Cuando Menos Piensas Sale el Sol

Capitulo 9:

----Narra María----

Mi madre me despertó y me mandó a por el pan. Fui y por el camino, me sonó el móvil...

María: ¿Sí?

X: Hola.

María: ¿Quién eres?

X: ¿No me reconoces?

María: No.

X: Bueno, da igual. ¿Qué tal con tu nueva vida?

María: ¿Qué te importa?

X: Casi nada, pero quería saberlo.

María: ¿Para qué?

X: Si supieras quien soy, lo sabrías.

María: ¿Te importa decirme quién eres?

X: No, prefiero mantener el anonimato.

María: Entonces eres un gilipollas que se aburre mucho.

X: Puede que sí o puede que no.

María: Mira, dime quien eres de una vez.

No hubo respuesta porque colgó. Llegué a mi casa y mi madre se dio cuenta de que algo no iba bien...

María: No pasa nada.

Carmen: Te conozco muy bien y sé que algo te pasa. ¿Quieres contármelo?

María: Bueno, es que me acaban de llamar.

Carmen: ¿Quién?

María: No sé, era número oculto y no ha querido decirme quien era.

Carmen: Pues la próxima vez que te llame no lo cojas.

María: Eso haré.

Carmen: Anda, ve con tu abuelo que hoy se siente mal.

María: ¿Y eso?

Carmen: No sé, pregúntale. A ti te lo cuenta todo.

María: Voy.

Fui al salón y me puse a hablar con mi abuelo para ver qué le pasaba...

Juan: No me pasa nada, solo me he levantado un poco mareado y ya sabes cómo son tu madre y tu abuela de exageradas.

María: Lo sé, pero si te encuentras mal, deberías ir al médico.

Juan: Te prometo que si me vuelvo a marear voy.

María: ¿De verdad?

Juan: Sí-yo le sonreí-.Y ahora cuéntame, ¿qué tal con Dani?

María: Bien, somos amigos.

Juan: Me parece bien, eso de que te eches novio tan joven no es muy buena idea.

María: Dani no es mi novio, solo es un amigo y apenas nos conocemos.

Juan: Ya, claro.

María: Es de verdad.

Juan: ¿Entonces por qué te brillan los ojos cada vez que hablas de él?

María: No me brillan los ojos.

Juan: Si tú lo dices.

Lo miré mal, preferí dejar el tema y nos pusimos a ver la tele. Media hora después comimos, me duché y salí a la plaza. Allí me volvieron a llamar, pero no lo cogí como me había dicho mi madre. Al poco rato, llegó Dani.

Dani: Hola-me sonrió.

María: ¡Ei!-le devolví la sonrisa.

Dani: ¿Qué tal?