Simplemente Yo

Capítulo 9: Un lugar especial

Al día siguiente nos despertó Ana llamando y tuvimos tiempo de separarnos para que no viese la extraña situación. David se fue a sus casa un poco antes de la hora de comer.

- Recuerda lo del Sábado, quedamos en la puerta del metro -me dijo susurrando de manera que Ana no lo oyese- Adiós - levanto la mano en gesto de despedida y se fue

Ana y yo sí nos quedamos (Ana es obvio que se quedaría en su casa). Yo me pasé todos los días pensando en esa clase de cita y parece que se me notó ya que Ana no paraba de preguntarme por qué estaba sonrojado. Pasó los días en casa de Ana y el Viernes bastante por la tarde volví a mi casa. Entonces me vino a la mente que David me dijo en la puerta del metro... ¿Estaría tan lejos su sitio como para tener que ir en metro? Cogí el móvil y empecé a hablarle para saber si íbamos a coger el metro y saber donde estaba ese sitio.

- Holii - saludé como yo lo hacía típicamente con mis amigas- oye, por qué quieres que quedemos en la puerta del metro? Tan lejos está ese sitio?

- Es que necesitamos coger el metro porque si que esta muy lejos. Nunca me ha gustado mostrarle ese sitio a nadie y a partir de la puerta del metro tendremos que caminar mucho asi que por favor guardame el secreto de ese lugar, vale? - me mandó el emoticono de un guiño y me sorprendí que escribía perfectamente. Según lo que sabía de él le habían expulsado muchas veces, en lo que lleva de insti lleva cuatro notas a casa por contestar mal a los profesores y nunca hace caso en las clases. Sin embargo, su único fallo a la hora de escribir eran las tildes. No sabía que una persona así podría escribir bien, la verdad

- Claro, lo guardaré, entonces a las 17:00 en la puerta del metro el Sabado,no? - eso había dicho hace unos días pero quería asegurarme

- Si, bueno me tengo que ir, hasta mañana -dijo él

- Hasta mañana - dije y ahí acabó la conversación

Estuve nervioso hasta el día siguiente, que era el día que habíamos quedado, a las 16:00, una hora antes me empecé a preparar: Me di una ducha, me vestí y me guarde el dinero para el metro. Después baje y me fui a la puerta del metro, que no estaba lejos de mi casa. Yo llegué totalmente puntual (cosa muy extraña en mi sinceramente) pero el llegó como 10 o 15 minutos mas tarde

- Que puntual - dije con sarcasmo y él sonrió

- Jajaja, lo siento, mi casa está muy lejos de aquí

-Bueno venga, vamos, tu me dirás a que estación ir - dije y empezamos a bajar las escaleras. No hablamos demasiado, cogimos los billetes y el me indicó por donde era, después de unas cuantas estaciones bastante lejos de mi casa por fin nos bajamos. Cuando salimos el empezó a caminar y yo intenté conocerle más. A pesar de que caminaba muy rápido y tenía las piernas largas no me costó seguirle el ritmo ya que yo siempre camino velozmente

- Bueno, chico malote ¿Y que has hecho malo últimamente? Aparte de pasar de los profesores como so fuesen transparentes a no ser que fueses a contestar de una mala manera- lo dije como burlandome pero en realidad tenía muchas ganas de saber como era él y que era lo peor que hacía

- Creeme, con esa pinta de bueno si supieses lo que he hecho no me volverías a hablar - y se empezó a reir- Bueno, así para no traumatizarte te diré que he hecho grafittis, roto coches y bueno, alguna que otra vez he insultado a la policía, ya sabes, lo típico, hay más cosas pero eso quizá te lo cuente más adelante -sonrió misterioso

Narra David

Que gracia que un niño con la pinta de bueno como Alex me haya preguntado eso. No me lo esperaba de él, pero siguió preguntándome cosas

- ¿Cuántas novias has tenido... - me sorprendió la pregunta- O novios? - bromeó

- ¿Novias? Jajaja, bueno, novias quizá 4 o 5, yo considero novia cualquier chica que me haya gustado más de un día, lo demás son líos, y líos habré tenido... No sé, muchos. Siempre salgo con alguien me enrollo con ella, follamos -se sorprendió ante la palabra- finolis... -susurré- y al día siguiente cortamos, creo que la novia que mas me duró fue unas dos semanas o menos- ¿Y tú? ¿Novias? ¿Novios? - se sonrojó y no estaba seguro si lo hizo solo en la última palabra