Veinticinco

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No corregí errores ortográficos.

- Las dos se ven... hermosas - No soportaba más esto, estaba apunto de dejar que se fueran solos.

- ¿Nos podemos ir?

- Si, si claro - Caminamos hacia su auto, ayudó a subir a Mónica y después a mi al frente.

En verdad quería golpearlo.

- ¿Vas en la escuela Mónica, verdad?

- Si, ya es mi último año - Empecé a mirar por la ventana, sentí una mano en mi pierna, me tense, mire la mano de Dawson y luego lo mire a él, su mirada era oscura. La aparte de un manotazo.

¿Pero que demonios le pasaba a este?

Quince o más minutos de pues llegamos, aun todo estaba calmado pero la música se escuchaba a unos cuantos metros de distancia, era más o menos del tamaño de mi casa pero su piscina estaba al frente.

- Owen, pensé que ya estarías adentro disfrutando de la fiesta - Dijo su hermano.

- Estaba pero tuve una pelea con Khloe y... terminamos, sabes creo que me iré a casa.

- ¿Qué? ¿Terminaron? - En estos momentos debería estar saltando de felicidad.

- No, hermano, quédate hay que disfrutar a demás no te veo triste.

- No sabes cuanto deseaba esto - Sonrió, quería llorar de felicidad, baje la cabeza y limpie una lágrima rebelde que se me había escapado - Wow, Charlotte te vez... hermosa - Levante la mirada, me halagaban sus palabras.

- Gracias - Fue lo único que pude decir, quería correr abrazarlo.

- Podemos entrar - Todos Asentimos.

Dentro de la casa había más personas de las que se podían estar en ese lugar, unos empujaban a otros y apenas asi podias entrar, sentia que me estaba asfixiando, Mónica me tomo de la mano, creo que no quería quedar atrapada en la multitud, tomé el brazo de Dawson que iba frente a mi, Dios ya quería salir de aquí.

Después de empujones y tropezar un par de veces llegamos a la "barra".

- ¿Qué vas a pedir? - Habló serca de mi oído Dawson.

- Una pepsi - Me miró y se hecho a reír, me puse lo más sería posible.

- Ya está bien - Levantó las manos.

- ¿Y tu, Mónica?

- Lo mismo que Charlie.

- Oh vamos, no seas aguafiestas como tu amiga - Se quejó, ¿Qué yo era aguafiestas? No sabía con quien se había metido.

- Hey, Charlie - Elliot hablaba tras de mi, reconocí su voz enseguida.

- Hola Elliot - Me gire para verlo, se veia muy bien.

- Te ves muy bien.

- Si, los pantalones están un poco ajustados - Cuando me los quitará tendría una marca. Se río.

- ¿Quieres que te pida algo de tomar? - Me encogi de hombros.

- Si, gracias.

- ¿Qué estas haciendo? - Me giró en la silla.

- ¿Qué? - Fue lo único que pude decir.

- Toma tu estúpida Soda - Me sobre salté cuando estrelló el bote contra la barra.

- No tomaré eso - ¿Pues que se creía este? Me puse de pie.

- Toma - Elliot me tendió un vaso con un fuerte olor a alcohol.

El amor no se mide por tallas (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora