No corregí errores ortográficos.
Lean la nota del final.
Las primeras horas de clases fueron prácticamente normal, no mire a Dawson en ese tiempo.
- ¡Oh por Dios! - Exclamo Nat mirando sobre mi hombro en la cafetería. Mi boca se abrió, ¿Yo había causado eso? - Si que le diste duro - El ojo derecho de Khloe tenía morado todo su alrededor con un poco de verde y amarillo en algunas partes, me fulminaba con la mirada. No pude evitar recorrer mi vista en busca de él, me encontré con sus azules ojos.
- Charlie, ¡hey! - Mire hacia mi amiga que me chasqueaba los dedos.
- ¿Qué ha pasado con Marcus?
- Nada - Soltó un suspiro de nostalgia.
- Okay.
- ¿Iras al partido del viernes?
- Si, Marcus jugará - La pantalla de mi móvil encendido y se apagó, levante para mirarlo.
Pasillo cuatro, antes de llegar al baño.
Mire a mi alrededor disimuladamente, ya no estaba.
- ¿Te veo luego? - Dije tomando las pocas cosas que traía.
- ¿Adónde irás? - Dude por unos instantes.
- Biblioteca, iré por un libro - Salí a paso veloz.
El pasillo estaba completamente sólo, relentise mi caminado.
- ¿Andas perdida? - Ahogue un grito, estaba con una sonrisa de medio lado.
- Eres un tonto - Golpe su hombro. Me atrajo por la nuca y unió nuestros labios en un beso lento. Empecé a sentirme acalorada de un momento a otro.- ¿Planeas hacer algo más tarde?
- Si.
- ¿Qué?
- Una sorpresa para mis amigos.
- Te acompañarme - Beso la punta de mi nariz.
- ¿Qué no tienes entrenamiento? - Alze una ceja.
- Espérame en las gradas.
- Tengo sesión con el psicólogo, la directora me obligó ha asistir por... lo que esta pasando con mi familia - Mire a en otra dirección, no quería ver lástima en su mirada.
- Entonces espérame ahí.
- Te veo más tarde, ya sonará la campana - Bese su mejilla y me escabulli entre sus brazos.
- ¿Y bien, a donde vamos? - Mire la lista que había planeado.
- ¿Sabes del restaurante español? - Asintió - Pues ahí.
Condujo por varios minutos, no hablamos mucho, pero en realidad me sentía... bien, era tan agradable estar a su lado.
- Espérame aquí - Quite el cinturón y baje lo más rápido que pude. Era muy acogedor, paredes de ladrillo, buena iluminación, mesas de madera con manteles de diferentes colores.
- Buenas tardes, ¿en que le puedo ayudar?
- ¿Tiene reservaciones para el día sábado próximo a las siete? - Movió y tecleo algo en el computador.
- Si, quedan dos meses, una es en el centro del local y otra en la orilla pegada a una ventana.
- La de la ventana, para que sea algo más... privado.
- ¿Cuáles son los nombres?
- Natalia y Marcus, ¿puedo dejar pagado?
- Claro.
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El amor no se mide por tallas (EDITANDO)
Novela Juvenil¿Alguna vez has llegado a medir el amor? Porque si es asi, dejame te digo que eres un(a) completo(a) demente. ¿Quien dijo que el amor tiene que ser talla CERO?, o tener un peso de cincuenta y cinco kilos o menos. El mundo esta hecho a la medida que...