Louis PDV
Tras aquella extraña noche, me levante moviendo las manos en busca de algún cuerpo a mi lado pero en su lugar encontré sabanas vacías, me senté en la cama y mire a mi alrededor en busca de alguna señal de que lo que había pasado no había sido un sueño pero no encontré ninguna que me lo confirmara. Me levante de la cama y baje los escalones sin preocuparme por colocarme algo sobre mi semi–desnudo cuerpo, a fin de cuentas vivía solo con Marcus aunque aun estaba en proceso de adaptarme a sus mañas y andanzas así como él a las mías.
Cuando llegue al primer piso saltando los escalones de dos en dos, me encontré con Marcus en la cocina quien a tales horas de la mañana se encontraba vertiendo vodka en su café matutino, me quede fijamente mirando la cantimplora vaciar su contenido mezclándose con el oscuro color del café.
— ¿Qué?– me pregunto Marcus al ver mis ojos fijos en la taza.
— Nada. Digo sacudiendo ligeramente la cabeza.
— Oye no seas tan fácil, si quieres llegar más lejos en esta relación deberás coquetear conmigo un poco primero. Se burla mirándome de pies a cabeza.
— Como digas– digo rodando los ojos irritado– por cierto ¿de casualidad no has visto a una chica alta de cabello largo negro marcharse?– le pregunto esperanzado de obtener una respuesta a mis dudas.
— ¿Te refieres a una qué andaba con un vestido de fiesta?– me pregunta sorbiendo el café.
— Si.
— No viejo, yo no vi nada.
— Marcus…– le advierto alentando al chico serio que guarda en su interior a salir.
— Está bien, se fue hace como treinta minutos.
— Vale, gracias. Le digo dándome la vuelta para volver a subir las escaleras.
— Louis. Me detiene.
— ¿Sí?
— Un chico llamado Jeremy te ha llamado unas diez veces desde que me levante.
— Está bien, ya lo llamare. Le digo subiendo las escaleras y como si fuera por arte de magia nada más hice entrar a mi habitación para que mi celular empezara a sonar.
Me acerque a él y la pantalla me mostraba una llamada entrante de Jeremy, era ahora o nunca. Tome el teléfono y conteste.
— Si es por la pelea de anoche, descuida ya la he olvidado. Le digo a mi hermano antes de que pudiera decir una palabra. Pero en vez de aliviarme con sus usuales palabras de "Lo siento" o "¿Entonces estamos bien?". Llega para angustiarme con terribles noticias.
— ¿Estás seguro de eso?– le pregunto tragando en seco y sintiendo mi cara palidecerse.
— ¿Cuándo?– pregunto por más información.
— Está bien, te llamo luego. Le digo colgando el teléfono y tirándome en la cama para digerir la noticia.
Gabriela PDV
Aparcamos frente al típico restaurant texano con su gran letrero fosforescente y su madera crujiente. Nos acercamos a la entrada donde un hombre cuidaba la puerta parado frente a un podio.
— Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlos?– dice con una sonrisa reluciente.
— Una mesa para dos, por favor. Dice Harry.
— Claro, si podría usted esperar unos treinta minutos por favor.
— ¡¿Treinta minutos?!– pregunta irritado.
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Un desconocido en casa (EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarGabriela es una chica que tras haber sufrido un accidente automovilístico desarrolla amnesia. Luchando para recuperar sus recuerdos, su vida se ve alterada por Harry, un chico que viene de intercambio para poner su vida patas arriba. pero... ¿qué os...