Capítulo 37

64 4 0
                                    

Harry PDV

Bueno las cosas no habían salido exactamente como las predije pero al menos Gabriela se había metido en problemas el cual era mi objetivo.

- Felicidades, eres oficialmente parte del club- me dice Aimée al salir de clase- que lástima que también te hayas metido en problemas, yo que pensaba darte todo mi apoyo de animadora en la práctica de hoy- dice fingiendo una cara de tristeza- pero supongo que será para la próxima. Dice poniéndose de puntillas y dándome un beso en la mejilla para luego marcharse.

- ¡No te alejes cuando te hablo!- Escuché a Tom decir, dirigí mi mirada hacia él y lo vi sujetando agresivamente a Gabriela de la muñeca.

Nuestras miradas se cruzaron y tomó todo de mí para no ir hacia él y golpearle la cara hasta que quedara irreconocible. Después Gabriela me miro por igual y luego de zafarse de su agarré intercambio unas cuantas palabras y se marchó dejándonos a mí y Tom intercambiando miradas como dos perros que están listos para atacar. Una chica se acerca a Tom y empieza a conversar con él haciendo que nuestra guerra de miradas termine y seguido hago mi camino al salón de detención.

Gabriela PDV

Al poco tiempo de mi llegada al salón de detención y de haber tomado asiento llega Harry y se sienta a mi lado.

- ¿De tantas sillas no pudiste elegir una que estuviera aún más cerca?- Le digo irónicamente en un tono que deja claro mi ira hacia él.

- Puedo intentarlo. Dice con una sonrisa malévola arrastrando su silla hasta pegarla con la mía.

- Imbécil.

El señor Richardson entra al aula y pone todas sus cosas sobre la mesa.

- Bueno chicos queda de sobra mencionar la razón por la que están aquí así que me ahorrare saliva, ya saben las reglas, no pueden comer ni beber dentro del aula, no pueden usar los teléfonos celulares, y bueno el resto ya lo saben.

– Me la pagaras muy caro. Le susurro a Harry mientras Mr. Richardson habla.

– Eso lo veremos. Me responde sin dejar de mirar al maestro.

– ...y pues como yo no estoy castigado como ustedes y tengo mejores cosas que hacer que vigilar jóvenes problemáticos si alguien me necesita estaré en el salón de profesores corrigiendo exámenes, ni se les ocurra hacer ninguna tontería, hay cámaras por todos lados aunque no pueden verla, así que ya saben. Dice finalmente marchándose. No habían transcurrido unos dos minutos desde que el profesor se fue y Harry ya se encontraba de pie.

– Bueno yo iré a fumarme un cigarro y buscar algo de comer, ¿alguien me acompaña?– dice mirándome pero yo no hice más que apartar la mirada irritada y buscar mi papel de bocetos para adelantar mi proyecto, revise el bolsillo de mi pantalón y me di cuenta que no estaba, desesperada empecé a buscar en todos mi bolsillos y todos lados pero nada.

– Yo te acompaño. Dice una chica punk con cabello negro y mechones fucsia poniéndose de pie.

– ¿Qué hay con lo que dijo Mr. Richardson?– pregunto un chico con look de vender cosas ilegales.

– Todo es mentira, ya he estado aquí y me he escapado antes, no hay ninguna cámara, Mr. Richardson se va siempre a la sala de profesores a echar una siesta mientras ve en la televisión algún extraño programa de geometría y no vuelve hasta que la hora acabe.

Tras dicho esto el chico parecía convencido con su palabra y se puso de pie por igual, poco a poco los alumnos fueron saliendo por la puerta.

– Solo asegúrense de volver antes de las cuatro– dice Harry a los alumnos que se escapaban– ¿piensas quedarte aquí una hora sin hacer nada?– dice acercándose a mí.

Un desconocido en casa (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora