Empezamos a caminar hacía el parque mientras hablábamos por el camino
- Bueno Alex... ¿Vives por aquí cerca? -preguntó él supongo que para romper el hielo. Siempre que estaba cerca de un chico guapo me ponía nervioso, sobretodo con David, pero con Iván me sentía seguro y relajado.
-No, vivo bastante lejos de aquí, tan solo estaba paseando ¿Y tú? -dije yo
-Sí, cerca de este parque ¿Y cual fue la causa de que no estuvieran pensando en la carretera? - Le miré un poco nervioso y él me calmó con una sonrisa- Puedes confiar en mí. Antes admitiste que fue un amor ¿No?
- Bueno... -no quería hablar de David delante suya porque no quería decirle que era gay, así que le hable como una persona normal y corriente, sin especificar género- Una persona... Que sale con muchas personas y... No sé, casi nos besamos, pero me ha dicho mi mejor amiga que me aleje de él... Digo de esa persona -Ya la había cagado
- Con que de él ¿eh? Osea que es un chico lo que te gusta -esperaba que reaccionase algo ante la cosa de que era gay. Sin embargo no fue así- Continua. Al fin y al cabo si te duele algo por amor, da igual el género. Igual yo te puedo consolar o algo -Sonrió sinceramente y un escalofrío de seguridad me recorrió el cuerpo
- Bueno... Casi nos besamos pero él sale con muchas chicas, se acuesta con ellas y ya. Me ha dicho mi mejor amiga que me aleje de él, ya que le conoce y solo me hará sufrir o me utilizará en caso de que le guste. Pero él me dijo que quería ser mi amigo y no quiero alejarme de él. Ese es mi problema -Dije lo más rápido que pude para que no lo entendiese muy bien.
- Pues está claro que te gusta bastante para meterte tanto en tus pensamientos. Básicamente, si él quería ser tu amigo ¿Por qué no lo intentas? Puede que sea heterosexual, pero donde hay amor, puede que cambie. Que salga con muchas chicas y se acueste con ellas ¿Qué más da? Te ha pedido ser tú amigo, y estoy seguro porque he conocido más personas como él que si quisiera acostarse contigo y ya simplemente te lo hubiese dicho sonriendo. Esos chicos que se creen tan guapos son así. Una mirada y cualquier chica se vuelve loca por hacerlo con él. Pero nunca muestra interés en otra cosa -sonrió maliciosamente- Entonces... ¿Por qué te iba él a pedir ser su amigo?
- T...tienes razón -sus palabras me animaron bastante.
- Se su amigo y ya veremos que pasa después ¿No crees?-Sonrió de nuevo. Si lo hacía una maldita vez más me derretiría
- Sí claro, tienes toda la razón- Iba a darle las gracias cuando de repente vi un perro en una zarza atascado- ¡No! -Corrí hacia él y cuando Iván se fijo vino el también.- No te preocupes, te sacaremos de aquí. Iván por favor, ayudame
- Por supuesto. - Iván lo cogió a pesar de lo grande que era y yo le iba intentando apartar las ramas del camino. Al fin lo conseguimos y me fije en las patas heridas por los arañazos de las zarzas.- Pobrecito.-Dijo acariciando al perro.
- Tengo una idea. No podremos curarlo, pero si podemos ayudar a que se cure. Mojame este pañuelo en la fuente de allí, por favor -Saqué un pañuelo de mi bolsillo y el fue corriendo a mojarlo. Cuando volvió me puse a limpiarle las heridas
- Muy buena idea. De esa forma no se infectarán las heridas.- El perro se quejaba un poco, pero yo le intentaba tranquilizar con mis palabras.
- No te preocupes, solo será un momento. Te lo prometo -Con una mano le limpiaba las heridas y con la otra le acariciaba la cabeza. De repente Iván sacó un cacho de tela y me habló
- Mira esa herida grande. -La miré, no me había fijado hasta ahora, estaba en una pata y era un gran arañazo, me puse rápidamente a limpiarla. El perro se quejó y lo hice lo más suave que pude.- Desinfectala y yo le pondré un cacho de tela mojado. De esa forma la herida no se infectará y el agua calmará ligeramente su dolor.
- Sí, eres un buen veterinario -le Sonreí y él me correspondió la sonrisa. Cuando terminé de limpiarle las heridas Iván le vendó la pata- Por cierto ¿De dónde has sacado ese cacho de tela?
- No sé, estaba en mi bolsillo, ni sabía que estaba ahí -nos empezamos a reír. Iván terminó de vendarle la pata y yo abracé suavemente al perro. Él me lamió la cara y a Iván le restregó la cabeza por la pierna en signo de cariño. Creo que ese perro, Iván y yo acabábamos de empezar una nueva gran amistad. Iba a darle las gracias pero de nuevo no pude- ¡Oh! ¡Tú mano!
- ¿Qué? -Me miré la mano. Tenía un arañazo muy feo del que no me había fijado, había sentido un escozor, pero pensé que serían cosas mías. Antes de que yo pudiese reaccionar Iván cogió el pañuelo mojado, y me cogió de la mano. Se puso a limpiarme la herida sentados en el suelo mientras el perro observaba mi herida. Mientras Iván me limpiaba de sangre el arañazo el perro me restregó la cabeza con mi hombro cariñosamente. Cuando Iván terminó buscó otro trozo de tela en su bolsillo, y efectivamente tenía otro.
- Jajaja, que extraño, pero me alegro de haber tenido dos -Dijo mientras se iba a mojar el pañuelo. En cuanto volvió me vendó la mano y me empezó a hablar- No sé si servirá, pero a mi de pequeño me ayudaba mucho. Sana sanita, culito de rana, si no se cura hoy se curará mañana- Me recordó a cuando mi madre me la cantaba cuando me hacía heridas de pequeño. De repente tal y como se solía hacer después de la canción poso sus dulces y cálidos labios sobre mi herida. Tenía la venda, pero aun así pude sentir el calor que transmitían. Me sentía tan seguro a su lado. Entonces no pude evitarlo y ante la vista del perro abracé dulcemente a Iván. Él me correspondió el abrazo. Su abrazo transmitía tanta calidez y seguridad. Es como si en sus brazos no me pudiera pasar nada malo. Sobre la herida, después de sus cálidos labios ya no sentía nada de dolor. Sentía que no me había enamorado, pero que le quería mucho. Me había salvado de ser atropellado y de una gran herida. Me había curado con tanta suavidad y cariño que casi se me saltan las lágrimas al recordar cuando mis padres me curaban. Quería que ese abrazo nunca terminase. Que fuese eterno.
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Simplemente Yo
RomanceHace poco se acabó el verano y voy a empezar 3° de la ESO. Pensé que sería un curso normal (obviamente lo pensé), con la misma rutina de siempre, lo que no sabía es que ese curso cambiaría mi vida totalmente. Cuando entré en mi nueva clase vi a un c...