Capitulo 77:

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----Narra Dani---- 

Me levanté por la mañana temprano, casi no había dormido pensando en que tenía que hablar con María, necesitaba contarle todo lo ocurrido con Paula, que me perdonase y volviéramos a estar como antes y ahora más porque teníamos a un pequeño bebé, nuestro bebé. Sonreí pensando que había tenido en brazos a mi hijo aunque no supiera que era mío y había empezado a quererlo sin darme cuenta. En ese momento, necesité tenerlos a los dos junto a mí. Vi mi móvil en la mesita de noche, lo cogí y llamé a María.

María: ¿Sí?

Dani: ¿Podemos quedar? Tenemos que hablar.

María: No tenemos nada de qué hablar.

Dani: Te equivocas. Te espero a las once en el parque.

Colgué antes de que pudiera quejarse o negarse. Desayuné, me di una ducha y me fui al parque. Cuando llegué, ya estaba allí sentada en un banco así que fui hasta ella por detrás sin que se diera cuenta y le tapé los ojos.

Dani: Si adivinas quién soy, te doy un premio-le susurré.

María: Dani, déjate de juegos.

Dani: ¡Correcto!

Me senté a su lado, la cogí por las mejillas y la besé. La besé con las mismas ganas que sentí cuando la vi el día anterior al abrir la puerta de mi casa. Creí que se iba a resistir o a apartarme, pero me correspondió el besó y me sentí feliz. Cuando nos separamos.

Dani: Tenemos que hablar...

María: Sí.

Dani: Yo... verás, el día que fuimos a la discoteca, me crucé a Paula en la barra, me saludó y le devolví el saludo. Desde ese día, empezó a mandarme mensajes y no sé cómo consiguió mi número. Al principio, no le hice caso, pero después cuando me dijo que si no accedía a lo que ella me pedía te haría mucho daño, le seguí el juego e iba a sus encuentros, a veces me besaba y yo la apartaba porque no sentía ni siento nada por ella porque tú eres todo en mi vida y cuando me enteré de que te fuiste, todo se me vino abajo, porque mi vida se acabó. María, sin ti no soy nada y me gustaría que volviéramos a estar juntos, como si nada hubiera pasado aunque soy un metepatas, te prometo... No, te juro que pienso hacer hasta lo imposible por no volver a hacerte daño, porque te quiero demasiado, te amo.

Me volví a acercar hasta ella, puse mis manos en sus mejillas y pegué mi frente a la suya...

María: Dani, tienes que entender que ya no hay un nuestro que puedas arreglar...-me apartó despacio de ella.

Dani: Te equivocas, ahora tenemos a nuestro hijo y por él tenemos que estar juntos, por él y porque no sé vivir sin ti.

Se me quedó mirando sin saber qué decir.

Dani: Ese bebé también es mío y quisiera verlo todos los días. 

María: Esta tarde quedamos y te lo traigo.

Dani: ¿No vas a negármelo?

María: ¿Con qué derecho? Soy su madre, pero como has dicho, eres su padre y tienes derecho sobre él. En la plaza a las cuatro.

Dani: Ok.

Se levantó y se fue. Me fui a mi casa, allí, estaban mis padres...

Isabel: ¿De dónde vienes?

Dani: De hablar con María.

Isabel: ¿Sobre el bebé?

Dani: Sí.

Isabel: ¿Te dejará verlo?

Dani: Sí, dice que soy su padre y que también tengo derechos con él.

Cuando Menos Piensas Sale el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora