Cap 13: La rosa que se marchito.

367 32 3
                                    

El temor en las personas al ver aquel cambio en el cielo se hizo presente causando conmoción, algunas empezaron a alejarse mientras otras rogaban a athena que la desgracia de la batalla no llegara al pueblo. Yuuki paso por las calles dándole con su presencia alguna esperanza a las personas, pero ella solo quería llegar rápido a aquel lugar al tener un dolor en su pecho gracias al sentimiento de tristeza que mantenía en si misma.

Algo paso por su campo de visión el cual le hizo detenerse en seco, un pétalo llevado por la brisa fue el que llamo su atención, pero no solo eso ya que poco a poco caían lo que alguna vez formo una hermosa rosa digna de admirarse. – Imposible... - Murmuro a la vez que miro alrededor en busca de que fuera una mentira, la calle yacía vacía dando a entender que las personas de esa zona habían huido al miedo de aquella batalla a lo lejos.

Oprimió sus puños donde descansaba un pétalo para así ir a aquel lugar, fue cuestión de segundos en la cual se suscitó una explosión en la misma calle haciendo a la joven saltar lo más alto hasta el balcón de una casa de segundo piso. Diviso una armadura de color oscuro como las que vio en los esqueletos del inframundo la cual solo les diferenciaba lo profundo de aquel color, ella estaba a punto de atacarle cuando en la parte de abajo diviso la silueta de una niña la cual reconoció.

Era la niña que le regalo aquella flor a Régulus, al haber sobrevivido a aquella explosión creada por el espectro decidió llevarle a un lugar seguro. – Que haces aquí! Vámonos! - Se acerco a ella y la tomo del brazo, esta no opuso resistencia al haberle recordado por la armadura junto con una cabellera poco particular el cual solo una persona poseía en aquel lugar.

En su escape una pared fue derribada lo cual yuuki protegió a la niña de forma que esta no resultara dañada, usando su cuerpo como escudo ante las piedras que volaban se dio a conocer una persona frente a ellos. La más joven se aferró a ella ante aquello mientras que yuuki trataba de hacerle sentir segura pero como podría hacerlo si ante ellas se hizo presente aquel espectro el cual es uno de los tres jueces del infierno.

Este les observo con malicia en sus ojos, pero al notar la rosa en la ropa de la niña dio a conocer una sonrisa la cual no daba nada bueno. - Valla parece que tu tambien eres algo del caballero de pisis entonces las eliminare igual que a él. – Refiriéndose al caballero de piscis, ella se dio la vuelta para así mirar al espectro que se encontraba frente a ellas.

Con voz fuerte le grito a Minos. – ¡Como te atreves a atacar a personas inocentes, no te lo perdonare! – Yuuki volteo a la joven y le pidió que escapara para que no se quedara en la batalla al estar la posibilidad de quedar herida.

Esta hizo caso y corrió lo más lejos posible de aquel lugar dejando solo al Minos y a la joven. - Pensaba entretenme con este pueblo, pero he encontrado algo a otra marioneta. - Al haber reconocido tal armadura la cual al ser de oro blanco dedujo quien era. – El caballero femenino de oro blanco ahora tendrás el placer de que yo minos de grifo uno de los tres jueces del infiertno te convierta en mi marioneta. – Sonrió al notar como esta temblaba pensando en que era el miedo de esta. - Espero que aguantes más que aquel caballero que trato de detenerme. -

Yuuki al igual que el espectro aumentaron su cosmo para la lucha, este se jactaba de haber logrado derrotar al caballero de piscis lo cual hacia que la sangre de yuuki hirviera de la impotencia de no salvarle o al menos proteger al pueblo de aquel ataque del juez. - Maldito, pero ni creas que te dejare que te salgas con la tuya. – Fueron las palabras de la joven al ser la primera en atacar mientras Minos le incitaba a pelear elevando su cosmos oscuro.

La joven utilizando su energía helada lanzo un viento helado cual tormenta siendo impulsada por su energía - Crees que con esa insignificante técnica me detendrás. – El uso al igual que ella el viento oscuro gracias a las alas de su armadura, cubriéndole al principio para luego extenderse con tal fuerza. - ¡BATIR DE PLUMAS GIGANTE! –

Nieve y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora