Por la tarde ese mismo día, Ellen estaba en su habitación, cambiando las cortinas de sus ventanas, unas grises, por unas blancas. Cuando Chris la vio tan concentrada en lo que hacia, que decidió hacerle una pequeña broma. Entró muy despacio, para que ella no se diera cuenta, y así fue, estaba tan concentrada en lo que hacia que no se dio cuenta que, Chris caminaba a si a ella. Tomó con sus enormes y hermosas manos su cintura y le hizo un gesto de susto.
—Buuuh!! —Ellen saltó del susto y rápido se da vuelta, topándose con su pecho.
— Ay woo! —Musita. —Oye! Qué haces? — dijo ella, riéndose en medio del susto que le había provocado Chris.
—Enserio? Te asusté? — le preguntó riéndose a carcajadas él también. Parecía un niño.
—Sí, te comportas como un niño.— Fingió un poco de enojo.
—Okay! Prometo que no volverá a suceder. —Le dijo muy serio, segundos más estalló en carcajadas, retrocediendo. Pero después se puso en realidad serio y Se veía indeciso en algo, la veía como si quería decirle algo pero no se animaba. Por unos instantes decidió irse, ella lo observaba con el rostro iluminado. Pero estando en la puerta a punto de irse, la volvió a ver, y sin pensarlo, se volvió a acercar.
—Quieres salir conmigo hoy? —Le preguntó de sorpresa algo inquieto. Ellen en ese instante cambió de mil colores, con una sensación extraña, una sensación que jamás había sentido porque era la primera vez que alguien la invitaba a salir.
—Es enserio? —Balbuceaba Ellen, su respirar se había acelerado.
—Yo se que no te puedo llevar a ningún otro lugar, pero si me gustaría estar un rato a solas. —Dice él, manteniendo el control de si mismo, a lo contrario de Ellen, que no sabía como actuar, que hacer, o qué decir.
—Ah! Ah! Yo... Yo... No sé. —Alcanzó articular con mucha dificultad. Bajó la mirada.
—Si no quieres ir está bien, yo entiendo. —dice Chris con algo de desánimo, decidido a no insistir.
—No, yo sí quiero. Quiero salir contigo. —al escuchar la respuesta de Ellen, Chris sonrió, dio una sonrisas de esas que ladea y levanta su ceja.
—Bien, entonces te esperó, a las 7pm ¿esta bien?
—Sí, está súper bien.
—Entonces te espero atrás de la casa de la Seño Lis.
—Esta bien. —Se dieron unas cuantas muradas antes Dr que Chris, saliera de la habitación. A Ellen se le quería salir el corazón, hasta lo tenía que presionar para que dejara de latir tan fuerte. Ella sintió que como era una cita, quería verse un poco bien, necesitaba arreglarse, necesitaba ayuda. Ese acontecimiento en la vida de Ellen estaba a unas horas de suceder, "Una cita con un actor de cine."
En esos instantes de inquietud y emoción, no sabía que hacer, pero enseguida se acordó de alguien quien la ayudaría y salió corriendo a si a la casa de la seño Lis. Llegó muy emocionada. A lo contrarió de la seño Lis, que se encontraba muy debil, en el sofá de la sala. Cuando muy acelerada toca la puerta, atendiendo Clarita.
—Está la Seño Lis. —Preguntó, alcanzando a escuchar ella.
—Pasa muchacha, para ti, siempre estaré. —Le recibe muy amablemente ella, dejando por un lado su malestar.
—Clarita, por favor! Prepara la cena. —Le ordena a Clarita, escusa para que las dejara solas.
—Si mi señora. —Obedece ella, dirigiéndose a la cocina.
—Bien. Dime.
—Ay! Seño Lis, necesito su ayuda. —Le dijo, tomando sus manos con tanto afán.
—Toma asiento y cuenta. — Le ofrece ella. Ella se sentó por un momento a su lado, pero la emoción hacia estar inquieta de un lado para otro.
—Él... Él, Seño Lis, me invitó a salir.
—Quien? Chris?
—Sí, sí, Seño Lis, él me invitó a salir... y... y... y necesito su ayuda. Necesito su ayuda. Mire! Mire como estoy, toda desarreglada.
—Por fin te haz dado cuenta. —Comentó ella. —Ven conmigo.— le pidió, levantándose del sofá y subiendo las escaleras. Entraron a la habitación "enorme" de la Seño Lis.
—Entra al baño y suplico una buena ducha, ahí hay todo lo que necesitas; jabón, toallas, esponjas, yo me encargo de lo demás. —Le pidió mientras le enseñaba el baño en su habitación. Ellen obedeció enseguida. La Seño Lis se dirigió a su armario, y sacó un hermoso vestido celeste en forma de campana de una tela muy fina y unas zapatillas blancas, colocando el vestido en la cama destendido. Y al verlo recordó que ese vestido lo quería usar en su primera cita romántica; ese vestido había estado guardado por mas de 12 años, esperando esa cita.Cuando ella salió del baño, ahí estaba el vestido esperándola, la esperó por doce años. La Seño Lis la vio y le dijo.
—Te ves muy bien después de un buen baño, deberías hacerlo más seguido. —Le aconsejó.
—No lo creo, me siento igual. —Respondió Ellen observándose. —Eso es lo que me voy a poner? —Ve con emoción el vestido.
—Ajaaaa! Así es. Te gusta?
—Si, y mucho. Qué bonito y elegante es.
—A estado por años guardado, esperando esta ocasión. —Lo ve con tristeza la Seño Lis. —Espero que te quede.
—Me lo pondré.Ella se lo puso y le quedó muy bien, algo corto, pero muy bien. La sentó frente al espejo, Ellen apartó su mirada inmediatamente del espejo. Pero la Seño Lis con su mano volvió de nuevo su rostro al espejo.
—Confía en mi. Confía en ti. —Le susurró. Ellen se veía, mientras le hacían un peinado muy inocente, unos prensadores en su cabello la hacia ver más inocente de lo que era, un poco de maquillaje y luego se dirigió a unos de sus cajones y sacó un perfume.
—Tenia pensado regalarte éste perfume. Tiene un aroma muy dulce, a él le gustará. Quiero que lo uses.
Después la vio, ella era una niña muy hermosa, y aún no podía creer que alguien así, pudiese existir. Después de unos minutos de estar admirándola, Clarita tocó la puerta y vio con mucho asombro a Ellen.
—Wooow! Qué te haz hecho, Ellen.
—Me bañe.—Respondió.
—Donde está él. —Pregunta la Seño Lis.
—Me dijo que estaría en la calle. —La Seño Lis se asomó a la ventana. Y ahí estaba, puntual.
—Hey! Rob. Ven. —Le llamó, apartándose enseguida de la ventana.
—Vas a salir con Rob? —Curiosea Clarita, muy interesada y sorprendida.
—Si. —Sonrió Ellen con emoción.
—Ve abrir Clarita. —Ordenó Lis al escuchar el timbre sonar.
—Si mi señora.
—Llegó. —Suspiró Ellen. —Chris llegó por mi.
—Qué esperas? Ve. Ve muchacha, ve.Ella bajaba las escaleras, él la veía, no existía nada a su alrededor, sólo ella. Se veían y sonreían. Clarita y la Seño Lis únicamente disfrutaban de ese espectáculo. Él iba vestido con una camisa mangas largas las cuales llevaba dobladas, un pantalón de tela gris y unos tenis blancos, su cabello muy bien cepillado al igual que su hermosa y espesa barba. Siempre manteniendo la elegancia y el glamour.
—Que hermosa estás! —Observa él, sus ojos no la quieren soltar.
—Te llevas a mi niña. —interrumpe la Seño Lis, desde las escaleras.
—Lo sé—. Respondió. —Ahora es mía. —Masculle.--------------------------------------------------------------------------------------
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MAD WORLD. (Chris Evans y tu)
RomanceEs una novela como Fanfic de Romance -Drama, abierto únicamente para publico mayor. Una novela dedicada a los miles de fans de Charis Evans. *Disfrutala*