21. Recuerdos

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Me desperté.
Fuí al baño y ahí estaba Jesús.
Con ninguna toalla que rodeara su cintura. Me tapé los ojos rápido y cerré la puerta.

- Lo siento - dije desde el otro lado de la puerta -

- No te preocupes, que es inofensivo - rio -

- Cállate - rei - ahora quisiera estar dentro y pegarte una colleja

Abrió la puerta nada más decir eso y se acercó a mí. Pero ya con calzoncillos, no penseis mal.
Empecé a reirme.

- ¿Has abierto la puerta para que te pegue? - rei -

- No - se acercó más - para que me aclares una cosilla

- Aquí estoy

- ¿Dentro de dónde querias estar? - alzó las cejas mordiendose el labio -

- Y lo estropeastes todo - le aplaudí -

Me giré y me volvi a tumbar en la cama.

- ¿Pero tu no ibas a entrar? - señaló el baño -

- Se me han quitado las ganas

- ¿Ganas de qué? - se tiró a la cama -

- ¿Aquí hay que decirlo todo? - rei -

- Para eso estamos "juntos"

Juntos, me gusta.
Aunque Eric. Que lio tengo.
Pero Jesús, me gusta. Y Eric...puede que solo sea atracción o solo un amigo.

- Lore...Lore - me dio una palmada en el hombro y le miré - ¿vas a contestar?

- ¿Pero a ti que más te dá lo que haga o deje de hacer en el baño?

Puse una mano en mi cabeza quedando apoyada en la almohada para así verle mejor.

- ¿Y tú que hacias en el baño?

- Hombre sin toalla, mojado y a las 12 de la mañana ¿que crees que hacía?

- No sé, dimelo tú - rio -

Se puso encima mia. Con esos calzoncillo se le marcaba todo.
Era algo incómodante como siempre cuando estamos en estas situaciones.
Se acercó más a y mí. Primero, rozó los labios. Segundo, mordió mi labio haciendo que abriera la boca. Tercero, una guerra de lenguas. Cada vez que nuestras lenguas chocaban una chispa recorria a gran velocidad por toda mi piel, poniendomela de gallina. Dejó mi boca y empezó con mi cuello.
Absorvió y ya era demasiado tarde para apartarme. Había dejado marca.

- Lo que es mío, es mío - besó mis labios -

Le agarré del cuello y de un rápido movimiento le acerqué a mí.
En mitad del besos sonreimos.
Eso hacía que la situación se hiciera más romántica. En realidad, todo con él era romántico.

- Quiero despertarme todas las mañana y estar así contigo - me beso rápidamente -

- No me he enterado de ese beso jo - dije como una niña pequeña.

- Damelo tú - sonrió pícaramente -

Me levanté como pude pero antes;

- Pues ahora no me apetece - le saqué la lengua -

- Eh eh - me agarró de la cintura sentado en la cama - que culo más bonito - rei sabiendo que tenia todo el culo en su cara, me bajó y me sentó en sus piernas - ¿me vas a besar y me vas a dejar con las ganas?

- ¿Desde cuando Jesús Oviedo se queda con las ganas? - alcé las cejas riendo, me agarré a su cuello -

Ví como se relamía los labios carnositos.
Su lengua.
Sus labios.
Mis ganas de besarle.
No hay más que decir.

Con mis ganas le besé. Como si fuera el último. Saboreé bien sus labios y me encantaba. Su lengua jugando con la mía mientras le daba caricias en la nuca. Haria esto mil veces.
Me separé, no por nada si no por el aire. Quedamos a centímetros mientras las respiraciones eran agitadas despues del beso.

- Esto me recuerda a algo - sonrió mordiendose el labio - la primera vez - me abrazó fuerta la cintura, yo le acariciaba el pelo - Lore...¿fue un error para tí?

- Si fuera un error lo pondría en la lista de los errores más bonitos

- Eramos unos críos

- Sí - sonreimos -

- ¿Cuánto hace que tú no...?

- 5 meses - le interrumpí - ¿y tú? - dije avergonzada -

- 1 mes y medio

- No te puedes quejar, yo estoy más desentrenada que tú - reí rozando sus labios -

- Entrenemos, aquí tienes a tu entrenador profesional

Me mordí el labio. Pero ahora no.
Tenía que buscar alguna excusa buena.

- Hasta que no me enseñes lo de esta tarde no hay nada - me levanté -

- Joder venga Lore - se levantó detras de mi -

- Pronto tendras tu recompensa - sonrei -

- ¿Pero cuando? - rio -

- Cuando te la ganes machote - le pegué flojito en el pecho -

16:05 de la tarde

Ya queda menos para lo que me tiene que enseñar y decir Jesús.

Para que mentir estoy muy nerviosa.

Necesito saber lo que pasa ¡ya!

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¿Me quieres? {gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora