Seis

9.6K 826 42
                                    

No corregí errores ortográficos






- ¿Estas lista, Charlie?.- Miro a mi padre con ojos de filosas navajas.

- Si, seguro.

- Hija, solo seran dos meses.

- Ya, estare bien, no es la guerra, ¿no?

- Es la guerra contra tu peso.- Susurra mi madre y yo vuelco los ojos.

- Chicas vamos, el porton se cerrara en dos minutos.- Grita una mujer con un altavoz en mano.

- Vamos, anda.- Me sonrie mi padre.

- Los vere luego.- Solo abrazo a mi padre, desde hace años no recibo un abrazo de mi madre, y no creo que me lo de hoy. Ella solo me hecha una mirada, ni siquiera me sonrie. No es nada nuevo. Sin decir mas entro al dichoso campamento. Hubiera jurado que era en el aire libre, pero mas bien parece una carcel.

- Formen una fila.- Grito mister general, es una mujer con un cuerpo casi masculino por tanto musculo que tenia, alta y piernas estilizadas, cintura pequeña y creo que debajo de toda esa ropa tenia un adomen muy marcado, brazos largos al igual que su cuello, cabello rubio y ojos negros - Esta es la lista de con quien compartira una habitacion.

- Señorita Rosell, ¿podemos compartirla de tres?.- Pregunta una chica que ni siquiera se en que lado esta.

- No, señorita Smith, sabe cuales son las reglas.- Sentencia con su voz ruda.

- Okay.

- Smith y McFoy, habitacion uno, Ritchwell y Steel a la dos.- Y asi fue hasta que al fin llega a mi - Wells y Jenner a la veinte y siete - En menos que lo que canta un gallo las demas chicas empezaron a susurra.

- En esa habitacion se aparece una niña.

- Suerte que no nos toco a nosotras.

- Si, esa niña se corto las venas porque no queria estar aqui y sus padres la dejaron a la fuerza.

Y un monton de cosas mas que ya me tenian los pelos de punta.

- Hey, no te asustes, solo lo dicen para molestar.- Una chica bastante amigable se acerco a mi.

- Yo... Dios, me da tanto miedo de tan solo pensarlo.

- Si, soy Nathalia Jenner.

- ¡Ho!, tu eres mi compañera.

- Wells.

- Si, Charlotte Wells.- Me presento lo mas amigable que pueda.

- Antes de que se vayan a su habitacion van a pasar a pesarse, desde hoy comenzamos con los ejercicios.- Grito la generala, su nuevo apodo.

Nos volvemos a formar en fila india y pasamos a la balanza. Nathalia esta detras de mi. Tengo años que no me peso, no lo necesito mi figura me dice que estoy gorda.

- Nombre, apellido y edad.- Me pregunta otra mujer.

- Charlotte Wells, dieciséis años.

- Sube a la balanza.- Asiento y si siquiera miro como se muebe aquella manecilla.

- Ochenta y cinco kilos, tendras que trabajar mucho este verano, recoge tus cosas y ve a tu habitacion.

Tome la llave y antes de irme le dije a Nathalia que la esperaria en el pasillo, ni loca entraba sola a ese lugar.

- ¿Como te fue?- Le pregunte cuando llego.

- Noventa.

- Bueno, hay que vestirnos para la accion.- Sonreimos al mismo tiempo. Cuando entramos en la habitacion nos quedamos serias, no podria negar es un tanto espeluznante, son solo dos camas, cortinas negras que tienen un que otro parche, una alfombra sucia y un baul junto a un pequeño armario. No negare tenia miedo.

- Anda, entra.- Ni siquiera me di cuenta de a que hora habia entrado Nathalia.

- Oye Nathalia...

- Solo Nat, mis amigos asi me llaman todo el tiempo.

- Okay, Nat, ¿De donde eres?- Le pregunto sin observarla, tengo que encontrar algo para hacer ejercicio.

- Wichita.

- ¿Kansas, no?

- A si es, ¿Y tu?

- Winona.

- Genial, este verano me mude a ahi, mi padre recibio una oferta muy buena de trabajo y no pudo negarse.

- Dios, ¿En serio?- Pregunto con la sonrisa mas enorme que tengo.

- Si, ire a Senior High school.

- Estoy ahi, pase a segundo año.

- Genial. Yo igual, bueno al menos tendre a una amiga con quien charlar en el almuerzo.

- Demonios, no hay señal.- Murmuro moviendo el movil por casi todo el lugar.

- ¡¿Que?!

- Tal vez sea solo aqui, rapido, hay que cambiarnos e ir afuera.

*

- Para informarles desde una principio, aqui no hay ni un tipo de sañal para sus moviles.- Todas soltamos un ¡QUE!.

- ¿Y si hay un incendio?

- Toda la casa tiene instaladas regaderas con el mas minimo humo se activan, hay una enfermeria con todos los medicamentos necesarios, el movil se puede usar solo para musica o si tienen un Iphod sera de mucha ayuda. El ejercicio empieza hoy en cinco minutos, durara aproximadamente dos horas. Mañana empezara desde las seis de la mañana y se terminara a las ocho, desayuno a las nueve y tienen libre hasta las seis de la tarde, despues de esa hora haremos ejercicio de nuevo hasta las ocho de la noche. Si quieren comunicarse con alguien tendra que ser por cartas, cada semana la instructora Claudia llevara la correspondencia al pueblo mas cercano.

- Wow, parece un maldito internado.- Le susurro a Nat.

- Si, ¿porque demonios accedi a esta carcel?

- Bueno, tu tenias opcion pero yo no, me alegra de que estes aqui.- Le digo apretando un poco su hombro, me mira y me sonrie.

- Vamos chicas, al gimnasio.- Grita para que todas podamos escucharla.

Cuando entro me quedo asombrada, es enorme, casi tiene cuarenta caminadoras, escaladoras de la misma cantidad, pesas de diferentes kilos, y todo eso que tiene un GYM. La primera media hora nos ponemos a caminar, veinte minutos de escaladora, y lo que resta en "reafirmar" el cuerpo.

Literalmente termino casi agonizando, mi corazon esta a punto de salirse por mi boca. Dios, cuanto sin hacer ejercicio.

- Pueden irse a duchar, en una hora las veo en el comedor.

Ya en la habitacion Nat y yo jugamos piedra, papel o tijera, para ver cual de las dos se ducha primero. Obvio su servidora es la que gano, no es por presumir pero soy buena en eso, tuve un buen maestro, si, Jeremy me enseño.

Cuando me duche me vesti solo con unos pantalocillos holgados y una blusa de igual estilo, mis crocs, y estaba lista.

- Chicas solo un ultimo aviso, ya este dia no habra mas ejercicios, es todo por hoy y pueden hacer lo que quieran que este permitido en el reglamento. Lo de hoy solo fue como calentamiento para mañana, dependiendo de sus avances los ejercicios iran aumentando.

Dicho eso salio del comedor y al fin nos dejo en paz, cuando termine no aguantaba mas mis ojos, asi que decidi irme a la habitacion que aun que me da un poco de miedo, el sueño lo vencia todo.

El proximo capitulo sera el ultimo dia de campamento, porque sinceramente no tengo nada importante que narrar de eso.

Espero y que la novela les vaya gustando, y si es asi, dejenmelo saber en los comentarios y con sus estrellitas encendidas.

M. Cañez

Bye.

El amor no se mide por tallas (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora