No corregí errores ortográficos.
Natalia en la foto.
- Llegamos - Abrí los ojos y miré el lugar, realmente era muy bonito, el camino era de piedras y naturaleza verde, bajamos del auto y Dawson tomó mi bolso con mi equipaje, no, no le iba a dirigir la palabra.
- ¿Cuántas habitaciones vamos a rentar? - Preguntó Owen.
- Dos.
- Podemos acomodarnos como veníamos - Dijo unos de los chicos.
- O que cada quien rente las habitaciones que quiera - Propuso Khloe, al fin le funcionaba el cerebro.
- Rentaremos una para los tres - Propuso Marcus, gracias a Dios, no pensaba dormir en una habitación con Dawson.
- Nat, ¿Podrías pedirle mi bolso a Dawson? - Asintió.
Pagamos la habitación y salimos de la recepción.
- Dijo que se la pidieras tu personalmente.
- Estúpido.
- ¿Quieres que vaya yo? - Pregunto Marcus.
- Iré yo, ¿Tienes la llave, verdad?
- Si, habitación 40.
- Okay, ahorita los alcanzó.
Después de decir eso camine al jepp donde Dawso se encontraba con la chica hablando muy... demasiado serca. Mi bolso se encontraba enésima del asiento, así que la podía tomar sin problema alguno. Cuando la tomé él puso su mano sobre ella, ¿qué es lo que quería?, miré a su mano y luego a él. La pelea de miradas terminó cuando mi móvil sono. Miré el número, era mi papá.
- Charlie, cariño, ¿Cómo estas?
- Bien, ya llegamos.
- Qué bueno.
- ¿Es muy bonito?
- Si, me gustaría que estuvieras aquí - Mirava a mi alrededor.
- ¿Cuando regresas?
- Creo que dentro de dos días, no estoy muy segura.
- Intentaré regresar para entonces.
- ¿Cómo? ¿Te vas de nuevo? - Mis a ánimos se fueron por los suelos.
- Tengo una Junta muy importante en Nueva York, no puedo cancelar, lo siento.
- Esta bien.
- Sabe que te amo, ¿verdad?
- Si, y yo a ti.
- Te habló mañana, un beso - Terminó la llamada. Me di media vuelta.
- ¿Podrías darme el bolso por favor? - Hoy ya no tenía ganas de nada.
- ¿Estas bien?
- Si - Tomé el bolso y fui a mi habitación, cuando entre los chicos estaban acostadado en las camas.
- ¿Estas bien? - Pregunto Nat.
- Si - Me senté en el sofá.
- Iremos a bañarnos, ¿Quieres venir?
- No gracias, me quedaré por un rato aquí - Intenté sonreír. No muy convencidos me dejaron a solas, me recoste en una de las camas y cerre los ojos, mi madre ni se habia dignado a mandar un texto para saber de mi.
Por un par de hora me quedé en cama, y decidí que no había venido a pasar encerrada, tenía que disfrutar de ese hermoso lugar. Me puse un bañador color rojo de cuerpo completo y un short encima de este, hice una trenza normal.
ESTÁS LEYENDO
El amor no se mide por tallas (EDITANDO)
Подростковая литература¿Alguna vez has llegado a medir el amor? Porque si es asi, dejame te digo que eres un(a) completo(a) demente. ¿Quien dijo que el amor tiene que ser talla CERO?, o tener un peso de cincuenta y cinco kilos o menos. El mundo esta hecho a la medida que...