Narra David
A la mañana siguiente me desperté, por una vez sin sueño, me fui a ducharme, me vestí con cualquier cosa, cogí la mochila y me fui al instituto sin desayunar. Había decidido tragarme mi orgullo y pedirle disculpas a Alex. Nunca, NUNCA me había tragado mi orgullo para pedir disculpas, no entendía por qué con Alex sí, pero supongo que es porque lo veo como un amigo de verdad. Era ya la segunda vez que venía antes que nadie y para sorpresa para mí unos minutos después entró Alex solo, con cara de sueño. Cuando me vio puso una cara entre sorpresa y asco. Yo intenté aprovechar mi oportunidad
-¡Alex! ¡Alex! -Grité para que me hiciera caso pero el me ignoraba- Alex por favor, quiero hablar contigo
- Pues yo no -contestó él cortante- no sé por qué tuve que venir hoy antes -rodó los ojos
- Alex por favor escuchame, lo que paso en el Lago... Bueno, yo creo que me enfadé y ...-me interrumpió
- Ni hablar, quizá deberías haberte controlado un poco, si cada vez que te enfades me vas a insultar pues no hace falta que te disculpes, no hace falta ni que me hables -dijo enfadado
- Pero... -de nuevo me interrumpió
- No hace falta que ni lo intentes, en serio, ni me hables. Dejame en paz - Esta vez me enfadé, quería que me escuchase y de nuevo perdí el control. Cogí las muñecas de Alex con una mano para impedirle que se escapara, con la otra mano le tape la boca, y el sonrojó - ¡Sueltame! -intentó decir por debajo de mi mano
- No -dije secamente- Quiero que me escuches ¿Vale? Yo perdí el control y dije cosas que no debería haber dicho. Nunca he pedido disculpas pero por una razón tú eres diferente, sin embargo no me quieres escuchar y eso me enfada - Me fije en sus ojos, de nuevo faltaba ese brillo pero lo que más me llamó la atención fue... ¿Estaban rojos? ¿Significaba eso que había llorado hace poco? ¿Sería por mí?
- Por favor, sueltame, mis muñecas -Sin darme cuenta estaba apretando demasiado. Aparte la mano de su boca para que le pudiera oír con claridad, pero no le solté. Estaba tan indefenso, ahora mismo podría hacer cualquier cosa y nadie lo vería, Alex no podría resistirse. Antes de que pudiera pensar más Alex se apartó sonrojado. Se había liberado de mi mano - No me vuelvas a hablar ¿Vale?
- Espera... Tienes los ojos rojos ¿Te ha pasado algo? - pregunté más preocupado que molesto porque se haya soltado
- Nada que te importe -Iba a contestarle cuando se empezó a oír gente por el pasillo y Alex se fue a su mesa como si nada le hubiese pasado y empezó a entrar la gente. Cuando Ana entró se puso a hablar con Alex. No podía dejar de pensar en lo que dije mentalmente antes de que Alex se soltara ¿Qué pretendía hacer?
Narra Alex
Cuando me liberé de la mano de David me dolían mucho las muñecas, me las mire y vi que tenía sus dedos marcados, las acaricié suavemente y le hablé con todo el odio que pude
- No me vuelvas a hablar ¿Vale? - realmente quería que todo se solucionase pero me sentía muy dolido por lo que me dijo. Solo había dormido dos horas y había llorado gran parte de la noche. Soy tan estúpido, llorar por una persona a la que acabo de conocer. Me odio a mi mismo.
Me preguntó por los ojos rojos y no le iba a dar el gusto de saber que él causó que estuvieran así. Respondí cortante y empezó a sonar la gente en el pasillo así que me fui hasta mi mesa como si nada hasta que vino Ana- Hey -saludó como siempre - Gracias por dejarme tirada eh - dijo con odio- Ojala te atropelle un camión -una de sus amenazas cariñosas típicas
- Dejame, hoy me apetecía venir antes ¿Ok? -dije cortante
- Vale, vale ¿Qué te ha pasado que estás tan borde? -me estaba poniendo nervioso y escondí mis muñecas ligeramente
- Nada, perdón, simplemente no he podido dormir bien - Le conté la mitad de la verdad de forma que no estaría mintiendola
- Y tanto, tienes los ojos con unas ojeras enormes y un poco ¿Rojos? Creo que alguien me tiene que contar algo. Primero estás borde, con ojeras y los ojos rojos ¿Que te ha pasado? -Ana podía ser un poco borde pero era comprensiva, era una buena amiga
- Bueno, yo... - de repente entró la profesora en clase y le agradecí que no tuviese que contárselo todavía. Por desgracia me acordé de que David se sentaba a mi lado. En cuanto la profesora terminó de preguntar que habíamos hecho en el puente David me lanzó una nota:
Hey, podemos hablar en el primer recreo? Todavía no hemos podido terminar nuestra conversacion
Doy gracias al cielo por no dejarte terminar la conversación, vete a la mierda. Adiós.
Así terminé la nota, el intento hablarme pero yo le ignoraba, terminó por cogerme de la muñeca de nuevo para que le hiciese caso y le quite el brazo alarmando ligeramente a la profesora, que solo dijo que nos callasemos. Unos minutos después mandó unos ejercicios y cuando fui a empezar a escribir me fije en que Ana estaba viendo las marcas de una mano en mis muñecas, se sorprendió y me miró enfadado. Supongo que por no haberle explicado antes que me había pasado
Pasaron las clases hasta el primer recreo y cuando Ana me llamó para irnos le dije que tenía que ir al baño. Justo antes de que entrase vi a David con Ana hablando. Me extrañé, pero luego recordé que Ana y David se conocían así que entré al baño un poco más calmado. Aún así no pude evitar pensar en que estarían diciendo.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente Yo
RomanceHace poco se acabó el verano y voy a empezar 3° de la ESO. Pensé que sería un curso normal (obviamente lo pensé), con la misma rutina de siempre, lo que no sabía es que ese curso cambiaría mi vida totalmente. Cuando entré en mi nueva clase vi a un c...