MAD WORLD. (Chris Evans y tu)

Accidente.

Pocos días antes de que Chris empezara a promocionar su película. Decidió ir a un retiro espiritual, sentía la necesidad de hacerlo, decidió ir a México, donde podría, meditar, reflexionar y relajarse por unos días, para prepararse para las grandes cosas que vendrían a su vida.

Sentado junto a otras personas, en forma circular que meditaban en un campo grandiosamente verde, enorme y muy hermosos, el viento golpeaba suavemente el rostro de cada uno de ellos y el sol que estaba por desmayar hacia esa tarde perfecta, el ambiente tranquilo. Meditaba sobre su vida y reflexionaba, en sus ojos cerrados visualizaba las cosas que marcaron su vida, su felicidad incompleta, su familia, sus sueños, sus metas, sus anhelos, sus logros, las cosas que había que cambiar, las que tenía que mejorar y las que tenía que eliminar de su existencia.

En la noche, saliendo de la regadera después de una grandiosa ducha. Salió con una toalla enrollada por la cintura, a punto de vestirse recibió una llamada.

-Scott! Hermano, como estas? - Respondió con tanta alegría.

Era una familia, la cual se apreciaba demasiado, para Chris Evans no existía nada más sagrado en el mundo, que la familia. Hablaron durante horas, eran dos hermanos que se amaban demasiado. Siempre juntos. Para él. La vida era algo hermoso, y trataba de disfrutarlo al máximo, le había dado la oportunidad de ser alguien, de llevarlo a la cima, de alcanzar el estrellato, de obtener aquello que alguna vez Leonardo DiCaprio trató de describir, "La fama es una pase VIP a cualquier lugar. Pero la pregunta era: ¿Realmente, él era feliz? Esa sonrisa que siempre portaba como amuleto, ¿era realmente sincera? ¿Verdadera?

Al día siguiente, después de su corta estancia en aquel país, después de unas cuantas fotos con los fans que lo encontraron, Chris se preparaba para salir de vuelta a su país. Los Estados Unidos: con sus maletas en manos, muy entusiasmado y emocionado, impaciente por regresar, esperaba a el piloto en una pista de aterrizaje privada(No de él) que conduciría la avioneta que lo llevaría de regreso a casa, pues su experiencia con los aviones era muy poca. Minutos después llego un mensajero, que apenas sabía hablar inglés, pero lo entendía a la perfección.

-Mr. Evans. Sorry! Sorry! Por - la tardanza- tardanza. Le trataba de explicar con señas. -Pero, el Mr. De piloto. The pilot. No vendrá. -Le anuncio diciendo NO con el dedo índice de su mano derecha.

_Como de que no vendrá? -frunce el ceño,

-Se accidentó, y está muy grave en el hospital. Lo siento! Tendrá que pilotear usted el avión.

Con un suspiro de aceptación, tomó las laves y observándolas dijo.

-Amm! Me urge regresar, sino lo esperaría. Pero tengo que irme. Espero que se recupere muy pronto. _Se despidió.

-Good! Good.

No siempre nuestro destino es al que decidimos ir,. Nuestro destino es al que debemos ir.

Ese día Chris, estaba renovado, confiaba más en sí mismo, una camisa azul a cuadros, jeans de lona negra, recién afeitado, un rostro juvenil. Se veía muy fresco, sexy y hermoso. Encendió la avioneta y salió rumbo a su destino.

Ellen esa misma mañana, se había levantado muy de tempano, la acostumbraron los golpes de sus hermanos, se sienta en la mesa, sirviéndose una taza de café recién hecho. Seguido coloca la radio, una radio muy vieja en la cocina que de vez en cuando la usaba para escuchar los discos de The Beatles. Bebía con tanta necedad el café, era como un calmante para ella. En las noticias anunciaban la visita del presidente por ese pueblo, en su avioneta.

-Seguramente viene a ver que tenemos para robarnos más impuestos. -Musita ella, sacando de entre su bolsillo su celular viejo. De Pronto en la puerta de Paró Ever, muy de prisa.