No corregí ortografía.
Podrían creerme que ya había pasado un año, había adelgazado demasiado, mi peso ahora es de cincuenta y cinco, ¿genial, no?. Unos días más y al fin salía de vacaciones de verano. Les resumire un poco de todo lo que me a pasado.
Khloe se obsesiono conmigo y no había un maldito día que no me molestara ya sea tirando mis libros, escondiendolos, dejándome en vergüenza frente a toda la clase, empujandome, tirando mi almuerzo y un sin fin de cosas más. Por otro lado Owen y ella se la mantenían de pleito, durante todo el año el la había terminado aproximadamente unas diez veces y ella le rogaba para que volvieran, ¿Que tonta, verdad?. Marcus y Natalia habían mejorado su amistad aun que se la llevarán compitiendo, ambos me causaban risa, se gustaban pero tenían un orgullo demasiado grande como para admitirlo. Nat al igual que yo había bajado mucho de peso, ahora pesaba los secenta, realmente estábamos muy felices aun que el instituto fuera una mierda. La amistad de Owen y mía la había decidido terminar, hablábamos pocas veces pero no pasaba de un: Hola, bien, nos vemos. Es triste porque aun que me duela en el alma lo sigo amando como desde el primer dia. De vez en cuando miró las fotografías de pequeños y sonrió. Pues en mi casa la felicidad se perdió por completo, mi padre sale más a menudo de viaje y dura hasta un mes fuera, regresa por quince días o mucho tres semanas y vuelve a irse. Mi madre, mi madre no puede verme ni en pintura, pensé que al ser delgada me ganaría su cariño, iríamos de compras juntas, charlariamos por las tardes, pero lo único que hace es irse con sus amigas o a los casinos. ¿Algo nuevo? Naah.
Es cierto, tengo una vida donde no carezco de ropa, un techo o dinero que muchos desean, pero juro, juro que cambiaría todo por el amor de mis padres, por que Jeremy estuviera vivo, por volver a tener la gran amistad de Khloe, aun que ahora me preguntó si alguna vez la tuve o sólo fue por lástima.
- Señorita Wells, ¿esta escuchando? - La maestra me saca de mis pensamientos.
- ¿Que? - Toda la clase se ríe de mi. Genial.
- Salga de mi clase.
- ¿Que? ¿Pero porque? No hice...
- Que salga si no quiere ir a dirección - Suelto un bufido molesto, cierro mi libreta de un golpe, tomó mis cosas y salgo de la maldita clase de la bruja.
Los pasillos están solos, miró algún lugar al cual ir pero mi mejor opción es la biblioteca, antes de ir ahí, guardó mis libros y cuadernos.
- Oye Charlotte - Me quedo de piedra, no quiero mirarle pero no puedo evitarlo. Me giró.
- Owen - Le dedico una sonrisa.
- Haré una fiesta de bienvenida a mi hermano - Me sorprenden sus palabras más bien que Dawson regresaría.
- Wow, ¿cuando llega?
- Sábado por la noche, será como una fiesta sorpresa, y realmente me gustaría que estuvieras ahí - Me alagaron sus palabras.
- ¿Pueden ir mis amigos? - Estaba abusando pero sin ellos no iba a ningún lado ellos me brindan la confianza necesaria.
- Por supuesto - Su sonrisa, Dios, es la sonrisa más perfecta de todo el mundo. Paso saliva a duras penas, cuanto deseo un beso de esos labios.
- Okay - Digo tartamudeando.
- A las nueve, te estaré esperando - Asiento y lo veo desaparecer por el pasillo, después de que creo que nadie me está viendo hago un baile ridículo. Owen me invito a una fiesta, digo chillando de la emoción en mi mente.
*
- ¿Así que una fiesta? - Nat alza las cejas, esta más sorprendida que yo, es que nadie nunca nos invita a una, es muy triste nuestra realidad.
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El amor no se mide por tallas (EDITANDO)
Подростковая литература¿Alguna vez has llegado a medir el amor? Porque si es asi, dejame te digo que eres un(a) completo(a) demente. ¿Quien dijo que el amor tiene que ser talla CERO?, o tener un peso de cincuenta y cinco kilos o menos. El mundo esta hecho a la medida que...