Nieve y Sangre

Cap 14: Confesión.

Esa noche en el último templo de las casas zodiacales, allí se velaba el cuerpo del caballero de piscis en una de las habitaciones del templo ya que algunos querían mantener distancia por el veneno del cuerpo de este. Todos demostraron su respeto y pronto los restos de este se enterrarían cerca del jardín de rosas, lastimosamente no podía ser a lado de la tumba de su maestro ya que este se encontraba en medio del jardín de las rosas venenosas.

Después de aquellos ritos fúnebres se retiraron los caballeros con excepción de yuuki la cual se encontraba mirando desde tal distancia el cuerpo de albafica el cual se encontraba tapado por completo con una sábana blanca. Kardia quería llevarle al templo, pero fue entonces que degel no se lo permitió, ella necesitaba aprender que en las guerras hay bajas y en cualquier momento podrían morir alguno de ellos.

Kardia termino aceptando, degel estaba en lo cierto y si le ayudaban solo le harían fácil aquella etapa por lo cual le dejaron sola. Pero no esperaban que un chico se había ocultado a la espera que todos los caballeros de oro se retiraran para hablar con yuuki, regulus al ver el templo solo se decidió a salir de entre los pilares para así encontrarse con yuuki.

Se acerco a la joven para sentarse a su lado. - Escuche que murió frente a tus ojos. – Fueron sus palabras al momento, ella no le respondió quedando en silencio. -No es fácil aceptar la muerte de alguien a nuestros ojos. – Nuevamente nada, tal parecía que el chico estaba solo.

Estuvo a punto de irse cuando sintió la mano de esta tomar la suya. – Nuevamente no hice nada. – Fueron las palabras de ella al momento de que este volteara a verla. – No pude hacer nada. –

Regulus no entendía las palabras de ella. – Mi padre igual murió frente a mis ojos, pero en vez de ayudar solo hui como una cobarde, solo era una niña que apenas sabia del mundo, pero debí volver y haber muerto con la única familia que tenía. - Este no dudo en abrazar a la joven.

Ella se sorprendió por aquello ya que fue inesperado por parte de regulus. -No digas eso, si no hubieras escapado no te hubiera conocido, eres la única persona a la que quero proteger además de la señorita athena ya que cada vez que te veo me llenas de felicidad y no puedo pensar en un mundo donde no estés tu. – Aquello fue una confesión por parte del castaño.

Yuuki no sabia que reaccionar a lo cual dejo escapar un llanto dejando que el caballero de leo le consolara en aquel momento de debilidad. Una brisa se sintió en aquel templo la cual llamo la atención de ambos jóvenes, junto con aquel sutil viento llevo algunos pétalos de rosas como si albafica demostrara ahí se encontraba. No en cuerpo, pero su en espíritu dándoles los ánimos para seguir adelante.

Los minutos pasaron hasta el momento que ambos salieron del templo de piscis, pero pasando aquellos pilares de la entrada regulus se adelantó, pero ella se detuvo quedando detrás de este. – Regulus, entendí tus palabras y esta es mi respuesta. – El joven al darse la vuelta su rostro cambio a uno de sorpresa. - He decidido amarte. – Yuuki se había quitado la máscara mostrando así su rostro el cual era pálido junto con unos ojos azules y un rostro hermoso al parecer del joven era demasiado hermoso para ser real.

Este no sabia que decir ya que movía la boca, pero ningún sonido salía de este. – Emm. yo. tu eres linda, hermosa. – Eso causo una risa en la joven así que tomo la iniciativa dando un beso en los labios a esto causando que quedara en silencio. Después de aquella noche pasaron de amigos a novios, cada uno regreso a su templo ya que al ser de noche la mayor parte ya se encontraba durmiendo.

En el día siguiente todo paso normal para los jóvenes los cuales al verse solo soltaban una sutil risa, esa mañana su maestro y Kardia les toco vigilar una aldea cercana al santuario al haber espectros alrededor ya que la barrera de athena se debilitaba dando paso a estos. Gracias aquello ella paso tiempo con regulus y al estar solos los dos ella logro estar sin su mascara ya que fue su decisión amarle al mostrarle su rostro.

Cuando llego la tarde yuuki deicidio ir a los campos de entrenamiento antes de tomar su guardia en las cercanías de estos, portando aquella mascara blanca con decorados de piedras y su armadura blanca la cual brillaba. En su andar se encontró con los alumnos de rasgado o como todos en el santuario le conocían ahora; el caballero de oro Aldebarán de tauro. Estos eran saro el menor, teneo el mayor y serinsa la del medio, el solo verlos le alegraba ya que la forma que se comportaban le recordaba a su infancia a aquel pueblo que nunca supo el nombre de este, pero vivo con sus amigos casi hermanos. – Kagaho y sui como se encontrarán ahora. – Murmuro aquella frase y al poco tiempo aquellos tres jóvenes se dieron cuenta de su presencia a lo cual se acercaron a saludarla, teneo le pidió que entrenaran juntos, pero ella se negó al tener deberes que hacer en ese momento lo cual les decepciono un poco.

Se despidió de estos para así continuar su camino a la zona desprotegida por los guardias o soldados rasos como algunos otros le decían ya que estos no poseían constelación protectora a diferencia de los caballeros junto con que no habían despertado el cosmos.

En su rutina de vigilar no se encontró con enemigo alguno, tal parecía que uno de los caballeros de oro se había topado con ellos al lado contario de su ubicación. El cosmo que lograba sentirse era el de Aldebarán de tauro el cual luchaba ferozmente contra quien fuera su oponente. Ya pasado el tiempo se logró vislumbrar una estela de luz o mejor dicho de un cosmos el cual marcaba la huida de un espectro en su dirección por lo cual ella no lo dudo y se dirigió a donde aterrizaría el espectro para llevarle al campo de fuerza de athena para que no reviviera.

Al ver que este aterrizo estrepitosamente aumento el paso hasta verle en aquel cráter que se formó al momento de caer, esta se acerco al notar el poco movimiento del cuerpo, pero a escasos centímetros este trato de sujetarle fallando en el acto. -Si te resistes será peor para ti. – Fueron sus palabras para así acercarse ganándose una mirada de odia de la persona contraria, la cual sorprendió a yuuki al ver el rostro de este llenándole de recuerdos de su hermano mayor el cual daba lejos de la guerra santa.

Mientras tanto el espectro de bennu se encontraba frustrado por la batalla contra el caballero de tauro, pero lo que más le inquietaba era el recuerdo de aquel niño el cual al escucharle hablar le recordó a sui el cual ya no estaba en ese mundo al igual que aquella niña la cual considero como su hermana menor. El notar la presencia cercana a un caballero le hizo estar alerta y atacarle, pero el fallar solo le hizo enfurecer mas al notar en las malas condiciones en las que se encontraba este, tal vez ese era el día para recordar a los muertos ya que en su débil estado noto el color de una cabellera blanca con sutiles tonos plateados. Solo conocía una persona la cual llevaría aquel extraño color de cabellos hasta llegar al rostro que era cubierto por una mascara dando entender que se trataba de un caballero femenino de athena,

No contaba con aquellas heridas así que no tuvo de otra que dejarle ir. – Tendré compasión contigo y te permitiré alejarte con vida. – Lo que no espero era que una pequeña bolsa era arrojada frente a el.

Yuuki noto la debilidad de este, pero no lo suficiente como para morir además aquel rostro lo reconoció, pero no era tiempo de hacer conjeturas si era en realidad el o una persona que se le pareciera. - Es un ungüento el cual te ayudara a cicatrizar las heridas límpiala, ponte eso y véndalas para que no se infecte. – Ella se retiro dejando al espectro solo mientras miraba aquella pequeña bolsa.

Bennu tomo aquello y como dijo la joven adentro poseía una pequeña concha con aquella pomada la cual olía fatal pero ese aroma pertenecía a una de las que hacia su hermanita para curarle. – ¿Quien eres? –

Ella se detuvo en su andar para observar. - Yo soy el caballero de oro blanco de simargl. – Dijo aquello para así correr lejos de allí dejando al espectro solo con la esperanza de que este escapara antes de que otro caballero le viera y le eliminara.