Capitulo 49:

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----Narra Mireya----

Nos pusimos a escuchar música y el pavo un rato, al poco tiempo le llegó un mensaje a María.

María: Es Dani, dice que lo averiguará.

Judith: ¿Por qué no llamas a Mayte y te aseguras?

María: Es que si se entera de que lo sé matará a Valen y después Valen a mí.

Ana: Pero es mejor que sepa la verdad.

Mireya: Ana tiene razón, habla con las dos. Será lo mejor.

María: Sí. ¿Vamos mirando la peli que vamos a ver?

Judith: De miedo no, por favor.

Mireya: ¡Una romántica!

María: ¡Sí!

Judith: No, mejor una de risa.

Mireya: Jo, yo quiero una de amor.

María: Yo también, ¿Ana tú qué prefieres?

Ana: A mí me da igual.

María: Eso no vale, dime alguna película que te guste.

Ana: En realidad me da igual que sean de miedo, de amor o de risa. Mientras sea interesante-María y yo la miramos mal-.Mejor será que veamos una de risa. Lo digo por vuestra amiga.

Miramos a Judith.

María: Vale, una de risa. ¿Cuál?

Mireya: ¿Cuáles tienes?

Nos pusimos a mirar las películas que tenía y al poco rato llegaron los chicos. Abrí yo. Abracé y besé a Blas, entramos dentro obligados por David y me senté en el sofá con Blas. Nos pusimos a hablar. Carlos y Ana estaban sentados en otro sofá hablando, Dani y María se habían ido a la cocina, David estaba algo pensativo y Judith no paraba de pasar de Álvaro. No la comprendía, si lo quería no debería haberse comportado así con él.

Álvaro: ¿Me volverás a mirar a los ojos algún día?

Judith: No sé.

Álvaro: ¿Todavía me quieres?

Judith: No sé.

Álvaro: ¿Hay algo que sepas?

Judith: Que eres un pesado.

Me hubiera gustado que ya estuvieran bien.

Blas: ¿Te pasa algo amor?

Mireya: Me gustaría que encerraran a esos dos en una habitación y que no les dejaran salir hasta que se perdonaran-señalé a Judith y Álvaro.

Blas: Es una buena idea, ¿lo hacemos?

Mireya: ¿Cómo?

Blas me sonrió y me lo contó al oído para que nadie escuchara. Le sonreí y miré a Judith que empezaba a cansarse de Álvaro.

Mireya: Judith, ¿puedes ir a por mi móvil? Me lo he dejado en el cuarto de María.

Judith: Vale.

Me miró como dándome las gracias y me dio un poco de pena, porque después se mosquearía conmigo. Miramos a Álvaro y él captó enseguida que tenía que ir detrás de Judith. Cuando entraron los dos a la habitación, Blas y yo nos levantamos y cerramos la puerta. Suerte que tenía llave. Se escuchó un grito de Judith y después como alguien pegaba en la puerta. También se escuchaban unas risas. María y Dani salieron de la cocina y le contamos lo que habíamos hecho, después nos sentamos en el salón y nos pusimos a hablar. Al rato, se escuchó un porrazo.

Cuando Menos Piensas Sale el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora