Su visión estaba nublada, no lograba escuchar nada más que un zumbido en su oído, su cuerpo se encontraba débil. No recordó que había sucedido después de aquel gritó de alone pidiendo que acabaran con él, moviendo su mano se encontró con el cuerpo de un caballero de plata que había perdido la vida. El cielo estaba oscuro y las nubes poseían un color rojizo, igual que en el inframundo cuando fue a salvar el alma de pegaso, ahora mismo se encontraba confundida que no escucho el metal de una armadura acercándose a ella.
Ella trató de levantarse, pero solo logro mantenerse de rodillas, ante la debilidad de su cuerpo —Interesante.— Fue una voz profunda y desconocida para ella, no dudo en alzar su vista para encontrarse con unos ojos azules los cuales se podían comparar con la profundidad de un lago cristalino. —Eres idéntica a ella, pero tus ojos poseen un poco de más vida. Eres su receptáculo, pero en vez de ella apoderarse de tu cuerpo tú te has apoderado de su alma o mejor dicho ella te lo ha dejado. — Acercando su mano al rostro de la joven para limpiar un poco de suciedad en el rostro de esta.— Es algo que ella haría, no te culparé por eso pues la conozco bien y ella ha decidido que heredarás su labor. — Su voz era suave y aprecia estar llena de nostalgia. —Yo puedo ayudarte.—
Ella quería negarse, pero por alguna razón su voz no lograba salir, se encontraba mirando aquellos ojos los cuales de alguna forma le inspiraban confianza por alguna razón. Trato de hablar, pero solo daba algunos sonidos a lo cual solo suspiro el dios para luego posar su mano en la frente de la joven y usar su cosmos para inhabilitarla, este sabía que sería en vano y que posiblemente se negaría. Por un momento albergo las esperanzas de que ella aceptara, pero está se encontraba del lado de athena no importa lo que pasara, ya que los había visto entre los recuerdos de su recipiente. —Aún no puedo entender está decisión.— Cuando la joven dejo caer su cuerpo en los brazos del dios, este le cargo en brazos para llevarla al último templo.
—¡DETENTE!— Se escuchó una voz la cual se dirigía al dios, este no le tomo importancia pues se trataba del caballero de libra el cual sostenía a su compañero de aries. —No dejaré que hagas lo que te plazca con ella— Murmuro el castaño pues en ese momento el imponente cosmos del dios del infierno les paralizaba en el momento en que este hizo contacto visual con ambos. Este sabía que no habría otra oportunidad de atacarle sin dañar a yuuki, posiblemente este la usaría cómo escudo o la mataría. Le frustraba en pensar las posibilidades que podrían ocurrir, por lo tanto creyó que era la mejor opción pedir perdón a su amiga por lo que haría. —Los cien dragones de rozan.— Uso su técnica contra Hades, pero este la detuvo con una mano causando conmoción en el castaño para luego devolver el mismo ataque con una gran potencia.
—Pones en peligro la vida de una compañera tuya solo para derrotarme.— Su tono de voz poseía decepción ante lo ocurrido, los humanos eran capaces de destruir a sus compañeros solo para que el resultado terminara en tragedia. —Una razón más para mantenerle a mi cuidado.— Dándoles la menor importancia este se dio la vuelta para dejar a ambos sobrevivientes, pues a su parecer él al fin había ganado la guerra santa.
Nuevamente estaba a punto de irse pero ahora era el caballero de aries el cual se lograba ver una gran determinación en los ojos. —Hades, se dice que siempre te ocultas en las sombras porque odias la luz del sol, por lo cual traeremos la misma intensidad de luz pra derrotarte.— Este no podía creer lo que escuchaba pues ambos caballeros había olvidado que aun poseía en sus brazos a simargl.
La mentalidad humana era más desagradable conforme ambos caballeros seguían respirando, eran capaces de matar a uno de los suyos con tal de dar la victoria a su diosa. El no dudó en usar su cosmos para trasladar a la joven al templo de plutón, al menos aquel recipiente había hecho bien en crear un espacio para la joven. —Ustedes humanos son capaces de tal cosa, egoístas, ciegos por seguir a una diosa la cual solo atrasa lo inevitable.— Fueron sus palabras mientras reunía su cosmos oscuro mientras que shion habían logrado llamar a las armaduras doradas de las 12 constelaciones. El dios les reto a atacar pues sabia que aquella luz solo dañaría el cuerpo del humano y que podría obtener otro cuerpo e incluso con su victoria ha de usar su cuerpo celestial.
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Nieve y Sangre
FanfictionYuuki una niña que lo perdio todo cuando era pequeña, su vida ha sido dificil pero todo cambiara cuando un caballero dorado que controla el frio y otro el cual en su corazon lleva un ardiente, la lleven al santuario para convertirse en un santo de...