[PAUSADA] Roommate (Yoongi)

Capítulo 8

Sus manos estaban sobre su cintura, y ella disfrutaba del aroma que emanaba su cuerpo, aferrándose a su remera y acurrucándose en su pe

-¿Qué rayos estás tratando de escribir, Yeongji? -habló sola, negando con la cabeza-. Esto es porquería.

Punto.

Esa era la única palabra que había quedado escrita en la pantalla. Sí, le pondría punto final a este asunto. Resolvería los problemas con sus amistades.

Pero para eso, necesitaba la ayuda de Yoongi.

-¡Min Yoongi!

Kwon Yeongji bajó apresurada las escaleras, sin siquiera revisar su aspecto en el espejo antes de salir de su habitación gritando eufóricamente.

El chico no le respondió, pero ella estaba segura de que él se encontraba en su cuarto, encerrado. Como siempre.

-¡Yoongi! -lo llamó de nuevo, esta vez tocando desesperada su puerta.

De golpe la puerta se abrió, logrando que ella cayera al suelo al despojarla de su fuerte y único agarre.

-No es día de paga -le dijo, mirándola con frialdad, sin siquiera ofrecerle una ayuda para levantarse-. Te dije que no me hablaras.

-Extiéndeme la mano -le ordenó ella, ignorando sus palabras-. Hazlo, ahora. ¡No quieres ver a una mujer chillona como yo enojada!

Yoongi frunció el ceño, pero finalmente le extendió la mano y en cuanto ella se levantó, la retiró.

-Te dije que...

-Sé muy bien lo que me dijiste -lo cortó-. Pero, tengo un plan: -él arqueó una ceja- Hacemos de cuenta que eso nunca sucedió y tú me ayudas con el favor que te voy a pedir.

Yoongi rió por lo bajo, incrédulo y la miró, distante, de nuevo.

-¿Quién te crees que soy?

Yeongji rodó los ojos. No podía rendirse, así que se apuró en cambiar su expresión y sonrió intentando lucir adorable.

-Creo que eres ese lindo y atento Yoongi que me ayudó con mi historia o que me consoló cuando supe lo de Namjoon.

-Lamento informarte, entonces, que ese Yoongi y este Yoongi son la misma persona. Y ahora he decidido que no volverás a hablarme -iba a cerrar la puerta, pero ella se lo impidió.

-No puedes decidir por mí -replicó.

-Entonces yo no volveré a hablarte -contestó por último, y cerró la puerta en su cara.

Yeongji suspiró derrotada. No, no podía dejarlo así, Yoongi era su esperanza. Él tenía que ayudarla.

-Oye... yo... -miró al suelo-Es que quiero arreglar las cosas con Namjoon, y, también mis amigas pero no te he hablado de eso, y... te necesito.

Al no obtener respuesta, finalmente le soltó lo que planeaba.

-Quiero ir a verlos rapear.

[...] 

-No puedo creer que de verdad vayas a hacer esto.

Yoongi aprovechó para mirarla una vez más tratando de acostumbrarse a su apariencia mientras caminaban hacia la entrada del lugar, el club que tocaba esa noche.