Cap 34

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—Enserio eloide me gusta mucho tu vida pero podemos pasar a lo más importante, no es por ofenderte pero podrías ir más rápido.— Yuuki se encontraba algo aburrida pues aquellos datos no le interesaban  aunque claro había uno que otro de gran relevancia pero aun cuando le explico eso le parecía demasiado diferente pues  el llevarse bien con uno de los subordinados de hades o que ocultara su cosmos.

Con un suspiro algo pesado pensó un poco.—La juventud de los humanos es algo exasperantes pero admito que tienes razón, desde ese día empecé a controlar mi cosmos lentamente sin embargo logre hacerlo.— Con un movimiento de su mano la cual bajo para acariciar aquel can  quien acepto tal toque. — Como habrás sabido el simargl y yo pertenecemos a culturas diferentes yo a la griega y el a la eslava, pero tenemos algo en común pues nuestro poder puede destruirlo todo. —

Las visitas de hypnos fueron recurrentes, pero lo que ella no creyó ver fue que en uno de aquellos días no fue aquel dios gemelo el que fue si no el mismísimo señor del inframundo

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Las visitas de hypnos fueron recurrentes, pero lo que ella no creyó ver fue que en uno de aquellos días no fue aquel dios gemelo el que fue si no el mismísimo señor del inframundo. La primera impresión de la joven el verle fue un poco de duda pues el creía que ahora el estaría ocupado esa primavera ya que su esposa había vuelto al olimpo,
—No creí verte de nuevo o al menos que ahora si tuvieras el valor de verme.— El dios se puso frente a ella y antes de dejarle pronunciar palabra ella levanto su mano para evitar que hablara.—Mejor vamos algo lejos pues las ninfas no son algo silenciosas con los rumores, estare en bastantes en problemas  cuando la noticia que estuviste aquí llegue con tu esposa.—

Ella era la única persona que se enfrentaba a hades de aquella forma pues cualquier dios incluso temblaría con solo mirarle. —Esta bien, pero tengo cosas que no puedo callar así.— Elodie no le dijo otra palabra ya que se dirigió a la salida evitando las miradas y murmullos de aquellas doncellas las cuales temían ante la presencia del dios. Pero también su mirada se concentro en la joven quien ya no usaba aquellos ornamentos hechos por Hefestos o los regalos de Zeus que por orden de este siempre tenia que usar.

La joven le guio a lo que era un campo alejado de casi toda vegetación con excepción el pasto, pero en aquel plano se notaba un cambio pues una parte se encontraban arboles los cuales eran unos pinos quienes eran donde estaba la peliblanca pero del lado del hades se encontraban los arboles de olivo.

—El templo de eos se encuentra en lo mas al norte del territorio de los olímpicos, antes de la división de los territorios entre los dioses y además un lugar que no podemos sobrepasar de acuerdo a los acuerdos hechos desde el inicio de los tiempos por lo cual Perséfone no  es capaz de escuchar a través de las plantas de esta temporada.. — Haciendo un ademan para que hades solo cruzara un paso de la línea imaginaria que la joven marco al suelo.—Solo algunos pasos son permitidos para ti pues eres un dios conocido a diferencia de mi que yo no soy nada ante los dioses.—

—No digas eso, no debes hacerte menos solo porque no te han dado la oportunidad de ser lo que eres en realidad. — Ella solo negó mitras con su mano tapaba sus ojos mientras en sus labios se daba una sonrisa. —Porque te ríes—

Nieve y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora