[PAUSADA] Roommate (Yoongi)

Capítulo 4

Lunes. Lunes de tortura para muchos, pero a Yeongji le gustaba lo que estudiaba en la Universidad, aunque debía admitir que le daba mucha flojera levantarse y en algunas clases sólo pensaba en dormir.

Min Yoongi en cambio, no asistía a la facultad, era un hombre libre. Simplemente se dedicaba a hacer sus propios negocios independientes, mayormente relacionados con el rap. Muchos creían que por esta razón era un vago, pero en realidad era al contrario, era muy trabajador.

Kwon Yeongji era una de las que tenían ese prejuicio, siguiendo los pensamientos de la multitud, no se interesaba en conocerlo a fondo para descubrir cómo era en verdad.

Tampoco había mucho para conocer, era como se mostraba, una persona transparente; sólo que la gente decidía darle otras etiquetas argumentando que no estudiaba ni tenía un futuro encaminado.

Sin embargo, la curiosidad empezaba a hacer efecto en la muchacha. Yoongi se levantaba mucho más temprano que ella, y se pasaba horas dentro de su habitación. Salía de vez en cuando a la calle y algunas veces se sentaba en la mesa y lanzaba bollos de papel con frustración. Además de que era limpio y ordenado, o por lo menos eso se veía fuera de su habitación.

Había observado todo eso durante dos días, y lo analizaba con delicadeza, tratando de unir piezas, pero siempre terminaba con un hueco. ¿Yoongi no era como todos creían? Pero entonces se quitaba esa pregunta de la cabeza, era tan amargado como estaba escrito en su carátula de presentación.

-¡Me voy! -exclamó ella con la mano en la perilla-. Nos vemos más tarde.

-Sí, buena suerte, mocosa -se giró a verla y le regaló una sonrisa divertida. Yeongji le sacó la lengua-. Pásala bien.

-Claro, claro -rodó los ojos y escuchó la risa de Yoongi detrás-. Adiós.

En la parada de autobús se pasó diez minutos aproximadamente desenredando sus auriculares, por lo que sólo pudo escuchar un par de canciones.

Se dirigió a su casillero algo cansada, refregándose los ojos y bostezando, aún tenía ganas de dormir. Mientras ponía la combinación, un grupo de chicas de años inferiores se acercó a ella conteniendo la emoción en sus expresiones.

-Unnie -la llamaron-, ¿cuándo seguirás el fanfic?

Sus ojos se abrieron de golpe por la sorpresa e hizo una mueca con sus labios. Recordaba haber estado escribiendo, pero no terminó porque se quedó dormida.

-Pronto -respondió-. Lo siento, es que ando ocupada con algunos asuntos -suspiró-. Pero en unos días les llegará la actualización.

-Ah, está bien, unnie -habló otra-. Esperamos pacientes, ¡fighting!

Yeongji asintió y caminó hasta el aula de la materia que le tocaba en ese horario. Tomó asiento en el lugar de siempre, dejándose caer junto a una chica con la que no mantenía mucha relación pero se le hacía simpática.

-¿Qué tal convivir con Yoongi?

-¿Qué tal tu gusto en las chicas?

Kim soltó un suspiro y presionó sus labios, preocupado. Se rascó suavemente la nuca y finalmente concentró sus ojos en los de su amiga.

-Bien, te contaré todo -sentenció-. Después de clases, vamos a comer ramen.

-Está bien -asintió y cubrió su rostro con las palmas de sus manos-. Te veo entonces.

-Okay...

El resto del día pasó muy lentamente para Yeongji, ella no dejaba de pensar en lo que estaría haciendo y Yoongi y lo que planeaba hacer para cuando llegara al departamento. Empezar a compartir su rutina con él era algo a lo que se tenía que acostumbrar, y si podía, también gustarle. De lo contrario, sus días estarían llenos de mal humor y la verdad era que no ganaba nada de esa manera.

Cuando el timbre de finalización de clases sonó, respiró profundamente. Sentía que había estado dormida los últimos veinte minutos, sólo que con los ojos abiertos. Su cuerpo estaba allí, pero su mente y su alma divagaban por alguna parte. Vaya a saber uno por dónde.

Cogió sus útiles y los guardó con cansancio dentro de su mochila, la cual se colgó al hombro segundos después.

Caminó mirando al suelo, dirigiéndose a la cafetería, lugar de encuentro con sus amigas. Sí, Kwon Yeongji no era una marginada, sino que tenía su círculo íntimo de amistades, que incluía a cinco chicas y Namjoon. Además de todo el grupete que se había dejado en Busan.

-Eh, hola -la saludó Jae In animosamente-. ¿Qué tal tu día?

-Apesta -respondió ella sentándose en medio de Yujin y Yuna-. Hasta mis pelos están cansados.

Rieron por el comentario.

-¿Para tanto? -Suji comía una ensalada de frutas.

-No, bromeaba -bostezó-. Es sólo que hoy estoy especialmente floja.

-Especialmente, claro -Minjoo sonrió-. Eso es típico en ti.

-¡Claro que no!

-Por favor, sino estuvieras viviendo con Yoongi probablemente tendrías ropa tirada en el suelo, no te peinarías, tomarías leche directamente de la caja, andarías en pijama y las ventanas permanecerían cerradas-replicó la rubia-Hasta celladas, si pudieras.

Yeongji bufó. Tenía razón en cada punto, excepto en uno.

-Yoongi también mantiene las ventanas cerradas.

-Bueno, eso es normal porque él -Suji no pudo terminar de hablar, Yuna le lanzó carne que no pudo desperdiciar.

-Detesta el sol, eso -continuó la victimaria.

-¿Ah, sí? -preguntó Yujin tiernamente, tal como hacía cada cosa sin ser intencional-. Qué lástima.

-Oye, olvidadiza -una voz masculina se sumó de repente-. Vamos.

-Ah, Namjoon -Yeongji asintió, hasta que recordó y abrió los ojos exageradamente-. Uh, perdona. Disculpen, chicas, iré a comer con este farol, tenemos una charla pendiente.

Agarró sus cosas y su saco, y agitó la mano en señal de despedida. Luego, se agarró del brazo de su amigo y salieron de la institución.

Un chico con una gorra hacia atrás, jeans negros ajustados, una remera blanca y negra con el número 72 en medio y unas Converse clavaba la mirada en la tierra y la pateaba suavemente. Al escuchar las voces, levantó la cabeza.

-Yoongi -la sonrisa de la joven desapareció, frunciendo el ceño-. ¿Qué haces aquí?

-Aún no tienes llaves -explicó-. Venía de paso y dije "¿por qué no?" Así que vamos, te llevaré a casa.

-Oh-dijo asintiendo-. ¿Tienes tiempo? Namjoon va a contarme algo, ¿comiste?

Se encogió de hombros.

-No tengo nada qué hacer ahora -sonrió levemente.

-De acuerdo.

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A-YO ladies and gentlemen ~
espero que les esté gustando✨
¡Muchas gracias por el apoyo!