Narra David
Fui a las clases, estaba furioso, había sido tan rápido y todos mis sentimientos estallaron. Sí, no lo parece, pero los tengo. Aunque los míos se basan en furia, odio o atracción.
Me senté al lado de Alex ¿Le contaría al director lo que había visto? En ese caso me expulsarían de nuevo, aunque ya eso ni siquiera importa, Alex... El cuál su rostro hasta hacía un momento estaba lleno de lágrimas ahora estaba con su expresión normal y corriente: una sonrisa que adornaba su cara ¿Cómo podía actuar tan bien? ¿O es que ni siquiera le importaba realmente? No quería tragarme mi orgullo de nuevo, pero ese chico me descontrolaba, su corazón parecía tan frágil... Pienso que sí, es de alma frágil y armadura de hierro, de forma que si sentía dolor nadie se daría cuenta. Quería protegerle, quizá mi corazón pensaba en él como un hermano pequeño, quizá tan solo un gran amigo, o bueno... Mis sentimientos hacia él eran confusos. Hacía un momento tenía ganas de darle un puñetazo y tenía las muñecas rojas de tantas veces que le había apretado. Sin duda me había desquitado con él, pero solo lo intentaría una vez más.- Oye... Lo s... -Me interrumpió.
- No hace falta que te molestes, -dijo sin mirarme a la cara.- ya he comprendido que tú y yo... -Bajó la cabeza y emitió un pequeño suspiro.- Que tú y yo somos muy diferentes. Que nunca podremos ser amigos.
- P... -No podía ser, su tono... Sus palabras... Creo que me había dolido.- Que sepas que no me tragaré mi orgullo dos veces. -Dije advirtiéndole enfadado.
- De acuerdo, así no tendré que oírte más. -dijo cortante pero con dolor.
Estaba muy enfadado con Alex, era la única persona con la que jamás me había tragado mi orgullo y me trataba así. Ya le advertí que no me tragaría mi orgullo dos veces y si no quiere que seamos amigos podremos ser enemigos.
Narra Alex
Me sentía dolorido ¿Por qué me tenía que haber enamorado tanto de él? Y sus palabras fueron muy duras. Sé que había intentado que le perdonase, ni siquiera yo sé por qué se lo negué. Supongo que mi corazón había recibido suficiente dolor como para soportar que me rechazase de nuevo. Le miré, él estaba columpiándose en la silla y unos segundos después cruzamos miradas. Sus ojos azules parecían examinarme de pies a cabeza, me sonrió burlón. No sé que pasaría entre nosotros, si ahora me odiaba, qué sentía por mí...
Bajé la cabeza tras esa sonrisa burlona y noté como mis ojos se cristalizaban.
Levanté mi mano y cuando el profesor me preguntó qué me pasaba le pedí ir al baño, ese profesor siempre me solía dejar y esta vez me lo iba a negar hasta que al mirarle a la cara vio como estaba a punto de llorar. Me dio permiso y le dijo a Ana que también podía ir ella. Ya en el pasillo que daba al resto de clases Ana habló.- ¿Qué te ha hecho ese imbécil esta vez? -Preguntó Ana.
- Bueno... Me dijo que ojalá no me hubiera conocido y que no quiere que esté en su futuro. -Contenía las lágrimas con dificultad pero lo estaba consiguiendo.
- Te advertí que no conseguirías nada bueno enamorándote de él.
- Ah, gracias por advertirme, supongo que gracias a eso ya me podría desenamorar y pum, de vuelta a mi vida ¿Crees que yo he elegido enamorarme de David? -Dije enfadado.
- Esta discusión es estúpida. -Dijo Ana secamente.
- Lo sé. Tan solo quiero que comprendas que yo tampoco sé cómo me he enamorado. Me rechazó de una manera cruel y me ha dolido. Por favor, intenta comprenderme. -Ana me miró a la cara y hizo algo que me sorprendió. Me dio un abrazo y susurró.
- Lo siento. Es que no quiero que te rompan el corazón, y yo ya sabía desde un principio que él te lo rompería.
Me limpié la cara y salimos del baño hacia clase. Nada más entrar sonreí a todos.
- Holaaa. -Dije ilusionado, aunque en realidad no estuviese muy feliz.
Las horas de clase pasaron y por fin pudimos salir de ese lugar que a pesar de que se hacia llamar instituto sabía perfectamente que la palabra "infierno" estaba escrita en cada una de sus puertas. Cuando salí me encontré con mi tía justo delante. No me esperaba nada bueno, su mirada lo decía todo.
- Confío en que serás fuerte para oír lo siguiente. -David se paró unos metros delante mía y nos miró alarmado. Ana también me miró a mi lado.
- Adelante. Me temo lo peor. -La miré a los ojos.
- Tu madre ha tenido un accidente. Cuando llegaron al coche ella estaba muerta. -David abrió los ojos impresionado, a mí se me cristalizaron, todo a mi alrededor desapareció. Sentí como me mareaba. Ana se tapó la boca para esconder su sorpresa. Todo, absolutamente todo mi mundo cayó encima mía. Todo.
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Simplemente Yo
RomanceHace poco se acabó el verano y voy a empezar 3° de la ESO. Pensé que sería un curso normal (obviamente lo pensé), con la misma rutina de siempre, lo que no sabía es que ese curso cambiaría mi vida totalmente. Cuando entré en mi nueva clase vi a un c...