MAD WORLD. (Chris Evans y tu)

Heroe.

Las horas seguían pasando, y la agonía seguía creciendo, el alma de seño Lis, cada vez se sentía acongojada, no se sabía nada de Ellen, absolutamente nada.
Un doctor que sin ser esperado, llego.

—Familiares de la Srta. Ellen ______. _Preguntó revisando su reporte.

—Ellos son la familia. _Respondió seño Lis, un poco sarcástica, señalando a la familia de Ellen. Frunce el ceño al ver al doctor, y darse cuenta que era en doctor de la prisión donde estaba.
—Doctor. López?_Saludó ella, colocándose de pie, con ayuda de su bastón, dirigiéndose a él con su mano extendida.
—Señorita Lisbeth! _Salió a su encuentro, estrechando su mano.
—Como está ella?_Preguntó con afán.
—Todo se ha complicado. _Lamenta López.
—¿Que paso?
—Ellen y su compañera de celda fueron atacadas ayer en la madrugada. Ellen está gravemente herida, su estómago está deshecho, y necesita una operación inmediatamente. _Informa el doctor na devastadora noticias. La seño Lis no fue capaz de reaccionar de ninguna manera.
—Que pasará con ella? _Preguntó sin aliento.
—Aun no podría decirles de ciencia a cierta lo que pasará. La operación es muy arriesgada, los doctores no quieren arriesgarse. _Comunica el Dr. López. _—Yo me ofrecí, pero ellos no me autorizan. -Comenta. Él se retira y la seño Lis da unos pasos en retroceso cayendo sentada en una de las a sillas.
—Mi señora está bien?_Se preocupa Clarita.
—Un vaso con agua._Pidió con dificultad.
—Enseguida, mi señora. _Respondió Clarita, saliendo muy acelerada en busca de un vaso con agua. La seño Lis no soportó más mas aflicción por saber y ver a Ellen, que decidió levantarse e ir a verla. Pero sus piernas ya no pudieron moverse y cayó desmayada al suelo. Todos corrieron ayudarla, enfermeras que iban de paso, pidieron una camilla para trasladarla a una habitación con urgencia. Clarita estaba muy preocupada por lo que estaba pasando, no soportaba ver a su señora mal.

Cuando despertó, en la noche, ella se encontraba en una habitación, lo cual le pareció extraño, y asustándose más cuando se vio conectada al suero. Clarita estaba a su lado, sentada en una silla cómoda.
—Clarita? Qué hago aquí? _Preguntó con descontento u preocupación.
—Mi señora. Me alegra que ya halla despertado. _Comentó emocionada Clarita.
—Qué hago aquí?_Sigue el descontento de la seño Lis.
—Se desmayó, mi señora. _Responde ella.
—Ellen? Dónde está? Quiero ir a verla. _Dijo tratando de levantarse.
—No mi señora. _Se pone en alerta Clarita, poniéndose de pie para detenerla. _—Usted está muy delicada.
—Donde está? Aun no han dado noticias de ella? _Preguntó tratando de tranquilizarse.
—Vino el oficial que sigue el caso de Ellen y la otra señorita. _Le informa.
—Y que dijo.
—No platicó conmigo. Sino con su familia. Y ningún doctor se quiere arriesgar todavía.  
—Son unos malditos. _Dijo ella con enojo. _—Y la familia de la otra joven, ¿Que dice?
—Ella al parecer no tiene. Ninguno ha venido a verla. Aunque está fuera de peligro, necesita apoyo. _Comentó Clarita cabizbaja.

Esa noche fue muy larga, muy preocupante, llena de agonía y aflicción, empapada de dolor y desesperanza.
A la mañana siguiente; amanecieron durmiendo en la sala de espera; la madre de Ellen y su hermana. Al frente estaba Clarita, con su abrigo cubriendo su rostro mientras dormía.

Eran las 7:30am, cuando por la puerta principal entró muy deprisa Chris, con afán por saber de Ellen. Y acercándose a la recepción preguntó.
—Amm! Sorry! _Trato de recordar las palabras en español. _—La señorita Ellen _____. Es una de las reclusas que atacaron hace unos días. _Le preguntó a la recepcionista de turno.
—En un momento le informo. _Le dijo ella, revisando el sistema.
—Sí, efectivamente ella se encuentra en éste hospital. _Le afirma._—Pero lamentablemente no podemos dar información aún. _Le dice.
El look de Evans era muy juvenil y fresco; unos jeans color hueso, una playera blanca ajustada, una chaqueta azul, su barbilla estaba afeitada, y su cabello muy bien cepillado. A tiempo despertó Clarita, y dando un bostezo lo miró de casualidad. Pero al verlo y reconocerlo se asombró. Ver a Chris, después de todo lo que había pasado, no lograba entender como era capaz de estar ahí, después de haber condenado a Ellen.