De nuevo mis pensamientos me habían distraído, de nuevo me había ido a la carretera cuando no debía, de nuevo un coche a gran velocidad, de nuevo Iván me había salvado. No sabía si alegrarme o avergonzarme.
- Yo... -Dije
- Está claro que eres una persona muy distraída -me miró simpáticamente.
- Eh... Bueno, depende de las cosas, pero estas distracciones nunca las había tenido, lo siento mucho. Ahora mismo debes de pensar o que soy un suicida o que soy imbécil.-Aparté la mirada porque me estaba muriendo de la vergüenza. Al menos le había encontrado.
- Ni mucho menos, simplemente ten cuidado. Hay muchas personas tan estúpidas que la humanidad agradecería que un coche las atropellase, pero perderte a ti sería algo horrible. No quedan personas tan buenas como tú que se hubiesen molestado en ayudar a ese perro desinfectandole las heridas. -Me estaba sonrojando
- Yo... Gracias. Tú también eres fantástico. -Intente sonreír a pesar de lo nervioso que estaba.
- Gracias -Sonrió amablemente- ¿Te gustaría dar un paseo?
-Claro que sí ¿A dónde iremos esta vez? - pregunté
- ¿Qué tal si vamos tan solo por las calles? No hace falta tener un destino fijo, formemos uno al azar -Le sonreí, me pareció una bonita frase.
- Claro -Empezamos a pasear
- Por cierto... Ayer me hablaste de un chico ¿Cómo es?- Me acordé de David y que ayer se me escapó lo de que me gustaba.
- Bueno... Es un chico que nunca hace caso en clase y rara vez hace los deberes que mandan a casa. Ya ha puesto nervioso a más de un profesor y alguna vez le han echado de clase. Es...- iba a seguir pero Iván me interrumpió
- Espera, espera, espera ¿Cómo es posible que a un chico como tú, una persona amable, buena e inteligente le guste alguien como él? -Dijo casi riendo
- Bueno... Siento que tiene algo. Además... Es guapo -Sonreí avergonzado.- Creo que tengo una foto suya en el móvil. Espera...
Narra Iván
Alex me enseñó la foto de un chico atractivo, con pelo rubio casi castaño, ojos azules y una camiseta ajustada. No me lo podía creer.
- David... -Susurré
- Sí ¿Cómo lo sabes? -Dijo Alex desconfiado
- Yo... Bueno ¿Él es el chico que te gusta? - Alex me miró más desconfiado aún.
- Sí... ¿Por qué lo dices? -No me lo podía creer, un chico como Alex con un chico con David. Si de verdad quería que Alex no sufriera debía evitar que empezasen a salir. Si Alex supiese todo lo que ha hecho David dejaría de gustarle, pero en ese caso tendría que contarle quien soy yo y también le perdería. Solo he estado un día con él, pero quiero conocerlo más. De momento intentaré que no sufra y le contaré quien soy más adelante.
- Nada, nada... ¿Y por qué no me hablas de ti? Hobbies, comida favorita, cuando naciste... Grupo sanguíneo - Le guiñe el ojo para que supiese que era una broma lo último.
- Bueno... Me gusta mucho los animales, sobretodo los perros. Se me suelen dar bien los niños y me lo paso bien jugando con ellos. Adoro, es decir... AMO el chocolate, aunque ¿Quién no? Nací una tarde lluviosa de Noviembre. Bueno vale, no sé si era lluviosa, pero era el 28 de Noviembre y mucho calor no debía hacer. No sé mi grupo sanguíneo pero soy una persona sana. -Sonrió- ¿Y tú?
- Pues, al igual que tú quiero mucho a los animales. No sé como soy con los niños. Me gusta muchísimo el chocolate. Y práctico algunos deportes para mantenerme en forma. Yo nací en una tarde también, pero de Abril, para ser más exactos el 18 de Abril. Tengo 14 años -Se sorprendió, aunque luego pareció pensar que era obvio que era mayor que él- Tampoco sé mi grupo sanguíneo y dime ¿Cual es tu libro favorito? -Pregunté
- Yo tengo 12 años. Mi libro favorito son los de magia y ciencia ficción. Pero sobretodo los de magia. Soy de libros típico Harry Potter, El Corredor del Laberinto, Los juegos del Hambre... Y muchos más, realmente mi preferido es la saga de Harry Potter ¿Y tú? ¿Y cuáles son tus gustos musicales? -Preguntó
- Suelo leer novelas más adultas. Pero eso no significa que los libros de fantasía no me gusten. Realmente me encantan, solo que no suelo decir que también leo libros de fantasía para que las personas inmaduras no se acerquen demasiado a mí. -reí
- ¿Y qué te hace pensar que yo soy diferente? -Sonrió maliciosamente.
- Pues a pesar de que casi te atropellan dos veces por distraerte -Sonrió avergonzado mientras se rascaba la cabeza- Cuando vimos al perro actuaste rápido sin perder la calma. Eso no lo hace cualquier persona, además estuviste muy tranquilo cuando vino la policía.
- Bueno... ¿Qué iba a hacer si no? No había hecho nada malo en todo caso - Seguimos hablando durante más de media hora sobre nuestros gustos en los cuales coincidimos bastante hasta que alguien le envió un mensaje a Alex y cuando el fue a mirar el móvil yo vi algo que me impactó.
¡David se estaba besando con una chica! No podía permitir que Alex viera eso. A pesar del poco tiempo se que Alex está muy enamorado de David y eso le hará daño. Aún que sepa que él esa así es peor verlo en persona. Entonces empecé a actuar rápido, me puse delante de Alex y el me miró.- Sabes, cerca de aquí hay una pastelería estupenda ¿Por qué no vamos? Te invito yo- Dije sonriente. Si se giraba vería a David besándose con la chica así que me puse a su lado tapándolos.
- No no no, no podría aceptarlo ¿Qué tal si seguimos paseando? -Empezó a caminar pero yo le paré
- Venga, no me importa invitarte y es una pastelería estupenda- Sonreí nervioso
- Pero no tengo hambre -Se notó que lo hizo por educación pero de repente le sonó la tripa lo que me daba una prueba de que lo que había dicho era mentira.- Bueno vale -Sonrió nervioso- Pero me sigo sintiendo mal porque me invites -Dijo incomodo
- No te preocupes - le indiqué el camino para que se girase- no habrá problema
Estabamos girando la esquina cuando de repente se escucha la voz de David
- ¡Alex!
Entonces antes de que Alex se girase le cogí de la mano y salí corriendo. Aunque no se estuvieran besando ya, estaría con la chica. No quiero que por culpa de David Alex sufra. Seguí corriendo hasta que llegamos a la pastelería. Solo ahí le solté la mano a Alex.
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Simplemente Yo
Roman d'amourHace poco se acabó el verano y voy a empezar 3° de la ESO. Pensé que sería un curso normal (obviamente lo pensé), con la misma rutina de siempre, lo que no sabía es que ese curso cambiaría mi vida totalmente. Cuando entré en mi nueva clase vi a un c...