí, pero a diferencia de ellos este no podía irse, su tío se acerco a el como su leyera su mente ya que tomo su hombro vitando que diera un paso inconscientemente.
— Estas preocupado por yuuki verdad. — Fueron las palabras de su tío al verle en ese estado, el joven asintió mientras su tío le sonreía tratando de darle paz. Asintió mientras que este solo suspiro y continuaba con aquello. — No te preocupes, ella estará bien. —
— Lo sé y algo en mi corazón me dice que es cierto, pero aun así mi razón dice que ella esta en peligro, muchos caballeros han muerto en esta pelea. --- Puso su mano en su pecho a la vez que cerraba los ojos para tratar de sentir el cosmos de la joven.
El caballero de sagitario noto aquella expresión e hizo un comentario el cual ya sabía que pasaba, pero era mejor escucharlo del joven. — La amas regulus. — Este al verse descubierto en sus sentimientos. — Se sinceró, la quieres verdad. —
El joven comenzó a tartamudear tratando de dar una respuesta convincente a su tío. — Ella es una compañera de batalla fuerte y la admiro. — Sísifo rio ante aquel comentario, tal parecía que aquello era una charla entre padre e hijo. — La verdad ya dimos el siguiente paso, ella y yo nos confesamos nuestros sentimientos además de que concretamos nuestra relación antes de que se fuera del santuario. — El escuchar que habían hecho tal cosa fue una sorpresa para Sísifo, ni siquiera habían tenido "Esa" charla. Tal vez uno de sus compañeros le había mal aconsejado o algo por el estilo, su rostro era una total confusión que regulus no entendía el porqué de la expresión de este. — No entiendo tío, porque pones esa cara si tan solo ella me mostro su rostro y me dijo que me amaría. —
Eso dio un alivio en sisifo el cual no fue algo tan malo, pero regulus no entendía su punto. — Cuando madures lo entenderás. — Fue la respuesta de este ante la insistente mirada del chico
—Tío ya tengo la suficiente edad. — Regulus no entendía las razones este, pero ahora no había tiempo que perder. En la mente del chico solo recordaba que debían esperar el momento adecuado donde la ultima barrera sea destruida y así atacar a aquel dios maligno.
La pelea en el castillo comenzó cuando el maestro hakurei se internó en aquella montaña mientras en el camino se enfrentó a diferentes espectros de bajo nivel, estos eran mayoría, pero débiles de fuerza. Para el solo era una especie de entrenamiento ante su edad, nada podría evitar esa fuerza que poseía en ese momento al recordar aquellos momentos de su juventud donde peleo en la antigua guerra santa junto a su hermano.
A su parecer los esos guardianes del hades se habían vuelto débiles con el pasar de los años, eso le permitió entrar al castillo y cruzar la puerta en donde se sentía una atmosfera pesada. Eso daba a su parecer que allí se encontraba el centro de la barrera a lo cual no estaba equivocado pues en esa habitación vacía se encontraba una estrella de seis picos, esta era el símbolo de los dioses gemelos los cuales ya solo quedaba uno y este era el dios del sueño.
— Alzando la espada que fue heredada en la guerra santa pasada a el y era la única con el poder suficiente para romper la barrera que rodeaba el castillo. — Así que eres tu quien se ha infiltrado en el castillo. — Se escucho una voz la cual perturbo momentáneamente al hermano del patriarca, este logro reconocer a quien pertenecía tal tono.
Nada menos que al dios del sueño hypnos y el ultimo dios que debía ser derrotado antes de llegar al dios del inframundo, este miraba impresionado ya que aquel joven en el pasado trato de enfrentárseles, pero fueron salvados por la antigua athena.
Aquella determinación de vivir le daba al dios algo de curiosidad sobre los humanos. — Tu tenacidad es admirable y quiero presentarte mis respetos. — Después de todo el que un dios le dirija la palabra a un humano era de suma admiración para una persona en la antigüedad, pero ahora aquella deidad era su enemiga por lo cual a hakurei no le importo y solo quería terminar su misión. Otra cosa que a hypnos le agradaba era ver el actuar de estos en la vida pues a pesar de ser creados a semejanza de los dioses estos poseían imperfecciones al igual que virtudes o puede ser más maldad que la bondad la cual era lo que la mayor parte representaba a estos seres.
Invocando a dos personas las cuales eran cercanas a hakurei para demostrar su punto, a los ojos de aquel hombre el cual vio que yuzuriha junto con shion caían inconscientes del techo de aquella habitación y para evitarles daños les atrapado antes de que sus cuerpos chocaran de lleno al piso evitando daños más grandes.
Hakurei estaba listo para luchar ya que estaba solo pero ahora sus aprendices se encontraban con él y gracias a ellos aquel temor de haber vuelto al pasado le inundo, pues temía no poder protegerles al igual que sus compañeros en el pasado.
En eso ambos jóvenes se despertaron y el anciano les reprendió ya que les habían desobedecido para así subir al castillo de hades. Shion estaba molesto ya que su maestro se había ido sin siquiera darle la opción de preguntarle si le dejaba pelear y morir a su lado, aquello pareció conmover un poco a hypnos ante las intenciones de los caballeros de morir lo cual estaba dispuesto a cumplir aquella petición.
Pero entonces hakurei solo se disculpó con ellos para así demostrarles que el no dejaría morir a sus alumnos y que ellos debían vivir para cuidar a la próxima generación. Que estos no debían desperdiciar su vida en una muestra de poder ya que solo acelerarían su muerte en vano, el anciano aumento su cosmos de forma impresionante para así invocar almas de los santos de la guerra de hace doscientos años.
Con una sonrisa el antiguo caballero de altar unió todas las almas las cuales eran en total doscientas almas las cuales superaban a las de los ochenta y ocho caballeros, humanos que habían peleado aun siendo aún soldados rasos valientes que se arriesgaron aun sin ser caballeros pero que aún sus almas vivieron dentro de hakurei las cuales se usaran para derrotar al dios del sueño vengándoles y así darles la paz que necesitaban.
Pero aquello no era suficiente e Hipnos lograba contener aquel ataque hasta que hakurei dio su alma para unirse, la fuerza de aquellos doscientos uno caballeros logro superar al fin a un dios. Este vio la tenacidad y sabia que la superaría pero decidio no hacerlo para dejarles creer en su fuerza pues lo que ocurriría después era evidente a sus ojos, había visto aquella parte que le fascinaba de los mortales causando su inminente sellado en aquella caja junto a su hermano thanatos.
Solo un arrepentimiento inundo el alma del dios pues quería ver a aquella joven cuyo aspecto era idéntico a eloide, que al menos le llamara como alguna vez fue en la era mitológica. Pero aquello no sucedería y solo podría imaginar aquello o recordar aquellos momentos los cuales no se repetirían gracias al destino cambiante de los humanos.
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Nieve y Sangre
FanfictionYuuki una niña que lo perdio todo cuando era pequeña, su vida ha sido dificil pero todo cambiara cuando un caballero dorado que controla el frio y otro el cual en su corazon lleva un ardiente, la lleven al santuario para convertirse en un santo de...