Diecisiete

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No corregí errores ortográficos.

En la imagen OWEN


- ¿A donde vamos? - Dije subiendo a la moto de Elliot, me había vestido más sencilla que la última vez. Y por suerte esta vez Dawson no apareció.

- Pasaremos a comprar algo y te llevaré por hay - Me guiño el ojo.

Después de agarrarme como un cien pies a él, pasamos por helado, sodas, chips y golosinas. Condujo hasta una montaña a la que nunca había venido.
- ¡Wow! Elliot, es muy lindo - La vista era magnífica.

Era apenas las 4:30 p.m. abrimos el bote de helado de chocolate, típico. Y lo empezamos a comer.

- Estas muy bronceada - Murmuró antes de comer una papa.

- Estaba en Santa Bárbara - tomé un sorbo de agua, tanto dulce me estaba empalagando.

- Es muy bonito, hace tres años estuve ahí - Su cara se iluminó por una sonrisa.

- Mi tía y abuela viven allá, así que quise ir a pasar un tiempo de calidad con ellas, ¿tu con quien fuiste?

- Fueron las últimas vacaciones que pasé con mi hermano, él se fue a estudiar a Indiana.

- ¿Hace mucho no lo vez?

- Se suponía vendría en estas vacaciones pero conoció a una chica y decidió pasarlas junto a ella.

- Es lindo que haga eso, pero también es triste que no lo vayas a ver, ¿Porque no vas?

- Tengo un empleo, necesito ahorrar para la universidad.

- Pero tu padre es el dueño.

- Si, pero a él le gusta que ganemos nuestro dinero con nuestro propio esfuerzo, él pagará la universidad pero mis "lujos" - Hizo comilla con los dedos - Esos me los tengo que pagar yo.

- Es un padre que no mal impone a sus hijos.

- Aveces, yo ahorro mi sueldo y el me da para mis gastos personales diarios.
Después de una larga, larga charla bajamos de la montaña cuando ya está un poco oscuro.

- ¿Quieres ir a cenar o algún otro lugar? - Negué, ya pasaban de las siete y no tenía hambre con tantas golosinas que había comido.

- Fue una linda tarde, tal vez para la otra.

- Gracias por aceptar salir conmigo.

- No es nada - Se acercó un poco a mis labios y moví mi cabeza, Elliot me caí bien pero mi primer beso no sería con él, mi corazón aún late por Owen. Le di un rápido beso en la mejilla y abrí el portón para entrar.

En la sala esta mi padre con el móvil en la oreja, ni siquiera se percata de mi presencia, paso de largo a mi habitación.

*

- Así que saliste ayer con Elliot - Asiento con una sonrisa.

- Es buen chico, ¿Has visto a Marcus? - Sus mejillas se sonroja.

- Ajá - Desvía la mirada.

- Me contó, no tienes por que evadirme - Me mira con los ojos bien abiertos.

- ¿Qu-Que exactamente?

- El beso - Su cara es épica - Admite que te gusta, por Dios, desde que se conocieron se gustan pero como son tan orgullosos ninguno lo dice.

- Las primeras semanas lo odiaba - Nos reímos.

- Se ven bien juntos.

- ¿Qué tal sí vamos a rentar un par de películas y compramos pizza?

- ¿Una tarde de chicas?

- Una tarde de chicas - Repito.

- ¿En serio iremos caminado? - Alza sus cejas.

- No que tan lejos, de regreso podemos pedir un taxi - Ánimo a Nat, en realidad no quedaba tan lejos.

- Okay.

Y antes de llegar al portón mi vista se fija en un Owen completamente sexy con un short negro de traje de baño y una playera roja. Escucho que grita algo pero no puedo distinguir que es. Abrimos el portón y caminamos sin fijar mi vista en él.

- Hey, Charlotte - Mi piel se eriza, hago oídos sordos - Espera.

- Te hablan - Me golpea el hombro Nat.

- No.

- Charlotte - Siento su mano en mi hombro, su respiración esta agitada.

- Owen - Intentó sonar sorprendida.

- Que alegría que ya estés aquí - Me abraza y yo no se si devolver el abrazo - ¿Cuando llegaste? - Se separa con esa hermosa sonrisa en su rostro.

- Antier - Miró a Nat para que diga algo pero esta disfrutando de mi llamado de auxilio.

- Mañana iremos a Willow beach, me preguntó si ¿quieres... perdón, ¿quieren ir con nosotros? - Me mira a mi y luego a Nat.

- Bueno... la verdad me encantaría...

- ¿Quiénes irán? - Nat me interrumpe.
- Dawson, Khloe, una amiga de ella y cuatro amigos más.

- ¿Khloe? - Una sonrisa malvada aparece en su rostro.

- Gracias, pero no creo que me dejen ir, acabó de llegar de vacaciones y...

- ¿Aque hora nos vamos? - Miró extrañada a Nat - Charlie y yo tenemos que arreglar las cosas.

- Saldremos a las ocho de la mañana.

- Okay, aquí estaremos en tu casa, bueno, ahora tenemos prisa - Me toma de la mano y me hace que camine rápido.

- ¿Qué estas tramando? - Entre cierro los ojos.

- Nada, sólo hay que divertirnos. Le avisaré a Marcus para que preparé sus cosas.

- No creo que me dejen ir, ya sabes como es mi madre y si le digo de último momento se pondrá furiosa - Dije tratando de hacerla cambiar de opinión.

- Yo me encargaré de eso - Sonríe.

Los capítulos han estado muy cortos pero es que la inspiración no llega a mi :(

Espero y que les guste este capitulo.

Gracias por seguir leyendo.

M. Cañez

Bye.

El amor no se mide por tallas (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora