Louis PDV
— Llegamos. Le digo a Aimée tras aparcar frente a su casa.
— Gracias. Me responde saliendo del auto y caminando a la entrada de la casa.
— Aimée. La detengo a medio camino y me voy acercando.
— ¿Sí?
— Realmente lo siento por todo lo que estas pasando, pero no hay necesidad para usar una máscara, sé tú misma sin importar que…–fueron las únicas palabras de consuelo que me salieron en esos momentos, un poco cliché debo admitir.
— Gracias. Me dice con una genuina sonrisa, sinceramente creo que nunca antes la había visto sonreír de esa manera, aparte de con la intención de seducir.
Me devolví al carro y espere allí a que entrara a la casa pero nunca lo hizo, se quedo allí mirando la casa como si fuera una especie de monstruo, salí del carro y me quede recostado del mismo en silencio y fue cuando pude entender sus razones. Casi por todo el barrio se podían escuchar las feroces voces provenientes de la casa y a través de la cortina de la sala que daba hacia la calle pude ver a su madre cruzar empujando a su padre mientras le gritaba.
— Vamos. Le dije sujetándola por los hombros y guiándola al interior del auto. Allí permanecimos unos segundos en silencio, escuche sollozos y seguido la lluvia comenzó a golpear el capo del carro acompañando a Aimée en sus sentimientos, visto esto arranque el motor y nos marchamos.
Una vez en casa en lo primero que me fijo es en el ventanal de la habitación de Marcus. Las luces apagadas me indican que ya se encuentra dormido o al menos eso quiere que piense, es impredecible, sumamente inteligente y engañoso.
— Pasa. Le digo abriendo la puerta.
— Siéntete como en casa. Le digo, ella toma asiento en el sofá.
— ¿Quieres té verde?– le ofrezco, ella asiente.
Voy a la cocina por un par de tazas de porcelana y una tetera con agua caliente, y aprovecho para revisar mi celular que había vibrado más veces de las que podría haber contado.
Jeremy…
Diez llamadas pérdidas de mi hermano Jeremy, hace pocos días habíamos discutido por una estupidez y seguro que llama para disculparse, siempre ha sido el que cede, pero ahora no me siento de humor para contestar su llamada.
— Aquí tienes. Le digo colocando ambas tazas en la mesa de estar, coloque las bolsas de té dentro de las tazas y deje que el agua caliente dispersara el contenido.
— Gracias.
— Puedes dormir aquí si se te apetece. Le sugerí.
— No quisiera ser molestia. Dice mirando el contenido de la taza.
— Wow. Digo soltando una leve carcajada.
— ¿Qué?
— Claramente no conocía esa parte de ti.
— Cierra la boca. Dice con una sonrisa.
— Bueno tomare esa sonrisa como un sí me quedare a dormir.
— Gracias Louis.
— Ya basta con los agradecimientos, mejor descansa, ya verás que mañana estarás mejor. Le digo, ella solo asiente, voy al armario en busca de una sabana y almohada y tras arreglar el sofá cama me marcho.
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Un desconocido en casa (EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarGabriela es una chica que tras haber sufrido un accidente automovilístico desarrolla amnesia. Luchando para recuperar sus recuerdos, su vida se ve alterada por Harry, un chico que viene de intercambio para poner su vida patas arriba. pero... ¿qué os...