Todo estará bien.

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Ya había pasado una semana, desde aquel día en que la seño Lis supo de lo que ocultaba Ellen. Ellen se despertó como es cualquier otro día, a pastorear el ganado desde muy temprano. Melly estaba desayunando; por ser sábado, nadie había salido aun. William se estaba dando una ducha en un "baño" que estaba afuera de la casa. Construido con tablas y láminas sobre una tarta de cemento. William salió con una toalla enrollada. En la lejanía visualizaba a Ellen con el pequeño ganado. Se dirigió a si a Melly.
-Oye! Melly, me prestas tu cepillo de cabello? El mío no me acuerdo donde lo dejé.
-No lo tengo aquí. -Respondió Melly, dándole un sorbo a su café sin quitar la vista de una revista de moda que leía.
-Ah!-Musitó él y subió las escaleras.

Lo que Melly no se imaginaba, era que William iría a buscarlo a la habitación. Entró y se asustó al ver a Chris, que aun no reaccionaba después de un mes y medio. Se asustó al verlo dormido en la cama de Ellen, sin camisa, únicamente cubierto con una sábana hasta los pectorales. Muy bien peinado, ella siempre lo mantenía lo mas arreglado que podía. Trató de despertarlo, moviéndolo un poco, pero no reaccionaba.
William salió muy enojado y de volvió a dirigir a la cocina para exigirle una explicación a Melly, la verdad había sido descubierta. Tiró todo lo qye había en la mesa golpeándola fuertemente con las manos.
-Quién ese tipo que está en tú habitación? __Le gritó. -Quién es? ¿Porque está allí?
-Yo no sé nada. -Respondió ella muy asustada, con miedo de ser golpeada.
Ellen estaba por llegar y cuando escuchó los gritos, aceleró el paso muy asustada. Ever su otro hermano y sus padres se levantaron con los gritos que escucharon. Todos estaban en la cocina esperando una explicación cuando llegó Ellen. William la vio y se dirigió a ella, la tomó fuerte del cabello.
-Estas dos idiotas tienen a un tipo en su habitación.
-¡¿Que?! -Preguntaron con tanto asombro. Ever y sus padres subieron de prisa para comprobar lo que decía William. Cuando llegaron se dieron cuenta de que era cierto. Los tres bajaron a la sala donde los esperaban William, muy enojado y Ellen y Melly asustadas.
-¿Quien es? - Preguntó su mamá. Ellen no dejaba de llorar. Ever la tomó de nuevo del cabello muy fuerte y la lanzó bruscamente al suelo.
-¿Quien es? -Preguntó de nuevo golpeándola con tantas fuerzas. Su padre pintaba su rostro enojado y preocupado y no hacia nada para que Ever dejara de golpear a Ellen.
-¡Ya basta! -Gritó su madre, Ever paró. Ellen apenas pudo levantarse, llorando y entre quejidos y con algo de sangre en la boca logró articular.
-Yo les voy a explicar.
-Empieza. -Insistió William.
-Fue hace casi un mes...
-¡¿Que?! -Preguntaron todos a una misma voz. Ever del enojo le sacó el aire de un golpe en el estómago.
-Tú lo sabias, no es asi? - Le preguntaron a Melly. -Por qué no nos dijiste nada?
-Podría ser un asesino. -Objetó William.

Ellen se levantó poco a poco y siguió explicando, recuperar el aliento.
-Fue el día que vino el presidente, yo limpiaba los establos cuando vi pasar la avioneta descontrolada y vi también cuando cayó al barranco, yo fui ayudar, creyendo que era el presidente, pero no... era el chico que está en mi habitación, unos leñadores me ayudaron a traerlo a casa.
-¡Eres una idiota! -Le dijo su madre muy enojada.
-Perdoname madre. He tenido que vender algunas gallinas para comprar su medicina. Necesito que se cure. Pero no responde. -Dijo cabizbaja y llorando.
-Por la apariencia que tiene, no es de por aquí. -Comentó William ya mas calmado. -Tiene facha de gringo, a de ser algo de la vecina, ella es gringa.
-Si no responde tenemos que llevarlo al hospital, que llamen a la policía y que ellos se hagan cargo. En la noche lo subiremos al auto y lo dejaremos en la puerta. No quiero problemas. -Dio orden su padre.

Ellen, cuándo escuchó eso, lo que dijo su padre, dejó de llorar y dibujó una sonrisa de pena, de lástima a ellos, se levantó, y los vio con tanta cólera y enojo, mientas seguía escuchando la opinión de su madre.
-Sí, hay que hacerlo hoy, yo tampoco quiero problemas.

Ellen no pudo más, y con sólo escuchar lo que querían hacer con su amor. Se armó de coraje y respondió con ira.
-Son un asco, unos enfermos, ¿Como pueden decir eso? Es un ser humano. Lloraba y sonreía con tanta rabia apretando sus dientes.
-Callate! -Le gritó William amenazando con la mano alzada lista para pegarle.
-Pueden golpearme, matarme si lo creen necesario. Pero si él se va... yo me voy con él. Lo mismo me da vivir en la calle que vivir con gente tan despreciable como ustedes. -Los enfrentó a todos. Estaba dispuesta a todo por el bienestar de Chris. Subió corriendo, lo veía en su estado, inconsciente, indefenso. Pero no le importó para hacerle una promesa.
-No me importa a quién tenga que enfrentar, porque yo por ti... voy hasta el mismo infierno.

Horas después, Ellen estaba limpiando y curando las heridas de su rostro con algodón y alcohol, frente al espejo, cuando entró Melly muy enojada pero con buenas nuevas.
-Me has metido en un grave problema. Pero ganaste, tu actorcito se podrá quedar hasta que se recupere.
-Le dijiste quién era? -Preguntó con intriga.
-No. Eso te corresponde a ti. Decirlo agrandaría el problema ya que como te puedes imaginar, todos los EE.UU lo están buscado por tierra, mar y cielo. Conectate y verás. -Concluyó Melly, saliendo de la habitación, como su costumbre azotando la puerta. Ellen se acercó a él, tomando su mano helada dándole un beso.
-Todo estará bien.. Te podré curar mejor ahora. - Sonrió.

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MAD WORLD. (Chris Evans y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora