25. Me desespera

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Me despierto al lado de mi prometido. Está tan mono dormido. Su pelo rubio despeninado y sus labios gorditos entreabiertos. No me lo pienso dos veces y le beso. Abré los ojos y sonrié.

- Te has levantado juguetona - me muerdo el labio e imita mi gesto - ¿hoy trabajas?

- Sí, pero si llego tarde no me importa - soltó una carcajada -

- ¿Te he dicho que te quiero? - rodeó mi cadera desnuda y me trajo hacía él -

Y en ese momento tiene que aparecer Jesús rondando por mis pensamientos. Me recuerda tanto a él. Todo lo que hace, como se comporta básicamente todo.

- Nena - le miré - ¿pasa algo?

- Tengo que ir a trabajar - le besé, un beso corto -

- ¿Te recojo?

- No hace falta - sonreí - voy a vestirme

(...)

Entro en las oficinas. Me dirigo dónde se encuentra el despacho de Jesús que ahora también será mío.

Pegó y escucho un "adelante"
Abro lentamente la pesada puerta y lo veo poniendose la camisa. Giro mi vista hacía su deracha y veo a una empleada colocandose la falda.
Sin rechistar me senté en una mesa que estaba puesta enfrente suya.

- Adios, Daniel - dijo la rubia guiñandole un ojo -

- Adios guapetona - dijo abrachandose la americana -

Se escuchó de cerrarse la puerta y empecé a colocar mis pertenencias en la mesa y guardar en todos los cajones.

- Buenos días a tí también - dijo este mirandome -

- Buenos días - seguí guardando cosas en sus lugares correspondientes -

Notaba la atenta mirada de Jesús en mí. Me ponía nerviosa ¿cómo puedo causar eso en mí?

- Bonito vestido - le miré y sonrió -

- Gracias - dije a secas -

- ¿Por qué eres así?

- ¿Qué quieres decir?

- Así de seca - se acomodó en la silla -

- Escuchame Jesús, no peleas a estás horas de la mañana

- ¿Por qué tendríamos que pelearnos?

- No sé llegó aquí y te encuentro con una y tú tan tranquilo

- ¿Celosa? - alzó las cejas -

- Mira por culpa de venir a este estúpido trabajo me e quedado esta mañana sin polvo a sí que no me toques lo intocable Oviedo

- Podrías aliviarte conmigo - se mordió el labio, sonriente -

¿Después de haber visto que estaba con una en su despacho me lo voy a tirar?

Me muero de ganas...¿que digo?
Lorena centrate estás prometida.

- Voy a la cafetería

- No tardes, tienes cosas que hacer

Tirarme a mi jefe, pensé

- No me eches de menos anda - le saqué la lengua -

- ¿Puedo acompañarte? - asentí -

Salimos del despacho.
Nos montamos en el ascensor y...

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Importante; no creo que sea larga la historia porque no me gusta mucho como está quedando, pero empezaré otra.

Un besito. Mañana subo otro pero largo.

¿Me quieres? {gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora