MAD WORLD. (Chris Evans y tu)

Tocando Fondo.

Los últimos cuatro meses, ya la seño Lis no había podido ir a visitar a Ellen a prisión. Puesto que ya no se sentía con las mismas fuerzas que tenía antes, poco a poco se iba marchitando, sus fuerzas iban cayendo como el sol cae por las tardes, así de lenta iba cayendo.

Una tarde, cuando muy alegremente, Ellen y Sam, se dirigían con ansias a la sala de entretenimiento. Justamente las noticias estaban en pantalla, las noticias de farándula se hicieron presente. Una de ellas, la inesperada confirmación de la relación entre Chris Evans y la conocida modelo de Victoria's Secret's, Dayana. Pasando imágenes suyas, con ella en eventos y paseos juntos en Disney. Ellen estaba en la puerta, recibiendo el impacto de gran noticia, de gran confirmación. Su rostro se quedó inmóvil, parecía como si no le importara, pero sus lágrimas estaban estancadas en su lagrimal. ardían, quemaban, y un nudo en la garganta asfixiaba. Su cuerpo estaba totalmente con congelado, sus labios secos estaban. Por fin dio un respiro profundo y salió corriendo del lugar directo a una banca en el patio.
Momentos después Sam, llegó y se sentó junto a ella.
-No sé que decirte. _Musitó Sam.
-No hay razón para decir algo._Respondió Ellen, dejando soltar las lágrimas retenidas, pero no había expresión en rostro.
-Te juro que cuando salga de éste lugar, le partiré la cara al hijo de puta. _Dice Sam, sacando un cigarro de su bolsillo el cual encendió inmediatamente.
-Él tiene todo el derecho de rehacer su vida. _Solloza Ellen. _-Ya no quiero sufrir más por ésta situación.
-Feliz? El desgraciado te tiene encerrada en éste lugar, y tu quieres que sea feliz?_Preguntó Sam, tratando de entender el argumento de Ellen.
-Yo soy culpable de todo lo que le pasó. _Sostiene ella.
-De verdad no te entiendo.
-Ya me olvidó!_Se lamentó ella. _-Dijo que me amaría por siempre. Pero ya tiene otro amor.
-Tu debes de hacer lo mismo._Sugiere Sam.
-Yo le dije que lo amaría por siempre y no depende de mi y ni de él que yo lo olvide. Es mi corazón que no quiere hacerlo.
-Es hora de arrancar ese corazón, pero el corazón del alma.
-No quiero, quiero seguirlo amando el resto de mi vida, aun así sea en ésta prisión. _Culmina Ellen ahogándose en llanto.

La herida de volvió abrir, el espejismo de vida tranquila de Ellen dentro de esa prisión se esfumó como neblina entre los dedos. Y la desgarradora noticia le hizo tocar fondo, al destruir las esperanzas vivas que Chris volviera por ella como un día se lo prometió.

Los días siguieron transcurriendo, ella seguía cumpliendo su condena, después de aquél día, pasó un mes, ya no quería saber nada del mundo de la farándula, decidió tratar se olvidarse de una vez ese capítulo en su vida y vivir tranquilamente.
Pero no sabía que venía algo mucho peor.

Fue una noche, una noche como todas, después de un buen libro, ambas; Sam y Ellen se quedaron dormidas. Los pasos silenciosos de la guardia de turno se acercaba a la celda de Ellen, con las llaves en mano, abriendo cuidadosa de no despertarlas para dar paso a una tragedia más en la vida de aquellos dos espantos de vida trágica. Se retiró la oficial, dejando la celda sin seguro, ellas dormían profundamente. Momentos después mas de una docena de reclusas entraron, las cuales iban decididas a terminar de una vez con ellas dos. El grupo de Julia y el de Merry se habían unido. Primero tomaron a Sam de sorpresa, y entre varias reclusas golpearon, con el ruido que provocaban se despertó Ellen, la cual quiso defender a Sam, pero también la golpearon. Pero en un descuido, Ellen alcanzó a darle un puñetazo en la mejilla a Julia.

-Ahora sí estúpida! Me haz hecho enojar. _Dijo Julia, después de volver la mirada a Ellen. Sacando una navaja de su bolsillo, le apuñaló varias veces en el estómago. De pronto la alarma sonó, alguien había dado la alerta de riñas, salieron de prisa, huyendo para su celda, para que no se dieran cuenta de quienes habían sido. Sam estaba consciente, tirada en el suelo, muy golpeada. A unos cuantos centímetros estaba Ellen, con el estómago convertido en picadillo, su boca sangraba al igual que su nariz, cuando Sam se dio cuenta de lo que le habían hecho, quedó desmayada en el suelo.