Veintiuno

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No corregí errores ortográficos.

Cambie a Charlie, pueden encontrar su imagen en los capítulos anteriores.

La cabeza me empezó a doler y estaba segura que era por hambre, tenía desde las ocho de la mañana en el hospital y ya casi eran las siete, habia tomado sólo un café para reducir el dolor de cabeza que sólo funcionó por un rato.

- Hola - Levante la vista para encontrarme con Marcus.

- Hey, tienes unas ojeras terribles - Me burle. Él es el que menos dormía, todas las noches el se quedaba, agradeciamos que seguíamos en vacaciones, pero eso ya pronto terminaría en una semana más o menos.

- Tu tampoco te vez muy bien que digamos.

- Pues gracias - Nos dimos un rápido abrazo y después le di un beso en la frente a Nat.

- Te veo mañana - Asenti y salí por las puertas de cristal.

Diablos, ¿porque no podia aprender a manejar? Así evitaría caminar menos y llegar más rápido a mi destino, gracias a Dios era un pueblo no muy grande, no diré que todos nos conocíamos pero los locales no estaban demasiado lejos.

A unas pantuflas u once cuadras estaba un nuevo local, Marry's. Había escuchado rumores de que todo era muy bueno, pero me había recemdado más el sándwich de pavo a las tres ensaladas, ¿qué era eso? No tenía idea, o si, y las maltratadas.

Cuando llegué ya casi no sentía mis pies, el dolor de cabeza no me abandonaba, era mi amigo fiel, el estacionamiento no era muy grande, y pude ver el auto de Khloe, a la persona que menos quería ver en el mundo, mi investigación a cerca de lo que había ocurrido el día en que mi amiga quedó en coma no había terminado, ni siquiera empezado, pero ansiaba volver a la escuela para empezar con ella, no importaba las últimas consecuencias.

El local era acogedor, y rosado, muy rosado.

- Buenas tardes, ¿te puedo ayudar? - Una chica amigable me atendió, usaba frenillos.

- Buenas tardes, me han recomendado muchísimo el sándwich de pavo a las tres ensaladas, quisiera uno de esos y una malteada de frutos rojos.

- En quince minutos estará lista - Me dio un ticket con el número 23 impreso con tinta rosa, creo que saldría loca de aquí.

Fui al w.c. las ganas me estaban matando, la cabeza me dolía, ya sentía que no podía soportarlo un poco más. Me quedé en la entrada cuando escuché un gemido, mis ojos recorrieron la puertas y en una me encontré con una chica arrodillado y unos pies, las risas de creo la chica invadieron el lugar, decidí salir de inmediato, la cosa más embarazosa de mi vida. Creo que hasta mis mejillas estaban rojas.

¿Como alguien podía hacer eso en un restaurante así?

- Gracias por tu compra, vuelve pronto - Me dio un volante en rosa con letras blancas, la bolsa con mi sándwich era rosa y el logo del local, ¿no podian ser un poco mas originales, como verde, violeta, plateado?

Antes de salir completamente del local mi mirada fue puesta en los ojos de Dawson que salía del baño de... pasé saliva y luego busque a Khloe por el local. No estaba, no, no, ¿como él le podía hacer eso a su hermano?

Si ya odiaba a Dawson ahora con más razones, salí sin volverlo a mirar, el corazón me latía a mil por minuto, ¿Ya estaría enterado? ¿O tal vez los dos lo hacían a escondidas? ¿Y cuando se enterara Owen?

Sentía mis ojos aguarse, pobre de mi Owen, sufriría muchísimo.

Ya había pasado tres días desde eso y aun no me lo podía sacar de la mente, y esta mañana al ver a Owen tomado de la mano de la zorra, el corazón me dolió, no por verlos juntos, si no por la traición que ella le estaba haciendo.
Ya era tarde y me había despedido de Marcus, estaba por salir del hospital, cuando sucedió lo inesperado...

El amor no se mide por tallas (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora