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Los rayos del sol de colaron por mi ventana.

¡De hoy no pasa poner la puta persiana!

Miré la hora.

¡Dios mio!

¿Qué hago yo despierta a las 8 y media de la mañana?

Intenté dormirme pero nada.

Una vuelta.

Otra.

Otra.

Nada.

No se me ocurrió otra cosa que hacer así que fuí a la habitación de Jesús y Dani.

Abrí sigilosamente.

Estaban dormido.

Claro como ellos tienen persiana...

Me tumbé al lado de Jesús.

Empecé a tocarle el pelo.

No se despertaba.

Y yo me aburría demasiado.

Me quedé un rato mirandole.

Era perfecto.

Su boca entre abierta que me dieron unas ganas de besarle.

Me acerqué a él y le besé.

Noté su lengua húmeda jugar con la mía.

¿Estaba despierto?

Mierda ahora voy a parecer una desesperada.

Nos separamos y me miró con el ceño fruncido.

- ¿Tienes fiebre o algo? - sonrio -

Puta sonrisa.

- Me ha salido solo - me tapé la cara -

- ¿Y tú que haces aquí a las...? ¿¡ 8 y media de la mañana!? Decidido tienes fiebre.

- El Sol... - bostecé -

- Ay pobrecilla - me alborotó el pelo -

- ¡Para! - alcé un poco la voz -

- ¡Illo Jesús callate! - dijo Dani quejandose -

- Pero si ha sido ella - se defendio -

- Mentiroso - rei -

- Te odio

- Mentiroso compulsivo - le miré mal -

- Ven aquí anda - me agarró de la cintura -

Quedé cerca de su boca pero fuí más lista y bajé la cabeza con tan mala suerte de que estaba en calzoncillo y su amiguito contento.

- Guarro - susurró en su oido -

- Yo no soy el que se mete en cama agena - mordió mi mejilla -

- Cállate

- Cállame - reclamó -

Me fuí acercando pero acabé con mi mano puesta en su boca.

- ¡Eso no vale! - dijo con dificultades para hablar -

Me quitó la mano mientras yo no paraba de reirme.
Se acercó a mí y me besó como nunca antes lo había echo.

Moviamos los labios al compás.

Las lenguas era una guerra.

Poco a poco se fué poniendo encima mía y pegando su cuerpo con el mío.

Por lo que solté un pequeño gemido al sentirle tan cerca, ya me entendeis.

Él sonrio a mitad del beso.

Cosa que hizo que yo también lo hiciera.

- ¿Y eso que ha sido?

- ¿El qué? - me hice la loca -

- Lo que ha salido de tus preciosos labios - los rozó -

- Oh venga ya Jesús, lo sabes perfectamente

- ¿Te has puesto...?

- Sí...

- Sigues siendo la misma

- Pero quitate que me aplastas - le empujé poniendo la mano en su pecho -

- Bruta

- Feo

- Guapa

- Te odio

- Te quiero

- Lo sé

Me levanté y salí de su habitación para ir a la mía.

Al bajar me encontré con mi madre, quiero decir Eva.

- Hola cielo

- Hola Eva

- ¿Qué tal anoche?

- Muy bien - sonrei -

- Oye antes he escuchado algo que...

- ¿Qué has escuchado? - me asusté -

- Haber te explico - asentí mirandola - estaba pasando por la puerta y como estaba medio abierta pues estaba escuchando y mirando asi que escuché un...un ¿gemido?

- Eh haber esque el amiguito de tu hijo se ha puesto contento entonces se tumbó encima mía y pues eso salió solo no ha pasado nada, a demas estaba Dani - reimos -

- Tengo que decirte una cosa, haber tu padre y yo nos vamos de viaje dos semanas...

- ¡Bien, casa libre! - interrumpí -

- Si, casa libre pero porfavor portaros bien - le miré rara -

- Claro que si Eva, si somos unos ángeles

- Si no lo digo por tí, lo digo por ellos - señalo la escalera -

- No me gusta que hableis de nosotros mientras no estamos, mamá - protestó Jesús -

- Porque ha saber lo que dicen - siguió Dani -

- Pues nada solo que no sois miy buenos - me rei por el comentario de Eva - me fio más de ella que de vosotros y eso que sois mis hijos

- ¿Y a que a venido eso?

- A que tenemos la casa libre dos semanas

- ¡Ole! - dijieron a la vez -

- Tengo otra noticia

- ¿Qué? - dijimos los tres -

- ...

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Hoy no tengo ispiración, si eso esta noche subo otro.

Espero que os esté gustando.



¿Me quieres? {gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora