Capítulo 13

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Hay diferentes tipos de borrachos.

Están los que hacen cualquier cosa que estando conscientes de los hechos no harían, los que sonríen como idiotas todo el tiempo a tal punto que parecen drogados, los que se duermen, los que se sienten mal y los que dicen la verdad, entre otros.

Yeongji no estaba segura de qué tipo de borracha era, pero no era del tipo que olvidaba todo lo ocurrido. En definitiva no. Por sus pocas experiencias, cuando se despertaba completamente, todos los recuerdos aparecían como imágenes en su mente.

Pero, dado que siempre se avergonzaba, por lo menos las tres veces que le pasó, se hacía la que no recordaba. Y nunca recordaba, como si esa parte hubiera sido eliminada definitivamente de su memoria y de su vida.

Sí, era una cobarde.

Sin duda, esta era la peor vez de las que se había emborrachado. Las anteriores sólo había hecho cosas que la hicieron quedar en ridículo frente a conocidos, pero todos cercanos, por lo que sólo se reían y bromeaban con eso.

Pero ahora, era Yoongi, el chico con el que convivía, el chico que ahora tenía su atención. Es cierto que no había hecho nada tan extraño, no más que ser tonta y dejar un poco a la vista sus emociones, pero estaba avergonzada. La había visto ebria, y conociéndolo, sabía que podía joderla con eso cada maldito día que pasaran juntos.

Lo sorprendente era que, habiendo pasado una semana desde lo sucedido, Yoongi no había dicho palabra sobre eso. Lo único que dijo haciendo mención indirecta fue preguntarle sobre su resaca al día siguiente, mientras veía un frasco de café. Nada más.

Yeongji soltó un gruñido, se frotó la cara y se levantó de la silla para buscar un abrigo en su armario. No había té. Y era una de esas noches en las que no podía dormir, y la única solución era la nombrada infusión.

Subió el cierre de la prenda color gris oscuro hasta el máximo posible, ató los cordones de sus cómodas Converse, se colocó una bufanda de un tono más bajo que su chamarra y salió de su cuarto apurada, aunque con la prisa se había puesto unos jeans ajustados que le quedaban un poco incómodos.

Miró la hora en su celular, la una de la madrugada con cuarenta y seis minutos. Bien, podía ir a ese famosillo mercado de la ocasión pasada, cuya dirección por suerte recordaba.

-¿A dónde vas?

Esa voz la detuvo. Se dio la vuelta, y él estaba allí. Con su móvil en la mano y ropa de calle, acomodándose la chaqueta negra que llevaba puesta.

-¿A dónde vas tú? -contraatacó, insegura.

Yoongi, al contrario de Yeongji, no se sentía nervioso, por lo que le contestó firme y de inmediato. Aunque pensaba honestamente que no era de su incumbencia.

-A caminar un rato. Estoy un poco frustrado.

-¿Inspiración? -el chico asintió-. Bien, yo... no puedo conciliar el sueño, por lo que iba a comprar té al mercado donde fuimos la otra vez...

Pensar en eso la hizo temblar un poco. Tenía miedo de darle pie a que él sacara el tema, no quería hablar de eso. Nunca, si es que era posible.

El rapero miró algo en su móvil un segundo y se despeinó un poco el cabello. Su mirada volvió a dirigirse a ella, con un toque de indiferencia.

-¿Y por qué té? -le preguntó acercándose a la puerta, más que nada para no mantenerse en un silencio incómodo-. ¿Es algo especial?

-No lo sé -ella se encogió de hombros y salió detrás de él-. Desde pequeña me calma cuando tengo pesadillas o estoy inquieta por algo y no puedo dormir.

[PAUSADA] Roommate (Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora